Diosa Tara

Diosa Tara
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País o región de origenIndia
Venerado enIndia

Tara Diosa, En el Hinduísmo, la diosa Tara, que significa “estrella”, es una de las diez Mahavidyas, es decir una de las diez Grandes Diosas de la Sabiduría, las manifestaciones de Mahadevi, Kali o Parvati.

Historia

La leyenda de la diosa Tara comienza con la agitación del océano entre los Devas (dioses) y los Asuras (deidades a veces demoniacas). El dios Shiva bebió el veneno que fue creado a partir de esta agitación del océano (en este proceso su garganta se volvió azul), y de este modo salvó al mundo de la destrucción, pero cayó inconsciente bajo su poderoso efecto. Entonces apareció Tara y le tomó a Shiva en su regazo. Gracias a la leche de los pechos de Tara se pudo contrarrestar el veneno y Shiva se recuperó.

Esta historia es una reminiscencia de la historia en donde Shiva detiene la furia de Kali convirtiéndose en un bebé. Al ver al niño, el instinto maternal de Kali pasa a primer plano, se calma y cuida del bebé.

Las similitudes en la apariencia entre Kali y Tara son sorprendentes. Ambas son descritas de pie sobre el cuerpo inerte de Shiva. Sin embargo, mientras Kali es de color negro, Tara suele ser azul. Las dos diosas visten poca ropa, sin embargo Tara viste una falda de piel de tigre. Ambas llevan un collar de cabezas humanas cortadas. Ambas tienen la lengua colgando, y sale sangre de su boca.

Como Kali, en el contexto hindú Tara también disfruta con la sangre. La sangre de los devotos es tomada de partes específicas del cuerpo, como la frente, las manos, el pecho, la cabeza o la zona entre las cejas. Algunas de estas áreas pueden corresponder a los diferentes chakras, centros espirituales dentro del cuerpo.

Visualmente Tara puede distinguirse de Kali a través de sus implementos. Con cuatro brazos, ella lleva una espada de sacrificio, una cabeza cortada o una taza de cráneo, un loto y unas tijeras. Kali nunca sostiene un loto ni unas tijeras.

Diosa Tara trae a tu vida

  • Compasión
  • Deseos realizados
  • Asistencia

La dedidad más importante para los budistas tibetanos es la compasiva Madre Diosa, Tara, agraciada con el poder de sanar todas las penas y garantizar todos los deseos. Su imagen suele presentar diversas formas y dinstintos colores, y cada uno de ellos simboliza un aspecto de su divinidad.

Tara es venerada por proteger a los hombres y mujeres de aquellos miedos que les impiden vivir en armonía, y las historias relacionadas con la diosa revelan la clase de temores que agobiaban a los habitantes del Tibet de la antiguedad, como por ejemplo los inspirados por los elefantes y serpientes venenosas. Pero los miedos más peligrosos suelen estar insidiosamente enmascarados, y son los que causan más daño sobre todo a nuestra esperanza, nuestra confianza en nosotros mismos y a nuestra paz mental y evitan que alcancemosd nuestro potencial máximo como seres humanos.

Tara, cuyo nombre sagrado se traduce como "aquella que nos ayuda a cruzar" ayudará a sus devotos a "cruzar hasta el otro lado" y superar esos miedos para alcanzar la mayor sabiduría.

Recibiendo las bendiciones del Bodhisatva Tara

La entrada al camino de la meditación del Bodhisatva Tara se hace a través de la Iniciación. La transmisión de su sabiduría iluminada y bendiciones.

Cuando recibimos la transmisión de las bendiciones de Tara Verde, por ejemplo, primero ofrecemos un mandala al Guru, a quién deberíamos visualizar y realmente sentir como siendo realmente la diosa Tara, presente frente a nosotros. Uno visualiza al Guru en frente nuestro como Tara. Uno también visualiza que Tara está presente en el mandala en el altar frente a nosotros.

Desde el centro de los corazones de estas dos Taras, una luz brillante irradia hacia delante tocándonos a nosotros y a todos los seres sintientes. Esta luz radiante transforma nuestros cuerpos ordinarios de carne, huesos y sangre, y nos convertimos en una órbita o bola de luz, una masa de luz. Todos los fenómenos ordinarios se disuelven en el estado de la Vacuidad. Descansamos nuestras mentes de manera natural en ese estado, permaneciendo en ese estado que es la presencia de luz dentro de la Vacuidad, la claridad de la Vacuidad. Desde esta Vacuidad, todo es posible.

El lugar donde estás es el reino puro de Tara, el reino Turquesa conocido como “Armonía de hojas turquesa”. Ya no apareces en tu forma ordinaria sino que tu naturaleza es la de una bola de luz. Cualquier sonido que escuches es el eco del mantra de Tara. Cualquier pensamiento que pueda surgir o que se te pueda ocurrir es tu sabiduría, es Vacuidad. Todos los fenómenos, todo, es como el espacio. Ya nada de lo mundano u ordinario permanece como tal.

Seguido, aparece una flor de loto y sobre esa flor aparece la letra “AH” que se transforma en un disco de luna. Sobre ese disco lunar hay una sílaba “HUM” azul, de la cual emana una luz brillante que se esparce por todo el universo. Esta luz impacta en todo los seres vivos, purificándoles de sus oscurecimientos y de sus actos negativos. Estos rayos de luz radiante también hacen ofrecimientos a los seres iluminados y son reabsorbidos de nuevo por la sílaba “HUM”. Tras la transformación de esta sílaba, que representa la naturaleza de nuestra propia mente, aparecemos en la forma de Tara.

Ella es de color verde, con una cara y dos manos, y los pies doblados hacia adentro. Su mano derecha está abierta, extendida y girada hacia fuera sobre su rodilla derecha haciendo el gesto de la suprema generosidad. La mano izquierda está en el gesto de conceder refugio, con el dedo pulgar tocando el dedo anular y sosteniendo entre estos dedos el tallo de una flor utpala, una flor de loto azul, que se extiende por encima de su hombro izquierdo. Esta flor utpala que Tara sostiene entre sus dedos tiene tres flores: una de ellas es todavía un botón cerrado, otra está completamente abierta y la última está ligeramente seca ya.

Tara es de un color esmeralda hermoso, su naturaleza es de luz. Tara está adornada con ornamentos magníficos, corona, collar y demás, como también con prendas de seda. Su postura está llena de gracia, su pierna derecha está ligeramente extendida y su pierna izquierda ligeramente doblada hacia ella.

En su frente se encuentra la sílaba “OM” blanca, representando el cuerpo de todos los Budas; en su garganta está la sílaba “AH” roja, el habla de todos los Budas; en su corazón se encuentra la sílaba azul “HUM”, que es la mente de todos los Budas. De hecho, tu cuerpo, habla y mente han sido siempre los sagrados cuerpo, habla y mente de los Budas.

Hasta ahora, éstos los has percibido como siendo impuros. Para poder trascender esto, visualiza tus tres lugares con las sílabas OM, AH y HUM. Sobre la sílaba HUM, uno debería visualizar la sílaba TAM, la sílaba semilla de Tara.

Además, el Guru también aparece con esta misma forma de Tara Verde, así como la Tara del altar. Dentro de nuestro propio corazón apareciendo nosotros como Tara, y en los corazones del Guru que aparece como Tara y de la Tara del altar, aparece una pequeña forma de Tara. Dentro del corazón de esta pequeña Tara se encuentra a su vez una diminuta sílaba TAM, la sílaba semilla de Tara.

Luz brillante irradia desde los corazones del Guru y de la Tara del altar. Esta luz llena por completo el universo, esparciéndose en las diez direcciones hacia los campos puros de los Budas y llega a todos los seres iluminados, invocando de esta manera infinitas bendiciones de los Budas y Bodhisatvas, convocando su sabiduría y compasión.

Especialmente, esta luz va hacia el reino “armonía de hojas turquesa” en el paraíso Potala de la dirección sur, donde reside el aspecto de sabiduría de Tara. Ahora todos los seres iluminados adoptan la forma de Tara. Hay, por tanto, en el espacio sobre nosotros y a nuestro alrededor millones y billones de Taras Verdes de apariencia exquisita que caen sobre nosotros y se absorben en nuestros cuerpos. Las más grandes de estas Taras pueden ser enormes como montañas, y las más pequeñas, no más pequeñas que el tamaño de una semilla de sésamo.

Como una tormenta gigantesca formándose desde las diez direcciones, todas estas Taras caen y nos llenan como una fuerte lluvia, absorbiéndose dentro de nosotros. En una iniciación, esto es conocido como el descenso de las bendiciones y es extremadamente importante. Ahora, uno visualiza claramente las sílabas de los tres vajras: OM, AH, HUM, en la frente, la garganta y el corazón, respectivamente. También visualizamos el aspecto de samadhi meditativo en nuestro corazón en forma de una figura de Tara diminuta. Todo esto de visualiza claramente dentro de nosotros que estamos en la apariencia de Tara, dentro del maestro que aparece como Tara y de la Tara del altar.

Seguidamente, desde el corazón del Guru irradian rayos de luz que invitan a todas las deidades de iniciación a que aparezcan en el cielo frente al Guru, y el Guru salpica néctar de su vaso de iniciación. Simultáneamente, las deidades conceden la iniciación vertiendo el néctar de los vasos que sostienen en sus manos. Este néctar entra a través de nuestras coronillas, llenando por completo nuestros cuerpos y rebozando en nuestra coronilla, donde se transforma en el Buda Amoghasiddhi.

De esta manera deberías sentir que has recibido las bendiciones de la forma iluminada, del cuerpo sagrado de Tara, y como resultado de ello, se eliminan los efectos de acciones negativas cometidas previamente. Nuestra propia forma física se vuelve indivisible de la forma de Tara, y te es concedido el permiso para meditar en ti mismo apareciendo bajo la forma de Tara. De ahora en adelante, nunca deberías verte a ti mismo en una forma impura, en vez de eso, deberías considerarte o verte siempre bajo la forma de Tara.

Para la bendición de la forma iluminada de Tara, uno se imagina que en el corazón del Guru y en el de la Tara del altar hay una sílaba TAM rodeada del mantra de Tara. Rayos de luz irradian desde la TAM en el corazón del maestro y de la Tara del altar. Ahora recitamos el mantra OM TARE TUTTARE TURE SO HA. Mientras recitamos, como si fueran burbujas elevándose en agua, desde la boca del Guru en la forma de Tara y desde la boca de la Tara del altar, las letras del mantra salen y se absorben en la sílaba TAM de nuestro corazón.

Se absorben en el aspecto de samadhi, es decir, en la Tara de tamaño minúsculo que está en el centro de nuestros corazones. Estas letras ahora se acomodan alrededor de la TAM que está sobre el disco de luna en el centro del corazón de la Tara diminuta de nuestros corazones. Esta sílaba semilla TAM en el corazón de la Tara está rodeada por las diez sílabas de su mantra.

Seguidamente, uno imaginaría que todas las bendiciones del habla iluminada de todos los Budas toman la forma de las letras del mantra de Tara, y todas éstas son vertidas sobre nosotros. Estas letras entran a través de nuestras bocas, y son recibidas por el aspecto de sabiduría, la Tara que aparece en nuestros corazones. Una vez más, repetimos el mantra.

Aquí, uno siente que todos los impedimentos vocales, los obstáculos en relación a nuestra habla son purificados. Todos los efectos de acciones de la palabra no virtuosas cometidas previamente también son purificados. Uno recibe el permiso para recitar el mantra de Tara.

A continuación viene la bendición de la mente. Para ello, nos concentramos en la Tara del altar, la Tara del mandala. Ahora generamos una devoción más fuerte aún por la Madre Tara, y le suplicamos que nos conceda sus bendiciones. Desde su corazón emanan incontables flores como el loto azul utpala que ella sostiene en su mano izquierda. Todas éstas se absorben en nosotros a través de nuestra coronilla.

Finalmente, uno imaginaría que una luz brilla y transforma todo el universo inanimado en un palacio celestial, y todos los seres sintientes son transformados en Tara. Descansa tu mente brevemente en ese estado, donde todo es como un sueño.

De esta manera, uno recibe las bendiciones y la consagración del cuerpo, la palabra y la mente iluminados de Tara, y también recibimos las bendiciones del vaso de la iniciación. Ofrecemos entonces un mandala en agradecimiento por la bendición.

Beneficios especiales concedidos por Tara y las Diosas Madre

Se conoce que la práctica de Tara tiene gran diversidad de poderes de bendición extraordinarios, y es particularmente efectiva en una amplia variedad de situaciones. Por ejemplo, se dice que al final de un eón o ciclo de tiempo, cuando las dificultades y calamidades pueden incrementarse, el mantra y los rituales de puja de Tara son realmente esenciales. Cualquier persona puede recitar las plegarias de Tara y le trae mucho beneficio.

Como relatamos anteriormente, en una era previa, al principio de nuestro eón, el Buda Mahavairochana era el Guru, el guía espiritual, de Tara. El Buda Vairochana bendijo a Tara y le profetizó que al final del eón, en aquellas tierras y mundos donde pujas, oraciones, y rituales de Tara se recitaran, como resultado de esas plegarias, las muchas enfermedades, problemas, y disturbios causados por espíritus malignos y por seres humanos serían pacificados y resueltos. Siento que la práctica de Tara es la más importante y esencial de la todas las prácticas de esos tiempos.

Otras diosas también de mucha ayuda en este sentido son Marichi u Ozer Jemma, y la conocida diosa de la curación espiritual, Parna Shawari. Sus oraciones y mantras traen el mismo poder y beneficio que los de Tara. Son básicamente la misma diosa, Prajnaparamita, en diferentes manifestaciones.

De Tara se dice que no solo las enfermedades e interferencias causadas por espíritus malignos, sino también querellas, guerras, conflictos y discusiones pueden ser pacificados y resueltos por el poder de su práctica. Todos los obstáculos de ese tipo y dificultades relacionadas, pueden eliminarse a través de la bendición de las oraciones y los mantras de estas diosas. Ozer Jemma y Parna Shawari, al igual que Yudon Drolma, son formas particularmente efectivas de las diosas para practicar con la finalidad de protegerse y curarse de todo tipo de enfermedades. Son especialmente importantes para proteger de los ladrones y criminales, y para curar del sufrimiento causado por las disputas y los conflictos.

Se dice que estos rituales de pujas y recitaciones de mantras son particularmente importantes cuando llega el final de una era o ciclo de tiempo. Para estos tiempos, la práctica de Guru Rinpoche está ampliamente recomendada, pero Tara, Ozer Jemma, y Parna Shawari también son extremadamente importantes.

En tiempos de amenaza de guerras, epidemias, disputas y demás, es muy importante que los mantras de estas diosas sean puestos en banderas de oración y colgados en el aire, lo más que sea posible. Junto con las oraciones de Guru Rinpoche, estas prácticas son las más efectivas en estos tiempos y situaciones de las que estamos hablando.

El que ofrece alabanzas a Tara es verdaderamente inteligente. Ya sea temprano por la mañana o tarde por la noche, si uno ofrece las alabanzas a las veintiuna Taras, ofreciendo dos, tres y luego siete repeticiones de la oración, sumando el total de doce recitaciones de la alabanza a las veintiuna Taras todos los deseos pueden realizarse. Esto es así en el ritual de Cuatro Mandalas de la Sagrada Tara “la Lámpara que ilumina”. En esta puja, uno repite la alabanza dos, después tres y finalmente siete veces.

Cuando se dice que todos los deseos serán realizados, significa que si necesitas un hijo, lo tendrás. Si tienes necesidades financieras, éstas se solucionarán. Cualesquiera sean tus deseos, todos ellos pueden realizarse a través de la alabanza a Tara. En realidad, uno no necesita más que esta práctica, cumple todo los deseos.

Lo único que necesitas es intentarlo, probarlo, para despejar los obstáculos. Todos tus obstáculos y dificultades, cuantos quiera que sean, pueden todos ser despejados y aliviados mediante el ofrecimiento de la alabanza a Tara. Rezando a Tara, todos los obstáculos potenciales pierden su poder para causarte daño; se pacifican naturalmente. Nada puede tocarte o hacerte daño de ninguna manera; te vuelves impenetrable, inexpugnable.

No hay duda de que Tara es muy veloz al despejar obstáculos. Es un método especial rápido y cercano para las practicantes femeninas. Tara y el Buda femenino Vajrayogini son de la misma esencia; Vajrayogini también es un método rápido para alcanzar realizaciones. Todas las actividades de los Budas son abarcadas por Tara, contenidas en ella, completas en ella. Ahora, tras recibir la iniciación, te ha sido otorgado el poder para meditar en ti mismo en la forma de Tara Verde. Tu palabra puede ser transformada en el mantra, tus pensamientos en sabiduría. Ya no eres un ser ordinario; tu cuerpo, palabra y mente han sido completamente elevados al estado exaltado de la misma Tara, transformados en la forma, el mantra y la sabiduría de Tara.

Y sino, por lo menos puedes recitar “Tara, Tara, Tara ¡K” o puedes decir “Tare, Tare, Tare, ¡K”, solamente repitiendo su nombre. Cuando llamas a alguien por su nombre, ¿verdad que te presta atención? Llamando a Tara por su nombre, ella te escuchará ciertamente y te responderá.

Las Diosas de la Sabiduría: Tara

La Diosa Tara existe tanto en el Budismo como en el Hinduismo. Como diosa hindú, Tara es la Madre Creadora. Es conocida como la Estrella y por lo tanto su energía alimenta toda la vida creada. Es la madre de la Sabiduría, de la Compasión y de la Protección. Ella es a quien se llama para superar cualquier tipo de dificultad u obstáculo, sea en la vida material como en la espiritual.

En el Budismo, Tara es el aspecto femenino del Buda. En un inicio, ya que su origen es hindú, es asimilada como "la Madre de la Sabiduría Perfecta", posteriormente se la conoce como la compasión que se adquiere a través de la sabiduría perfeccionada.

Tara refleja tanto una actitud interna con respecto a las virtudes y una actitud externa como acción en el mundo. Ella es la vía a través de la cual se llega a la compasión y al vacío. A través de sus ojos cualquier persona puede llegar a la sabiduría, no se necesita un mediador entre Ella y nosotros. La diosa Tara encarna la colección de distintos aspectos de una cualidad y se resumen en 21. Las más conocidas son:

  • Tara Verde: el Buda de la actividad iluminada.
  • Tara Blanca: conocida por su compasión, vida larga, salud y sanación y serenidad. También se la conoce como Cintachakra.
  • Tara Roja: es el aspecto feroz asociada con el magnetismo de todas las cosas buenas.
  • Tara Negra: asociada con el poder
  • Tara Amarilla: fortuna y prosperidad
  • Tara Azul: transmuta la ira
  • Tara, al ser la Diosa de la Compasión, asociada a la diosa china Kuan Yin, quien escucha la llamada de sus hijos sufrientes que buscan despejar las ocho oscuridades (según el Budismo): los leones (orgullo), los elefantes salvajes (ignorancia), los fuegos (ira/odio), serpiente (celos/envidia), los malos espíritus o demonios (dudas ilusorias), los ladrones o bandidos (puntos de vista erróneos incluidos los fanatismos), las amarras (avaricia y miseria), inundaciones (deseo y apego).

Fuentes