Carlos Salazar Castro
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Carlos Salazar Castro. Fue General del Ejército Federal, político liberal, Ministro de la Guerra en Guatemala de 1829 a 1832, Jefe Provisorio del Estado de El Salvador del 23 de junio de 1834 al 13 de julio de 1834 y Jefe de Estado de Guatemala del 30 de enero de 1839 al 12 de abril de 1839.
Síntesis biográfica
Carlos Salazar nació en San Salvador, en el año 1800. Sus padres fueron: don José Gregorio Salazar y doña Francisca Castro y Lara.
Estudios realizados
A los 12 años de edad fue enviado a Guatemala a estudiar Humanidades en el Colegio Tridentino y en la Universidad de San Carlos de Guatemala se bachilleró en el año 1817.
Regresó a San Salvador en 1817, para ejercer el comercio y la agricultura, patrimonio de la familia. Estuvo implicado en el Movimiento Independentista y fue diputado suplente en 1822.
Suplantó en septiembre de 1832 a Enrique Torrelonge, militar francés, como Comandante del Ejército Federal.
Arribo al poder
Luchó junto al General Francisco Morazán, del que fue su lugarteniente en 1832, al someter y destituir al legítimo jefe del estado salvadoreño, don José María Cornejo, Gobernó como Jefe Provisorio de El Salvador, desde el 23 de junio al 13 de julio de 1834.
Luego en 1837, volvió a combatir al lado de su amigo y protector el General Francisco Morazán, contra el movimiento armado al que llamó de “los moderados”, siendo condecorado por su brillante actuación durante la campaña. Siendo Ministro de Gobierno de Estado de Guatemala, fue nombrado Presidente Provisorio de Guatemala, desde 30 de enero de 1839 al 12 de abril de 1839.
Encontrándose como Jefe de Estado, el General Salazar concedió, en marzo de 1839, la distinción de benemérita, a la división del Estado de Los Altos. Otra de sus disposiciones fue la publicación del periódico El Tiempo.
Rafael Carrera irrumpió la ciudad con 1,500 “montañeses” el 13 de abril de 1839 y colocó nuevamente a Rivera Paz como Jefe de Estado. Un día antes, Salazar, en compañía de José Francisco Barrundia, Simón Vasconcelos, Mariano Gálvez y Pedro Molina abandonaron El Salvador.
Al derrocarse el régimen de Francisco Morazán en abril de 1840, partió con el líder y se instaló en San José, Costa Rica, se retiró de la política y ejerció el comercio que le posibilitó vivir con honorabilidad.
Muerte
Murió en San José, Costa Rica, el 23 de julio de 1867. Sus restos fueron repatriados a San Salvador. Como homenaje póstumo, el Gobierno de El Salvador lo distinguió como Benemérito de la Patria.
