Anticoagulantes lúpicos

Anticoagulantes lúpicos
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Anticoagulantes lúpicos. Anticuerpos contra sustancias presentes en el revestimiento de las células que impiden la coagulación de la sangre en un tubo de ensayo. Estas sustancias se llaman fosfolípidos. Las personas con estos anticuerpos pueden tener un riesgo anormalmente alto de coagulación sanguínea.

Síntomas

Es posible que el paciente no tenga ningún síntoma aunque tenga los anticuerpos. Los síntomas que se pueden presentar incluyen:

Causas

Los anticoagulantes lúpicos generalmente se encuentran en personas con enfermedades autoinmunitarias, como el lupus eritematoso sistémico (LES). Igualmente, se pueden encontrar en personas que toman ciertos medicamentos, como fenotiazinas, fenitoína, hidralazina, quinina y el antibiótico amoxicilina. Las personas con enfermedad intestinal inflamatoria (enfermedad de Crohn y colitis ulcerativa), infecciones y ciertos tumores pueden tener anticoagulantes lúpicos. Algunas personas no tienen factores de riesgo para esta afección. En algunos casos, puede estar ligada a un aumento del riesgo de coágulos sanguíneos y puede ser la causa de abortos espontáneos recurrentes.

Tratamiento

A menudo, el paciente no necesitará tratamiento si no tiene síntomas o si nunca ha tenido un coágulo de sangre en el pasado. Medidas para ayudar a prevenir la formación de coágulos:

  • Evitar la mayoría de las píldoras anticonceptivas o los tratamientos hormonales para la menopausia.
  • No fumar ni usar otros productos de tabaco.
  • Levantarse y moverse durante viajes largos en avión o en otros momentos en los que haya que sentarse o acostarse durante períodos prolongados.
  • Mover los tobillos hacia arriba y hacia abajo cuando no pueda moverse.

Al acudir al médico le recetarán medicamentos para diluir la sangre (como la heparina y warfarina) para ayudar a prevenir los coágulos de sangre:

  • Después de la cirugía
  • Después de una fractura de hueso
  • Con cáncer activo
  • Cuando es necesario sentarse o acostarse durante largos períodos de tiempo, como durante una estancia en el hospital o en recuperación en casa.

También es posible que haya que tomar anticoagulantes durante 3 a 4 semanas después de la cirugía para reducir el riesgo de coágulos de sangre.

Fuentes