Eclesiología

Eclesiología
Información sobre la plantilla
Eclesiologia.jpg
Concepto:La eclesiología es la parte de la teología cristiana que dedica su estudio al papel que desempeña la Iglesia como una comunidad o entidad orgánica

La Eclesiología es el tratado sobre la iglesia que aparece tardíamente en la historia del pensamiento cristiano. Tuvo sus primeras manifestaciones al fin de la edad media y su coronamiento en el concilio Vaticano. En este desenvolvimiento eclesiológico, distinguimos tres fases orgánicamente ligadas entre sí.

La constitución del tratado sobre la Iglesia

Puesto que la Iglesia era para los padres la salvación eterna misma y, bajo el aspecto visible, la comunión de las diversas Iglesias locales, ellos no insistieron mucho en su estructura de cuerpo universal. Pero no la desconocían, pues el segundo concilio de Nicea (del año 687) afirmó que un sínodo ecuménico no puede reunirse sin consentimiento del papa, y testimonios orientales atestiguan la imposibilidad de legislar en materia eclesiástica sin la conformidad del papa.

Mas, por una parte, la reforma gregoriana, que estuvo ligada a la crisis de las relaciones entre la Iglesia y el Estado, y confirmó la libertad de éste y, por otra parte, la ruptura con el oriente, pusieron de manifiesto el hecho de que Dios ha dotado a la Iglesia universal con una suprema autoridad ecuménica. La Iglesia universal depende inmediatamente no sólo de la caridad, sino también de la autoridad y potestad de la Iglesia de Roma. Vive y se construye partiendo de la sede del sucesor de Pedro, y tiene por regla primera ser «unius sententiae cum Apostolico» (Juan viii a sus legados Mansi 17, 469). La Iglesia de Roma representa en cierto modo la Iglesia entera: ella es Ecclesia urciversalis, Ecclesia mater, fons, origo, cardo, fundamentum, basis; y el papa es el Vicarius Christi. Es una doctrina dogmática el hecho de la constitución de la Iglesia como sociedad única bajo la monarquía del poder papal del sucesor de Pedro, fundada sobre la soliditas del princeps apostolorum. Así lo atestiguan los primeros tratados titulados: De ecclesia Catholica Romana, De primatu Romance Ecclesiae.

Gracias al derecho canónico, elaborado para servir al poder pontificio y promover la liberación de la Iglesia de la influencia secular, así como su independencia incluso con relación al poder imperial, se desarrolló por lo menos en germen la idea de la Iglesia. Como societas perfecta. Al concebirse la unidad de la Iglesia a semejanza de una ciudad o de un reino, las categorías jurídicas y sociológicas se introducen en el pensamiento eclesiológico.

Culto en la iglesia primitiva

Tras las primeras predicaciones apostólicas vemos como el evangelio irrumpe transformando la concepción de vida y religión de muchos judíos y posteriormente también gentiles, para comenzar la formación de una nueva comunidad o pueblo, consecuentemente todo grupo de personas que quiere establecerse como tal debe ir organizándose en cierta manera para subsistir. Se habilitan lugares de encuentro a los que acudir periódicamente en intervalos de tiempo conocidos, donde poco a poco se van estableciendo normas que rijan estas reuniones, que delimiten el principio y el final de éstas, que diferencien lo importante de lo trivial, que marquen las actividades relevantes que progresivamente irán enraizando toda una estructura de contenido ritual, con símbolos, fórmulas, gestos y expresiones del lenguaje propias e identificativas del grupo, que potenciarían la identidad como "cuerpo de Cristo" "asamblea de los santos" "pueblo de Dios".

Días de la celebración del culto

Los judíos que se convertían al cristianismo siguieron guardando el sábado como día de descanso, aunque también celebraban el primer día de la semana (el domingo), en conmemoración a la resurrección del Señor. Poco a poco éste último fue tomando fuerza en detrimento del sábado (7º día) que pronto dejó de celebrarse. En Hchos 20:7 se nos dice que los cristianos se reunían el primer día de la semana, también Justino confirma este hecho, también puede deducirse del consejo de Pablo en 1Cor.16:2, aunque algunos dirán que el hecho de guardar el dinero para la ofrenda no quiere decir que se reunieran ese día sino que cada uno podía apartar su donativo u ofrenda en su casa, para llevarlo posteriormente. Los miembros judíos de las iglesias guardaban algunas fiestas más aparte de ésta, auque al igual que en la anterior lentamente también dejaron de celebrarlas, a excepción de la Pascua y el día de Pentecostés, que a su vez los cristianos gentiles observaban, debido a que conmemoraban dos grandes acontecimientos en la Historia del Cristianismo: la resurrección del Señor y el descenso del Espíritu Santo.

La renovación teológica

Después de las grandes crisis del siglo XVIII y de la revolución francesa, al lado de una corriente de restauración, orientada hacia la autoridad, que desemboca en el concilio Vaticano, se desarrolla en el siglo xix una corriente de renovación de la e. por el retorno a las fuentes patrísticas y medievales. Esa corriente comenzó con la escuela de Tubinga (Drey, Mtihler, Hirscher, Kuhn), que, con la concepción de una teología del reino de Dios, revalorizó la idea del cuerpo de Cristo vivificado por el Espíritu. La Iglesia ya no aparece ahora primariamente como una sociedad visible y jerárquica, dotada de un magisterio, sino como una comunidad de vida orgánica con Cristo. A pesar de ciertos influjos románticos (idea de pueblo y organismo), que restaron valor a estos intentos, la Iglesia volvió a ser objeto de la teología en la totalidad de su realidad. Gracias a Passaglia, familiarizado con estas perspectivas, y a sus discípulos Franzelin y Schrader, la teología del cuerpo místico recuperó su vigencia. Introducida en el primer esquema De Ecclesia del Vaticano i, pareció romántica a la mayoría de los padres. Después de Franzelin, M: J. Scheeben desarrolló una teología inspirada en la idea de lo sacramental, que trataba de unir el aspecto de la autoridad con el del orgánico y de la vida. Como fruto de estos esfuerzos, la teología del cuerpo místico fue asumida en la incíclica de León x111, Satis cognitum, que entiende la Iglesia partiendo de la acción salvadora de Dios y de Cristo. Esta teología alcanzó su pleno desarrollo en la renovación que siguió a la primera guerra mundial. La Iglesia fue considerada esencialmente como la congregatio fidelium, como cuerpo místico penetrado por la vida divina que brota de la Trinidad.

Fuentes