Combate de Loma de La Galleta
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Combate de Loma de La Galleta. El 6 de julio de 1871, fuerzas de la División Cuba del Ejército Libertador, bajo el mando del entonces teniente coronel Antonio Maceo, fueron atacadas en este lugar por un batallón del Regimiento Cazadores de San Quintín, dirigido por el coronel Téllez. Esta acción se conoce también como Combate de La Galleta.
Localización
El lugar que era conocido como Loma de La Galleta se encontraba a unos 28 km al noroeste de la ciudad de Guantánamo, en el actual municipio de El Salvador. Es una zona de relieve montañoso, en esa época cubierta de bosques y matorrales.
Contexto
En esos momentos Máximo Gómez ocupaba la jefatura de la División Cuba, que abarcaba las jurisdicciones de Baracoa, Guantánamo, Santiago de Cuba y El Cobre. Ese año respondió a los anuncios de pacificación del gobierno colonial con numerosas acciones combativas. El 4 de enero de 1871 atacó a Guisa. En julio preparó la invasión y campaña de la zona de Guantánamo, el día 6 de ese mes libró el combate de Loma de la Galleta, y el 12 el de La Estacada. Esa campaña se extendió hasta mayo de 1872. Antonio Maceo era uno de sus oficiales que más se destacaba.
Desarrollo
En el ataque español a las tropas cubanas el enemigo logró la sorpresa, pero desconocía el número y tipo de fuerzas que los cubanos tenían en aquel campamento, en el cual se estaban concentrando las fuerzas de la División para la futura invasión a Guantánamo.
Las características del terreno que ocupaban los patriotas los ponían a salvo de un ataque por la retaguardia, pues esta ocupaba un abrupto farallón, que permitía concentrar la defensa por el frente y ambos flancos. La acción se prolongó cinco horas, durante las cuales el enemigo lanzó un asalto tras otro tratando inútilmente de quebrantar la sólida resistencia cubana. Antonio Maceo consideró llegado el momento de decidir la acción y, aprovechando que algunas honduras del terreno le permitían emplear la caballería, ordenó una carga que dirigió personalmente.
Durante esta ocurrió un hecho heroico, demostrativo del afecto que los cubanos sentían por Maceo, quien en un momento determinado estuvo a punto de resultar muerto por un español que le apuntó con su fusil a menos de 10 pasos, pero su ayudante, Manuel Amábile, lo cubrió con su cuerpo y cayó fulminado por cuatro disparos.
Esta carga fue la culminación del combate: el jefe español, herido, decidió la retirada hacia su campamento de Santa Rosa, dejando en el campo los cuerpos sin vida de 38 hombres que, unidos a los más de 80 heridos, sumaron unas 120 bajas. Los cubanos se apoderaron de 35 fusiles, con sus cananas y municiones, zapatos, ropas y otros efectos. Esta acción tuvo gran resonancia porque las tropas de San Quintín estaban consideradas entre las mejores de España en Cuba.
Fuentes
- Arcadio Ríos. Hechos y personajes de la Historia de Cuba. Recopilación Bibliográfica. La Habana, 2015. 320 p.
- Diccionario enciclopédico de Historia Militar de Cuba. Tomo II. Acciones combativas. Centro de Estudios Militares de las FAR, 2006.
- Colectivo de autores. Mayor general Máximo Gómez. Sus campañas militares, La Habana, 1986. Tomo I. Págs.49-50.
- Raúl Aparicio. Hombradía de Antonio Maceo, La Habana, 1974. Págs. 81-82.
- Abelardo Padrón Valdés. Guillermón Moncada. Vida y hazañas de un general, La Habana, 1980. Pág. 30-31.
- José Luciano Franco. Antonio Maceo. Apuntes para una historia de su vida, 3 t., La Habana, 1973. Tomo I. Pág. 59.
