Francisco Butiñá

Francisco Butiñá
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Misionero jesuita que fue profesor y fundador de las congregaciones religiosas Siervas e Hijas de San José
Nacimiento16 de abril de 1834
Girona-Bandera de España España
ResidenciaEspañola
NacionalidadEspañola
CiudadaníaEspañola
OcupaciónMisionero y profesor jesuita
PadresSalvador Butiñá y Teresa Hospital

Francisco Butiñá (Francesc Xavier Butinyà i Hospital). Misionero jesuita que fue profesor y fundador de las congregaciones religiosas Siervas e Hijas de San José y sus casas Talleres de Nazaret; cuyo fin principal constituyó la evangelización del mundo trabajador pobre.

Síntesis biográfica

Infancia y juventud

Nace en Banyoles (Girona-España) el día 16 de abril de 1834. Sus padres, Salvador Butiñá y Teresa Hospital, tenían un taller de hilado y tejido de cáñamo y lino. Junto a los miembros de la familia, operaban varios asalariados y, además, se daba trabajo a algunas campesinas de los alrededores. Desde temprana edad, el joven Butiñá conoce tanto el trabajo manual como el reto de mantener unos puestos de trabajo en la compleja y competitiva trama de la Revolución Industrial catalana.

Estudió en Bañolas y en el Seminario de Girona al mismo tiempo que ayuda en el taller familiar. Comenzó su vida de jesuita en Loyola, el 24 de octubre de 1854. En aquel contexto, no era una decisión fácil, ya que, puesta en el punto de mira de los gobiernos liberales, la Compañía fue expulsada en varias ocasiones. Pero Butiñá será hombre capaz de asumir riesgos y vivir apasionadamente sus opciones. En una de las cartas que escribe a sus padres, les dice: "pedid a Dios para que me conceda el verdadero espíritu de la Compañía, para que sea fiel" (desde Salamanca, 25 de septiembre de 1857).

Hizo su profesión el 30 de octubre de 1856 en Palma de Mallorca, fue ordenado sacerdote el 31 de julio de 1866 en León y el 15 de agosto de 1871 realizó su profesión solemne en Cortos (Salamanca).

Butiñá es un hombre dotado para la docencia y la investigación. Demuestra una gran capacidad para profundizar y compartir todo tipo de saberes; pero, al mismo tiempo, es un hombre sensible a lo que ocurre a su alrededor, que se compadece ante los pobres hasta "perder el apetito y el sueño" sin pensar en otra cosa más que "en el consuelo de los pobrecillos". Esta sensibilidad va decantando el rumbo de su vocación.

Poco a poco Francisco Butiñá va entrando en relación con el fenómeno de la industrialización y se deja conmover por un mundo obrero que nace y crece empobrecido, deshumanizado y cada vez más alejado de Dios. En Salamanca, Gerona, Manresa y Tarragona, desarrollará una intensa actividad en medio de las clases más populares que le merecerá el reconocimiento de "misionero infatigable" o "padre de los pobres". Esta labor nace de una profunda experiencia interior, como fruto de las meditaciones de ejercicios y también por su experiencia familiar. Butiñá ve en Nazaret el paradigma de la felicidad humana, pues Jesús, el Dios encarnado, fue obrero y hombre de oficio. El trabajo no es una maldición, sino vida de la humanidad, colaboración con la obra divina, un medio de realización y santificación. Esta es una Buena Noticia y dedicará toda su vida a transmitirla por todos los medios.

Fundación de las congregaciones religiosas de las Siervas y las Hijas de San José

Durante sus estadas en Salamanca Francisco Butiñá se implicó conjuntamente con sus compañeros de la comunidad a programar actividades y a potenciar grupos en la iglesia. De esta forma conoce a Bonifacia Rodríguez Castro, una joven artesana con la cual funda en el año 1874 la Congregación Religiosa de las Siervas de San José con el objetivo de la evangelización del mundo obrero pobre; lo que constituyó una aportación tremendamente profética y atrevida para su época.

El segundo Taller encontró su cuna en Calella de la Costa, en febrero de 1875, con unas humildes mujeres trabajadoras, María Gri y María Comas. Más tarde se unió al grupo Isabel Maranges. Todas ellas se ganaban el pan con el oficio de artesanas, colaborando en la construcción de un mundo diferente, utopía encarnada en medio de las grandes cuestiones de su tiempo y de los conflictos proletarios.

El encuentro en Salamanca con Bonifacia Rodríguez y, después, con las primeras josefinas catalanas, le ofrece una posibilidad nueva de expresar esta Buena Noticia. Las casas de las josefinas serán soñadas como Talleres de Nazaret, donde el trabajo se convierte en un medio de humanización, vehículo de fraternidad, servicio a la sociedad y lugar donde encontrar a Dios. Serán muchas las dificultades e incomprensiones a las que tenga que enfrentarse, pero Butiñá no dejó nunca de cuidar estos pequeños Talleres, en los que se estrenaba una forma nueva de vida religiosa, nacida para contemplar, vivir y transmitir la vida de Jesús en Nazaret y promover humildemente, en medio de nuestro mundo, una industria "diferente": la industria cristiana.

Hasta su muerte, Francisco J. Butiñá trabajó para explicar y dar a conocer la realidad de estas Congregaciones Religiosas, conocidas popularmente por monjas butiñanas quienes son desde sus inicios “religiosas obreras”. Mujeres pobres y sin instrucción, pero protagonistas de su propia liberación y semilla de una nueva manera de trabajar y de vivir. Butiñá fallece en Tarragona el 18 de diciembre de 1899 y sus restos mortales descansan en la Cripta de la Casa Madre de la Congregación de las Hijas de San José en Girona.

Obras

Entre las principales obras pastorales, literarias y científicas de Butiñá se encuentra:

  • Butinyà i Hospital, Francesc X. (1860). Un tractat de mecánica. Observacions meteorològiques. Butlletí mensual Observatori de l’Havana.
  • Butinyà i Hospital, Francesc X. (1871). La Venjança del Martre: Peça de Sant Martirià. *Butinyà i Hospital, Francesc X. (1871). Les Migdiades del mes de Maig.
  • Butinyà i Hospital, Francesc X. (1878). La Devota Artesana.
  • Butinyà i Hospital, Francesc X. (1879). Un granet de mostassa.
  • Butinyà i Hospital, Francesc X. (1881). Constitucions de les Serventes de Sant Josep. *Butinyà i Hospital, Francesc X. (1882). Joia del cristià.
  • Butinyà i Hospital, Francesc X. (1895). Algunes flors del jardí obrer.

Algunas de estas obras incluyen cánticos construidos sobre modelos populares, que deja una breve pero estimable aportación poética, unida a su producción en prosa y teatro.

Proceso canonización

Imagen de Francisco Butiñá

Los Consejos Generales de las Hijas de San José y de las Siervas de San José en febrero de 1984 se unieron para promover en conjunto la canonización del fundador de ambas congregaciones, Francisco J. Butiñá.

Las dos superioras generales se entrevistaron con el superior general de la Compañía de Jesús, Peter Hans Kolvenbach en 1990 a fin de comunicarles la decisión, recibiendo su apoyo y ánimo.

En enero del año 2004, ambas Congregaciones Religiosas, las Siervas de San José y las Hijas de San José, comenzaron los trámites para introducir conjuntamente la causa de canonización a la diócesis de Gerona; y el 15 de noviembre de 2006, se obtuvo el visto bueno de la Congregación para las Causas de los Santos (Roma) para iniciar así el proceso de canonización, el cual tuvo lugar el 12 de febrero de 2007 en la iglesia parroquial de Santa María de Turers de Bañolas.

Fuentes