Cultura Bantú

Cultura bantú
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Concepto:La cultura en África

Cultura Bantú. bantúes, oriundos de África central, fueron la primera civilización de africanos que viajaron hasta el continente latinoamericano. Los pueblos bantúes representan más de 400 grupos étnicos de pueblos de África, Camerún, el Congo, Angola y Sudáfrica.

Bantú

El término bantú refiere al complejo lingüístico originario de los valles centrales de Nigeria y su frontera con Camerún, y que tras una expansión en el holoceno tardío de unos dos milenios, se convirtió en la mayor familia lingüística de África. Por extensión se denomina bantú a cualquier individuo o pueblo que tiene por idioma principal alguna de las variantes de lenguas bantúes. En todos los casos la condición de bantú refiere a una categoría lingüística y no étnica, pues los patrones culturales de los hablantes de bantú son extremadamente diversos. Uno de cada tres africanos habla una o más lenguas bantúes según estudios y estimaciones que cifran en al menos 310 millones la cantidad de bantúes en el continente. Dejando fuera a los hablantes de bantú en la diáspora, la familia de lenguas bantúes se consolidó en África central, oriental y meridional .En su conjunto el África bantú abarca no menos de veintitrés países: Angola, Botsuana, Burundi, Camerún, República Centroafricana, Congo-Brazzaville, Congo-Kinshasa, Guinea Ecuatorial, Gabón, Kenia, Lesoto, Malaui, Mozambique, Namibia, Ruanda, Somalia, Sudáfrica, Sudán del Sur, Suazilandia, Tanzania, Uganda, Zambia y Zimbabue. Es aceptado entre lingüistas en general que los idiomas bantúes formaban dos grandes bloques: el occidental, principalmente localizado en las regiones de la selva ecuatorial, y el oriental, cuyas migraciones fueron posteriores, que se extendía desde Uganda al Cabo. Entre los más característicos figuran, de norte a sur, los fang, bakuba, baluba, lingala, bakongo, hutus, baganda, kikuyus, tongas, bechuanas, hereros, swazi, sotho, zulúes y xhosa, entre otros. La gran extensión en África del complejo lingüístico-cultural bantú y su gran cantidad de hablantes se debe a un controvertido proceso históricamente conocido como expansión bantú, originado en el área centro-occidental africana y dirigido hacia el este y el sur del continente. Este proceso se habría desencadenado hacia el 500 d. C., extendiéndose durante más de mil años. Hasta hace poco tiempo se creía que los pueblos que hablaban lenguas bantúes se habían impuesto fácilmente a otros pueblos tecnológicamente menos organizados ya que estaban equipados con armas de hierro y practicaban una agricultura intensiva. Pero la arqueología está demostrando que este modelo difusionista es incorrecto, ya que la metalurgia del hierro era conocida previamente en muchas de las áreas por donde se expandieron las lenguas bantúes.

Lenguas bantúes

Son una familia de lenguas africanas no afroasiáticas, constituida por gran número y variedad de subgrupos, a la que pertenecen las lenguas del África central y meridional, a excepción de las lenguas joisanas, habladas por pueblos como los hotentotes y los bosquimanos. Las lenguas bantúes, globalmente consideradas proceden de un tronco común o protobantú. Tienen algunas características comunes, como el que sus palabras terminen siempre en vocal. Entre los grupos lingüísticos bantúes con mayor entidad destacan el zulú, el sotho, el suajili, el shona el sotho-tswana o el lingala. El bantú es la familia lingüística predominante en África central, oriental y meridional. El resto del filo Níger-Congo, también conocido como Atlántico-Congo, prevalece en el África occidental subsahariana, pero tiene un área de distribución que representa entre un tercio a la mitad del área bantú. Debido a la masividad de su rama bantú, Níger-Congo es, es el filo lingüístico más grande de África, es decir, un grupo de idiomas relacionados que se considera más grande que una familia.

¿Cuáles son los rituales de los africanos?

La antropología moderna define como religiones tradicionales africanas a un conjunto de creencias étnicas muy diversas (generalmente animistas) que se han desarrollado de manera autóctona en África, en contraposición a las religiones cristiana e islámica, que se expandieron posteriormente y que actualmente son seguidas por mayoría del continente. Por ello también se las conoce como religiones nativas africanas. Aunque relegadas socialmente, siguen teniendo una presencia cultural en la vida de muchos africanos sincretizándose con las religiones abrahámicas. Otro elemento común de las religiones africanas es la tradición oral, en vez de escrita. Como la mayoría de las religiones animistas del mundo, carecen de libro sagrado, templos o estructura sacerdotal organizada. Pero sí que constan de muchas prácticas, ceremonias y rituales diferentes, que conforman la esencia de estas religiones. La doctrina animista de África incluye el culto a los ancestros, la curación por la fe y la medicina tradicional, la adivinación, el uso de la magia reservado a un chamán o hechicero del clan, la creencia en los espíritus o energías, y el politeísmo (aunque en la mayoría hay un dios creador, superior al resto). Además en algunas es común el sacrificio animal.

Un alabado inicial

En la tradición yoruba, en un canto para el oricha Echú o Elegbá, los participantes del ritual de la religión candomblé de Bahía (Brasil) y su alabanza con la danza, esperan que el solista vocalice primero el himno para después repetir las palabras que desde tiempos ancestrales son entonadas y que fueron enseñadas por los mayores: A pàdéolóònòn e mo juba Òjísè Àwa sé awo, àwa sé awo, àwa sé awo MojúbàÒjisè1 (OLIVEIRA, 2004, p. 20). En el canto ancestral la idea de permiso, de autorización para atravesar un camino, es lo primero que se tiene en cuenta.En la travesía, hay que pedir aprobación a Elegbá, el señor del camino. En el mismo sentido de respeto a los orichas, por medio del aparato tecnológico que escribimos este ensayo, decimos: “mo juba Òjísè”, nuestros respetos al mensajero. Igualmente, evocamos un coro para que el “olóònòn” — lonan, el camino — sea libre y próspero, sin tropiezos; que Echú indique la encrucijada que debemos afrontar. Y como aprendemos con nuestros antepasados, queremos cantar para comprender la vida, a fuente del conocimiento, el sendero que fue descubierto por los primeros ancestros y el saber que se nos fue transmitido por nuestros antecesores. Así, a aquel que cuenta o transmite lo que sabe, primero le es imprescindible el consentimiento de los mayores. El saber no es de quien canta o cuenta la historia, es del grupo. El callejón, las palabras de Echú — el mensajero — dinamizan la comunicación entre la colectividad y los ancestros. Para ser un intelectual en las tradiciones africanas, es necesario escuchar las voces de los primeros, de los progenitores. Así, este texto se inserta en la encrucijada de las tradiciones para escuchar los griots, a los intelectuales afrolatinoamericanos, con el objetivo de comprender sus pensamientos que son contrarios a la mentalidad colonizada. Son las lenguasbantúes, fundamentalmente el kikóongo lengua base de nuestra herencia bantú , las que con más claridad denotan su presenciaen nuestra realidad sociocultural, de manera particular a travésde la religión, conocida esta como Palo Monte, Regla Conga, Re-gla de Palo Monte o sencillamente Regla de Palo.

Lenguas bantúes

Las lenguas bantúes son un conjunto de lenguas habladas en África que constituyen una subfamilia de lenguas Níger-Congo. Las lenguas bantúes son habladas en el sur de Camerún, Gabón, República del Congo, República Democrática del Congo, Uganda, Kenia, Tanzania, Angola, Zambia, Malaui, Mozambique, Zimbabue, Namibia, Botsuana y Sudáfrica. La palabra bantú fue usada en primer lugar por Wilhelm H. I. Bleek (1827-75) con el significado de "personas" (*ba-ntu es una forma de plural, el singular sería *mu-ntu) como se refleja en muchos de los idiomas de este grupo (véase la tabla 1). A él se debe también la primera clasificación del grupo de lenguas siguiendo criterios científicos llevada a cabo entre 1862 y 1869. Él y más tarde Carl Meinhof hicieron estudios comparativos de las gramáticas de las lenguas bantúes.

Lenguas de la familia

La lengua bantú con mayor número de hablantes es el suajili (G 40). Los idiomas bantúes comprenden un abanico que abarca desde lenguas puramente tonales hasta las que prescinden totalmente del tono con funciones gramaticales y o semánticas. Otros idiomas bantúes importantes son el lingala, el luganda, el kikongo (o kongo) y el chewa en África central y oriental y el shona, el ndebele (a menudo considerado una lengua aunque en realidad es un dialecto del zulú), el setsuana, el sesotho, el xhosa, el sepedi y el suazi en el sur de África. Algunas de las lenguas son conocidas sin el prefijo de clase (chewa por chichewa, swahili en vez de kiswahili, zulú por isizulu, xhosa en lugar de isixhosa, etc.) mientras otras varían (setswana o tswana, sindebele o ndebele, etc.). Sin embargo, la forma radical sin el marcador normalmente no se da en estas lenguas: en Botsuana, por ejemplo, los habitantes son batswana, una persona es un motswana y la lengua es setswana.

Expansión bantú

La expansión bantú es el proceso histórico-cultural de difusión de las lenguas bantúes ocurrido en África central y meridional a partir del siglo V a. C. Hasta hace poco se daba por hecho que tal expansión estaba relacionada con la generalización de la agricultura intensiva y la metalurgia del hierro en áreas del continente africano que previamente habrían estado pobladas por pueblos cazadores-recolectores o ganaderos. La expansión bantú es uno de los procesos más relevantes de la prehistoria africana y también uno de los más controvertidos. Según algunos autores implicó una reconfiguración etnográfica y lingüística completa del África subsahariana. Para ellos, la expansión bantú se produjo más aceleradamente entre el II milenio a. C. y el I milenio a. C., pero tuvo sus orígenes a finales del IV milenio a. C. con la aparición de una serie de innovaciones tecnológicas surgidas en el África subsahariana occidental.[cita requerida] La supuesta ventaja obtenida por los bantúes debido a estas innovaciones técnicas les llevaron a desplazar a los pobladores originales de extensas zonas de África. En su última fase, la expansión bantú comportó la consolidación de estados centralizados que practicaban el comercio a gran escala. Entre las culturas arqueológicas y las históricamente testimoniadas de estos momentos destacan los estados de los Grandes Lagos de África, como Buganda o Bunyoro, que perduraron hasta la conquista europea en siglo XIX; las ciudades estado suajilis de África oriental cuyo poderío comercial sólo fue destruido por los portugueses en el siglo XVI; los reinos bantúes de África central y meridional, como el reino de Monomotapa que floreció entre los siglos XI y XV; y el reino zulú en el siglo XIX. Según Greenberg y Ehret, estudiosos del tema, el fenómeno bantú se habría desarrollado entre el siglo V a. C. y el XII d. C., en varias oleadas y desde la actual Nigeria, hacia el este y el sur de África. Pero esta expansión lingüística no se ha de relacionar con la dispersión de un grupo étnico por toda esta área austral, ya que los bantúes sólo comparten una realidad lingüística común, siendo múltiples en sus tipologías físicas y sociales. Asimismo, tampoco tuvieron nada que ver con la difusión de la metalurgia del hierro, ya que ésta se conocía previamente en áreas como los Grandes Lagos (desde el 1300 a. C.).

Bantúes y otros pueblos

La antropología física (J. Hiernaux, 1968) y la genética (L. Cavalli-Sforza, 1996) han demostrado que los pueblos bantúes son bastante homogéneos. Esta homogeneidad se debe a lo reciente de la migración y al poco tiempo que ha existido para que se produzca una diversificación genética y lingüística. Estos pueblos bantúes se fueron imponiendo a grupos de otros orígenes genéticos principalmente pueblos khoisán, sudánicos y pigmeos, que tiene lenguas y genes marcadamente diferentes de los bantúes. Los khoisán y los pigmeos en su gran mayoría quedaron relegados a los peores territorios, donde han sobrevivido básicamente como cazadores-recolectores y han mantenido tímidos contactos con los agricultores bantúes.

Fuentes