Cefalea no asociada a lesiones estructurales

CEFALEAS NO ASOCIADAS A LESIONES ESTRUCTURALES
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Región más común:Dolor de cabeza

Cefalea no asociada a lesiones estructurales. La cefalea se refiere al dolor localizado en la bóveda craneana y la región facial. Es un síntoma muy frecuente en la práctica médica y generalmente es de origen tensional, desencadenado por la fatiga o el estrés de la vida diaria; sin embargo, puede ser consecuencia de enfermedades graves como una lesión ocupante de espacio intracraneana, meningitis o hemorragia subaracnoidea. Por tanto, el médico general debe estar alerta y manejar una correcta metodología para interpretarla y dar una acertada ubicación dentro de un determinado síndrome. El 90 % de las cefaleas son combinadas: vascular y tensional.

Cefalea punzante ‘en puñalada’

Es frecuente en personas que adolecen de migraña; ocurre en el sitio de la cefalea migrañosa, dura segundos y cede con la administración de antiinflamatorios no esteroideos.

Cefalea compresiva

Ocurre por objetos que comprimen la cabeza (bandas, sombreros, cascos y máscaras para natación).

Fibromialgia

Se caracteriza por puntos dolorosos cerca de la inserción occipital de los músculos cervicales, produce un dolor constante no pulsátil y se relaciona con el estrés y trastornos del sueño.

Trombosis de los senos venosos

Se debe a procesos infecciosos intracraneanos, focos vecinos (oídos, senos paranasales y mastoides) deshidratación, estados de hipercoagulabilidad y síndrome antifosfolípido. Se presenta con una cefalea localizada o difusa, aumento de la presión intracraneana, focalidad neurológica y convulsiones. El diagnóstico se confirma con la TAC, angio-RNM o, angiografía cerebral convencional en fase venosa. › Cefalea post-punción lumbar. Se observa hasta en un 40 % de los pacientes que han tenido una punción lumbar (no peridural), que perfora la duramadre y permite la salida de LCR. Aparece en los cinco primeros días, puede ser localizada (frontoccipital) o generalizada, opresiva, pulsátil, aumenta con la bipedestación y disminuye con el decúbito dorsal, aumenta con los movimientos bruscos o el esfuerzo y puede estar acompañada de náuseas, vómitos, fotofobia, y tinnitus; calma con cafeína, AINES e hidratación abundante.

Diagnostico

El diagnóstico etiológico de las cefaleas se logra en la mayoría de los casos con la elaboración de una excelente historia clínica. Los procedimientos paraclínicos más empleados para descartar causas orgánicas son los siguientes:

  • Radiografía del cráneo. Hoy día reemplazada por la TAC y RNM cerebral, permite identificar líneas de fractura, lesiones metastásicas (osteolíticas u osteoblásticas) y ensanchamiento de la silla turca. La hipertensión endocraneana avanzada puede mostrar erosión y descalcificación de la silla turca con aumento de las impresiones digitales en los huesos del cráneo. Los tumores de la hipófisis ensanchan la silla turca y producen calcificaciones en su interior. Las calcificaciones difusas del cráneo se observan en neurocisticercosis, toxoplasmosis, citomegalovirus y aneurismas calcificados.
  • Electroencefalograma. Puede estar alterado en las cefaleas postraumáticas, la hipertensión endocraneana y en infecciones del SNC. En las cefaleas vasculares puede ser anormal cuando se asocia a disrritmia cerebral o epilepsia.
  • Punción lumbar. Es útil cuando se sospecha una meningitis, hemorragia subaracnoidea y absceso cerebral.
  • TAC y RNM. Se indican si los procedimientos anteriores no orientan al diagnóstico.
  • Angiografía con medio de contraste. Es útil en caso de aneurismas y malformaciones vasculares; particularmente puede detectar más de un aneurisma y esencial para precisar el procedimiento neuroquirúrgico.

Fuentes

https://www.cpicmha.sld.cu › DiagnosticoTratamiento