Clubes y Sociedades de Instrucción y Recreo en Sagua de Tánamo

Clubes y Sociedades de Instrucción y Recreo en Sagua de Tánamo
Información sobre la plantilla
Fecha:Época Republicana
Lugar:Sagua de Tánamo
Descripción:
Durante la época republicana por necesidad de instituciones culturales y medios de recreación surgen varios clubes y sociedades de instrucción y recreo que sirven como sede a los habitantes de la localidad con mayor desenvolvimiento económico
País(es) involucrado(s)
Bandera de Cuba Cuba
Clubes y Sociedades de Instrucción y Recreo en Sagua de Tánamo. Surgidas en la Época Republicana por necesidad de instituciones culturales y medios de recreación que sirvieron como sede a los habitantes de la localidad con mayor desenvolvimiento económico.

Surgimiento

Cuando surge la seudo república en Cuba se hacen más tangibles las diferencias entre las clases sociales existentes en la nación. Debido al notable desarrollo de la Industria Azucarera, las capas élites de la burguesía cubana vieron colmadas sus más caras ambiciones y comienzan a agruparse en diferentes clubes y asociaciones de acuerdo a su posición social, con un marcado carácter clasista, dirigida a la recreación y promoción de la cultura entre sus miembros.

Según testimonios orales recogidos por personas entrevistadas conocedoras del tema, existió como primer antecedente a finales del siglo XIX el Casino Español, institución privada de la alta sociedad de la Colonia que constituyó lugar de reunión y recreación para los españoles que habitaban en la localidad, así como a miembros de la alta sociedad tales como militares, funcionarios y familiares de los mismos, cuyo objetivo primordial era practicar diferentes juegos propios de la época.

El Casino Español estuvo ubicado en la calle Real, hoy Los Maceos, en la antigua casona de Ramón Herrera Cintra, entre las calles Moncada y Pérez Andrés.

Sus inicios

A inicios del Siglo XX surgió el demonizado Club Alba; más que una sociedad fue un círculo político del llamado Partido Moderado. Puede decirse que en su corto periodo de existencia se caracterizó por ser una casa de juego amparada con el nombre de Club. Posteriormente el Dr. Ghiraldo Jiménez Rivery, destacado médico y escritor, junto al periodista Mariano Oliver Lerma, quien fuera el director de El Tanameño, publicación local de la época, concibieron la idea de formar una sociedad sin distinción de razas con el nombre de Club Cosmopolita, pero esta iniciativa nunca llegó a concretarse. Es en el año 1918 que aparece la idea de fundar una nueva sociedad a la que llamaron Liceo, el que estuvo conformado por personas de la raza blanca. Resulta entonces ésta la primera Sociedad de Instrucción y Recreo en crearse. La misma se inauguró en la llamada antigua Casa Valle y posteriormente fue trasladada para la Casa de Alto, cuyo dueño era en aquel momento, el primer peninsular Victoriano Arce Rosé, en la calle Carlos Manuel de Céspedes, local donde a partir de 1980 comienza a radicar la Casa de Cultura José Tey. Se dice que su primera sesión de constitución fue el 20 de mayo de 1918. Este se regía por un reglamento, y celebraba cada cierto tiempo sesiones ordinarias, extraordinarias, reuniones de mes y del año.

Ejecutivo

Como primer presidente fue elegido Jesús Barrinaga, el tesorero fue Ángel Mont, y como secretario Rafael Macías González. Algunas de las personalidades que ocuparon importantes cargos en su dirección fueron Jesús Argüelles, Mariano Oliver Lerma, Arturo Calzada, Roberto Garcell, Fernando Toll entre otros. El Liceo de Sagua de Tánamo fue una institución que promovía la cultura y recreación de sus asociados a través de bailes y celebraciones de festividades alegóricas a efemérides tales como el natalicio de José Martí, el 20 de mayo, Fin de año etc. El primero de enero de 1919 fue fundado otro establecimiento de este tipo al que denominaron Club Oriente, el que estaba integrado por hombres y mujeres de la raza negra. En los inicios sus organizadores alquilaron una casa situada en la calle Carlos Manuel de Céspedes, entre Moncada y Pérez Andrés, donde su primer presidente fue el Dr. José Álvarez Velásquez y su vicepresidente fue el Dr. Giraldo Jiménez Rivery, con una fructífera labor social.

Otros locales tiempo después acogieron al Club Oriente; hacia el año 1930 dicha institución fue trasladada a la Casa Comercial “La Principal” en la calle los Maceos, entre Ferie y Grave de Peralta. En 1935 radicó en una casa que existió donde a partir de la década de 1960 comienza a funcionar el Cine Sagua. En 1938 , en la calle Los Maceos al lado del desaparecido Hotel Albuerne; en 1942 cierra éste por falta de fondos y su receso se prolonga hasta el año 1945 en que reabre sus puertas en una casa ubicada en la calle Moncada, entre Mejías y Calixto García. Vuelve a cerrarse por falta de fondo y finalmente en 1954 fue construida la última edificación, la que funcionó hasta 1961 en los locales que ocupa hoy el Centro Cultural Río Cristal de ARTEX.

El Club Oriente realizó, pese a sus altas y bajas, un permanente trabajo como difusor de la cultura. En sus salones se presentó la Orquesta Chopin Chovin; se conmemoraba el 7 de diciembre como Día de Luto Nacional en ocasión de la muerte de Antonio Maceo y a la vez por ser el día de los Mártires. Fueron visitados además por destacadas personalidades de la vida política, cultural, social y artística de la nación. Se ofrecían conferencias sobre temas diversos y en ocasión de fechas patrióticas significativas por lo que constituyó otra institución a través de la cual se congregaron más de una generación de sagüeros negros y mulatos mediante la promoción y celebración de diversas actividades instructivas y patrióticas.

En el año 1929 se inauguró la Sociedad de Instrucción y Recreo llamada Colonia Española que agrupaba a los ciudadanos españoles residentes en la ciudad. A su primera festividad asistieron como invitados de honor una representación de personas pertenecientes a la sociedad La colonia de la ciudad Santiago de Cuba. Esta institución estuvo situada en la planta baja de la misma edificación llamada Casa de Alto, donde ya radicaba en su parte superior el Liceo.

En la primera directiva de la Colonia española resultaron electos como presidente Fernando Gutiérrez Gómez, como tesorero Manuel Villanueva y como secretario Jesús Barrinaga. En sus salones se construyó un escenario para la celebración de actos, actividades recreativas y culturales de los asociados. Contaba también con una oficina para la secretaría, que era la sede de reuniones de la directiva, la biblioteca y una cantina para el servicio de bebidas y comestibles de los asociados. Ya hacia el año 1940 las sociedades Liceo y Colonia Española se habían integrado en una sola, lo que constituyó un gesto de solidaridad entre ambas; se piensa que este haya sido el único caso en Cuba, y funcionó hasta el año 1962.

Datos adicionales

Como dato adicional podemos agregar que una habitación de esta edificación fue alquilada hacia el año 1938 para establecer la Agencia de Radios Andrea, por el también español José Casals. Allí se instaló un altoparlante con fines propagandísticos y culturales. En este improvisado estudio se situó un micrófono y se realizaban transmisiones en un creativo programa, por el que desfilaron algunos aficionados del patio. Ellos fueron Benitín Alonso, Quiquín Rabilero, Santa Cisneros y Feliciano Cisneros. Todo parece decir que Radio Andrea constituyó el primer antecedente de una especie de Radio Base en la localidad de Sagua de Tánamo.

Ya unidas ambas sociedades Liceo Colonia Española, el escenario se trasladó hacia los altos, anteriormente ubicado en la planta baja del edificio. Allí se realizaban todas las actividades culturales a la vez que servía de podio a las orquestas y grupos musicales actuantes.

Estas sociedades tenían dos cantinas a disposición de sus socios, una en el área del salón de baile en la planta alta y la otra ubicada en la planta baja; allí se ofertaban dulces, refrescos, cigarros, tabacos y otros variados fiambres; contaba también con un sitio donde jugaban billar. En la planta baja existía un local preparado para secretaría y centro de reunión de los directivos. Contaba esa oficina con escritorio, asientos, armarios que servían de archivos de los libros de actas, libreros y otros documentos. El resto del local estaba ocupado por la sala de lectura y una mesa central con periódicos y revistas de actualidad.

Tanto la planta alta como la baja de estas sociedades estaban dotadas de un confortable mobiliario, con sillas, butacas, balances y consolas de grandes espejos. El mobiliario tenía además en su resplandor como característica elemental las iniciales L y C (de Liceo y Colonia Española) talladas sobre madera de caoba; ello servía también como sello de identificación. Los asientos que utilizaban los socios para sentarse, conversar, descansar y siguiendo el orden de una costumbre también eran trasladados para los amplios portales con que contaban para disfrutar de mayor luz y ventilación por el día durante sus lecturas o charlas. Por las noches les servía como lugar de observación de forma cómoda a las personas que visitaban el parque Martí, ubicado en el frente. Ciudadanos de ambos sexos que seguían la costumbre de la época, daban vueltas en el parque a la vez que se deleitaban con los acordes de la Banda Municipal de Conciertos los jueves y domingos de 8 a 10 de la noche, bajo la dirección del maestro Carlos Manuel Rivery (Nolín). Las sociedades Liceo Colonia Española además de las fiestas reglamentarias y por acuerdo, celebraban otras efemérides como el 10 de octubre, 24 de febrero, 31 de diciembre, día de Reyes y otras. También realizaban bailes de máscaras y certámenes de belleza. Por su parte el Club de Leones se fundó en Sagua de Tánamo en Julio de 1941. El mismo tenía como antecedente la fundación en Chicago, Estados Unidos del Lion Internacional Club.

El presidente del club era el que se encargaba de abrir y cerrar la sesión. El secretario levantaba las actas durante las comidas con la ayuda y la intervención de sus miembros. Se presentaba un informe sobre el estado de la relación entre los diferentes Clubes de Leones de Cuba, con la central de la Habana y la Internacional de los estados Unidos. Se ofrecían conferencias sobre temas de interés histórico social previamente acordado por la dirección del Club. Las iniciativas eran la presentación de aficionados invitados a miembros del club; participaban en el mismo lo más selecto de la clase adinerada. Este club trabajó hasta el año 1960. El Club de los Zorros tuvo una efímera estadía. Se dice que el mismo era muy popular pues no reparaba en la condición social del individuo ni en el color de la piel. De este Club no existen informaciones suficientes, teniendo solo como dato su primera directiva constituida por: Presidente: Porfirio Espinosa. Otros cargos: Enrique Macías Francia, Rolando Calzada y Maximino Serrano.

Fuente

  • Toll Macías, Lesvia Esther. Clubes y Sociedades de Instrucción y Recreo existentes en la etapa neocolonial.