Dinastía Románov

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Dinastía Romanov
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PaísBandera de Rusia Rusia
Títulos:Emperador y autócrata de todas las Rusias
Fundador:Patriarca Filareto
Últimos Gobernantes:Nicolás II
Fundación:1596
Disolución:Revolución rusa de 1917

Dinastía Romanov. Fue una dinastía rusa establecida en Moscú desde el siglo XVII, que accedió al trono en 1613 con la coronación de Miguel I, hijo del patriarca Filareto (primo de Fiódor I de Rusia) y rigió el país hasta que la Revolución de octubre del año 1917 obligó al zar Nicolás II a abdicar.

Historia

Origen

El Patriarca Filareto, nacido Fiódor Nikitich Romanov, era hijo de Nikita Romanovich Zajarín-Yúriev, hermano de Anastasia Romanovna Zajarina (esposa favorita de Iván IV el Terrible), ambos hijos de Román Zajarín-Yúriev (del cual procede el nombre Romanov), descendiente directo de Andrey Ivánovich Kobyla, de origen lituano, boyardo del siglo XIV que estaba al servicio de Simeón I de Rusia. Algunos lo hacen descender de Julio César y es antepasado de, mínimo, 24 familias nobles, aparte de la mencionada.

Ganaron influencia durante el Gran Interregno generado por la muerte de Iván IV (1584). En 1613 una asamblea de nobles eligió zar al sobrino nieto de Iván, Miguel I, con el que se inició la dinastía. A Miguel le sucedieron su hijo Alexis I y su nieto Fiódor III, cuya muerte inició un conflicto sucesorio entre los descendientes de Alexis I, Pedro el Grande y sus hermanastros Iván V y Sofía.

Ganaron influencia durante los años de anarquía que siguieron a la muerte de Iván (1584). Y en 1613 una asamblea nobiliaria eligió rey al sobrino de Iván (y nieto de Roman Yurev), Miguel III (1613-1645), con el cual se inició la dinastía. Inicialmente no tenían una norma sucesoria establecida, de manera que se limitaron a seguir la costumbre de dejar el Trono al primogénito del rey o al pariente varón más cercano. Así, a Miguel le sucedieron su hijo Alejo I (1645-1676) y su nieto Teodoro III (1676-1682).

Al morir este tuvo lugar un conflicto sucesorio entre los descendientes de Alejo I, Pedro I, el Grande (1682-1725) y sus hermanastros Iván V y Sofía. En 1689 Pedro se impuso a ambos y a la guardia imperial que les apoyaba, e inició un reinado marcado por la expansión y modernización de Rusia. Fue el primer monarca en adoptar el título de zar de todas las Rusias. Para impedir que se repitieran las luchas sucesorias y reforzar el poder real, Pedro I estableció que fuera el propio zar quien designara a su heredero (1722).

La influencia alemana

Pedro se impuso a Iván V en 1689 e inició un reinado marcado por la modernización de Rusia, que impulso la colonización territorial y la fundación de San Petersburgo. Fue el primer monarca en adoptar el título de Zar de todas las Rusias. Pedro cambió la ley de sucesión, estableciendo que cada monarca sería libre de escoger a su sucesor.

Sin embargo, él mismo murió antes de haber establecido quién sería su sucesor. Los boyardos escogieron a su esposa, Catalina I (1725) como zarina. Al morir ésta, el trono volvió al linaje Romanov con su nieto Pedro II (1727) y su sobrina Ana Ivanovna (1730). Finalmente Iván VI, quien era alemán, se convirtió en Zar. Los Romanov volvieron al trono con la hija de Pedro I, la Zarina Isabel (1741). Con ella se extinguió el linaje y, aunque la dinastía conservó el nombre de Romanov, de hecho fue sustituida por la Casa de Holstein-Gottorp.La coronación de Pedro III (sobrino de Isabel) en 1761, reforzó la presencia alemana en la Rusia imperial. Este zar sentía profunda admiración por Federico II el Grande de Prusia, por que una vez en el poder concertó la paz en la Guerra de los Siete Años.

Pedro designó como sucesora a su esposa Catalina I (1725-1727); pero, al morir ésta, el Trono volvió al linaje Romanov en su hijo Pedro II (1727-1730) y en su sobrina —hija de Iván V— Ana Ivanovna (1730-1740). La influencia alemana sobre Rusia, iniciada en tiempos de Pedro I, se acrecentó durante los reinados de Catalina y Ana, hasta el punto de que un alemán como Iván VI (1740-1741) se convirtiera en zar. Una vez más el Trono volvió a los Romanov genuinos con la zarina Isabel (1741-1761), que era hija de Pedro I.

La boda de Nicolás y Alejandra (1895)

Una conspiración de la nobleza y del clero obligó a Pedro III a abdicar, sucediéndole su esposa, Catalina II de Rusia (nacida en Prusia) 1762, quien usurpó el trono a su hijo, Pablo I, aunque le designó para sucederle en el Trono. Pablo murió asesinado en una conspiración encabezaba por su hijo, el príncipe Constantino en 1801. El trono recayó en el nieto de Catalina, Alejandro I (1777- 1825), y después en su hermano, Nicolás I (1825-55). Luego se siguió el orden sucesorio normal de padres a hijos, con Alejandro II (1855-81), Alejandro III (1881-94) y Nicolás II (1894-1917). Trescientos cuatro años después de instalarse la dinastía Romanov en el trono ruso con Mijail Feodorovich como soberano de toda Rusia llegaría a un final brutal con el asesinato de Nicolás II por los bolcheviques.

Nicolás II tenía una débil personalidad y no estaba preparado para su futuro puesto como Zar. Este hombre, quien solamente le inspiraba su tranquila vida familiar, se convirtió en la cabeza de un enorme estado lleno de cambios después de la muerte de su padre. El no tenía anticipado tal cambio en Rusia y siempre reaccionaba bajo presión de los eventos, demasiado tarde, o torpemente. Además, era consciente del principio santo de su misión y que siempre defendería la monarquía cuando las concesiones fueran inevitables.

La esposa de Nicolás II era una princesa de Hesse, nieta de la Reina Victoria de Inglaterra, y se convirtió en Alejandra cuando se unió a la Iglesia Ortodoxa Rusa en preparación para su boda. El matrimonio tuvo cinco hijos: las Grandes Duquesas Olga, Tatiana, María y Anastasia y el Zarevich Alexis Nikolaievich.

Joyas de la Corona rusa.

Con ella se extinguió el linaje y, aunque la dinastía conservó el nombre de Romanov, de hecho fue sustituida por la casa alemana de Holstein-Gottorp. El acceso de ésta al Trono de Rusia se produjo con el sobrino de Isabel, Pedro III (1761-1762), que se alió de inmediato con Federico II de Prusia. Pero una conspiración de la nobleza y del clero le obligó a abdicar, sucediéndole su esposa, Catalina II, la Grande (1762-1796), que usurpó el Trono arrebatándoselo a su propio hijo, Pablo I (1796-1801); no obstante, le designó para sucederle en el Trono. Y fue Pablo quien reguló definitivamente el orden de sucesión de la Corona rusa (1797). Murió asesinado por una conspiración que encabezaba su hijo Alejandro I (1801-1825). Su hermano Constantino renunció a la sucesión, por lo que el Trono recayó en otro hermano, Nicolás I (1825-1855).

Luego se siguió el orden sucesorio normal de padres a hijos, con Alejandro II (1855-1881), Alejandro III (1881-1894) y Nicolás II (1894-1917).

El arresto de los Romanov

El gobierno de Aleksandr Kérensky retuvo a la familia imperial bajo arresto domiciliario en su palacio. Sus primeras intenciones eran mandarlos en exilio a Inglaterra, pero el gobierno no podría seguir haciéndole frente al crecimiento de poder de los bolcheviques. Para el invierno de 1917, los bolcheviques habían prevalecido sobre los mayores grupos revolucionarios y tenían bajo su control Moscú y San Petersburgo. Muy pronto, establecieron un gobierno.

Nicolás fue el último Zar de Rusia, siendo destronado por la revolución de febrero, producida en el marco de la Primera Guerra Mundial. Después de la revolución de Octubre, los bolcheviques asesinaron a la familia real en Ekaterimburgo en 1918.

Este fue el último zar de Rusia, destronado por la Revolución de Febrero. Abdicó en su hermano Miguel, pero que éste renunció al día siguiente. Después de la Revolución de octubre, un grupo bolchevique ejecutó al grueso de la familia real en Ekaterimburgo en los Urales en 1918, salvándose sólo algunos miembros de menor importancia que huyeron al extranjero.

Después del asesinato de Miguel IV en Perm y de Nicolás II de Rusia y su hijo Alexéi Nikoláyevich Románov en Ekaterimburgo se inicia un gran conflicto familiar por establecer a quien corresponden los derechos de sucesión al trono de Rusia. El primo de Nicolás II, el Gran Duque Cirilo Vladimirovich (1876-1938) se convirtió en el varón agnado de la dinastía y pretendiente al trono. En 1924, en el exilio, se proclamó Zar de todas las Rusias. Su único hijo varón, el Príncipe Vladimir Kirilovich de Rusia, murió en Miami en 1991. La hija de éste, María Vladimirovna, retomó sus derechos. Los demás descendientes varones de la dinastía están congregados en una Asociación de la Familia Romanov, cuyo jefe es el Príncipe Nicolás Romanovich, nacido en 1922 y residente en Suiza.

Monarcas de la Casa Romanov

Fuentes