Colecciones Biológicas

Colecciones Biológicas
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Concepto:Conjunto de organismos, o partes de éstos, organizados con el fin de proporcionar informaciones sobre la procedencia, colecta e identificación de cada uno de sus especímenes.

Colecciones Biológicas: conjunto de organismos, o partes de éstos, organizados con el fin de proporcionar informaciones sobre la procedencia, colecta e identificación de cada uno de sus especímenes. Se refiere a la custodia de disímiles objetos de origen natural separados de su medio y a diferentes tipos de colecciones vivas, ya sean Jardines Botánicos, Zoológicos, Acuarios y Ceparios y hasta reservas bióticas de diferentes categorías. Por tanto, las colecciones biológicas son de muchos tipos, con múltiples funciones y usos, directamente relacionados con la institución a la que representan y a la comunidad que va dirigida. Constituyen la fuente básica de las investigaciones biosistemáticas. Los fondos en ellas depositados conforman la piedra angular de los estudios taxonómicos, biogeográficos, evolutivos, autoecológicos y de biodiversidad, además de ser consulta obligada en inventarios, evaluaciones de áreas y diseño de estrategias para la protección y manejo de ecosistemas naturales.

Formación y clasificación

Las colecciones se forman y enriquecen fundamentalmente a través de la realización de expediciones de colecta. También es posible la adquisición de ejemplares por donaciones hechas por particulares o instituciones, el intercambio o la compra. El colector debe velar por que el método de colecta empleado no inflija daño alguno al medio natural o lesione más individuos de los que se deban, no debe violar las vedas establecidas o contribuir a agravar la situación de especies amenazadas. Entre los tipos de colecciones biológicas o de historia natural se consideran las de paleontología, antropología, geología, botánica y zoología; así como colecciones de interés para la conservación de otros valores naturales de un país o región.

Funciones

Las funciones de las colecciones biológicas son diversas, se destacan las siguientes: Documentan el patrimonio de la diversidad de un país o región por generaciones, a través de sus especímenes y datos asociados, y en este sentido asumen funciones de museos. Son fuentes que aportan información científica popular para investigaciones en diferentes ramas de la naturaleza, y otras vinculadas a la misma (conservación, medicina, agricultura, toxicología, alimentación, economía, etnobiología, etnología, arqueología marina, piscicultura, bioquímica, ecología, biogeografía, evolución, ontogenia, taxonomía). Funcionan como unidad docente para diferentes niveles de la enseñanza e incluso para especialistas en formación interesados en botánica, zoología, Diversidad Biológica y otros temas relacionados con el medio ambiente y el desarrollo sostenible. Son testimonios de la historia conservacionista de la cultura social de los pueblos. Permiten una transmisión de conocimientos a través de generaciones. Los ejemplares de la colección sirven también para dar validez a la investigación biológica, asegurando que el resultado se pueda repetir o comparar con futuras investigaciones. Son consulta obligada para los inventarios y evaluaciones de áreas que se hacen no sólo con propósitos científicos, sino también económicos y sociales.

Automatización

Las bases de datos están estrechamente vinculadas con los avances tecnológicos de la computación en el mundo moderno; pero también con la necesidad de ordenar la información sistemática para ponerla al servicio de la sociedad y la ciencia para actuales y futuras generaciones, no sólo de científicos sino también de tomadores de decisiones de distintas categorías a diferentes niveles sociales y estatales. La automatización de las colecciones a través de un programa único facilita la comunicación y apoyo entre las mismas, agiliza la extracción e intercambio de la información contenida en ellas, contribuye a su conservación, ya que disminuye la manipulación directa de los ejemplares y les evita daños físicos, permite aliviar al curador o asistente en ciertas operaciones de rutina, tales como la impresión de etiquetas, lista de especímenes para determinados intereses (préstamos, intercambios, etc.), búsqueda de registros con la información contenida en las colecciones, la obtención rápida de lista de plantas y animales con determinadas características, apoyado grandemente en la realización de inventarios, monografías, catálogos con los principales datos ecológicos y sus localidades georeferenciadas.

Colecciones Biológicas en Cuba

Colecciones botánicas

Compuestas por especímenes herborizados (plantas desecadas en las debidas condiciones para que conserven la mejor forma la posición que sus órganos tenían en estado viviente) que se depositan en los herbarios. Además pueden tener colecciones anexas: carpoespermoteca (de frutos y/o semillas), xiloteca (muestras de madera), palinoteca (muestras de polen), fototeca (colección de fotos), archivos de informes y viajes de campo, etc. Las especificidades de cada una exigen su propia forma de organización, manejo y conservación. De acuerdo a su concepción y proyección, hay varios tipos de herbarios: nacional, provincial o local, etc. Hay además colecciones especiales que reúnen ejemplares de grupos botánicos específicos como: de especies medicinales, maderables, helechos, pastos y forrajes, ..., también hay colecciones docentes y de exhibición. El monto de especímenes que va atesorando un herbario solo resulta manejable, productivo y puede conservarse mejor, en la medida que se aplique un sistema adecuado de organización; por grupos en orden filogenéticos, (evolutivo), por orden alfabético u otros. Además se divide en secciones (histórica y de tipos, investigación y referencia o consulta) para facilitar aún más el trabajo de todos los encargados de su incremento, desarrollo y conservación. Los herbarios con sus colecciones anexas y otras especializadas, están bien manifestados en el territorio cubano, atesorando alrededor de los 100 000 ejemplares que abarcan una representación de la mayoría de las provincias e instituciones posibles, así como muestras de la mayor riqueza y diversidad de la totalidad de los ecosistemas y de la biota cubana. En Cuba funcionan 12 herbarios, reconocidos por el Index Herbariorum y adiciones posteriores, 5 herbarios en formación y 6 colecciones especializadas, distribuidos por todo el país; existen 6 en la región occidental, 4 en la región central y 2 en el oriente del país. Actualmente se trabaja en la consolidación de la Red Nacional de Herbarios Cubanos.

Colecciones zoológicas

En el país se localizan más de un centenar de instituciones poseedoras de colecciones zoológicas. De estas sólo diez están reconocidas internacionalmente por el volumen, representatividad y estado de conservación de los fondos en ellas depositados. La colección del Instituto de Ecología y Sistemática, la más grande y mejor representada de Cuba, alberga más de 1 millón de ejemplares y cerca de 2 300 tipos. Entre las especies en ella depositadas se encuentran algunas extintas, como el guacamayo, o seriamente amenazadas, como las polymitas.

Colecciones marinas

Las principales colecciones se encuentran en el Instituto de Oceanología del CITMA con una recopilación de corales formada por 5 294 ejemplares de las 44 especies, que habitan en los arrecifes cubanos. La colección de peces contiene 2 848 lotes donde están representados peces y tiburones cubanos y caribeños. El Centro de Investigaciones Marinas de la Universidad de La Habana (U.H) también es depositario de otros muestrarios marinos, algunos de ellos utilizados en la docencia y otros guardados específicamente como históricas, por ejemplo los peces de la Expedición del Atlantis. En el Museo Felipe Poey de la U. H. se conserva el conjunto de peces de este eminente sabio cubano y la colección de moluscos marinos del Dr. Carlos de la Torre. En el Centro de Investigaciones Costeras de Cayo Coco, en la cayería norte de Cuba se encuentran en formación las colectas marinas que validan los estudios de biodiversidad que se realizan en esta zona. Las colecciones contienen ejemplares de especies que ya han desaparecido, por lo que los fondos de estas no pueden ser reemplazados y su valor es incalculable, por tal razón, el estancamiento, deterioro o pérdida trae consigo privar a las generaciones de conocer su pasado biológico, evaluar el presente y proyectar el futuro. En consecuencia, como parte del patrimonio nacional entrañan la obligación jurídica y el compromiso moral de ser conservadas para la posteridad por parte de las instituciones que las forman y custodian.

Fuentes

Alcolado M, Pedro y Colaboradores. Tabloide Biodiversidad. Editorial Academia.

http://www.ecosis.cu

http://dspace.geotech.cu/jspui/handle/123456789/243