Francisco Pereira (Chanchito). Poeta cubano que nació el 29 de junio de 1947 en La Habana.
Síntesis biográfica
Nacimiento
Nace el 29 de junio de 1947, en el pueblo de Los Palos, municipio Nueva Paz, antigua Provincia La Habana, hoy Mayabeque.
Obra
El talento artístico de este poeta improvisador lo situó en el peldaño más alto entre los cultivadores de la décima cantada en Cuba, convirtiéndose de hecho, en una de sus figuras de más arraigo popular. Su obra abarca desde el ámbito internacional hasta los múltiples lugares de Cuba. Sin embargo, la obra de chanchito admite más de una antología. La recia personalidad de este improvisador unido al depurado estilo de su forma de hacer, su imagen siempre dando la impresión de que el escenario le quedaba estrecho, pronto se convirtió en el espejo donde varias generaciones asomaron sus caras tratando de buscarse en la inmensidad de sus caminos.
Magnánimo y afectivo, Pereira fue siempre maestro y escuela. Gladiador incansable, sin dar ni pedir tregua sobre el escenario, fue el espectáculo preferido del público, cosas estas que lo convirtieron en un hombre querido, respetado, admirado y amado por todo nuestro pueblo. Son muy recordadas sus controversias como Francisco Riverón, Omar Mirabal, Juan Antonio Díaz, Rafael García, entre otros. Pero las que resultaron siempre antológicas, fueron las realizadas con otro grande del repentismo cubano Ernesto Ramírez, con quien formó ocasionalmente, una de las parejas más solicitadas y aplaudidas por los amantes del buen punto cubano.
Muerte
El 14 de enero de 1999, no exentos de incredulidad, escuchamos la terrible noticia: Chanchito había fallecido víctima de un infarto cardíaco, que lo sorprendió en su casa del barrio del Mamey, perteneciente al municipio San Nicolás de Bari en la antigua provincia de La Habana actual Mayabeque.
Testimonios sobre Chanchito
Testimonio de Orestes Pérez
«Hacía con la improvisación lo que le venía en gana. Chanchito no es solo el improvisador que tanto admiro, sino el amigo, el maestro, el hombre que nos enseñó a todos a respetarnos. No habrá sido el más aplaudido, pero sí el más conocido, lo que demuestra su gran arraigo popular. Siempre me decía: "
Orestes Pérez tú y yo somos más que compadres somos hermanos". Pereira nos deja todo eso que puede ser un hombre cuando ha llenado su espacio con principios, honradez y talento. Su capacidad creadora era única, hacía con la improvisación lo que le venía en gana. Recuerdo que en el pueblo de
San Antonio de Cabezas (Unión de Reyes), en un homenaje a uno de sus repentistas improvisó una décima que dejó a todos asombrados por la facilidad de manejar las ideas y las consonantes, en aquella ocasión dijo:
"
Julián Barreto, Julián Barreto, Julián Barreto Yo no sé con qué concreto Un monumento te harán [...]"»
Testimonio de Jesús Orta Ruiz (Indio Naborí)
«Comenzó refiriéndose a Chanchito diciendo que tenía una posición cimera dentro de los improvisadores cubanos. La primera vez que lo vi fue en el pueblo de
Los Palos y Eloína mi esposa me dijo: "
mira Naborí como se perece a Noelito". Le compramos algunos juguetes y le hablamos mucho. Nació así un gran cariño por aquel niñito que tanto nos recordaba a nuestro primogénito desaparecido. Después cuando lo volví a ver ya habían pasado unos cuantos años y él estaba compitiendo en un concurso que había en Jaruco para improvisadores. El jurado lo integrábamos
Félix Pita,
Manuel Navarro Luna y yo. Cuando Chanchito cantó, Félix me dijo: "
eso no es improvisado Naborí". Entonces le dijo, dame acá un pie forzado, él me dio Una flor para
Camilo. Cuando Chanchito cantó su décima, Félix me dio un golpe por el brazo diciéndome, "
tú tenías razón". El auditorio quedó muy impactado y el jurado más que satisfecho.»
Testimonio de Donael Pineda Jiménez
«Me acuerdo que un día que yo estaba en mi casa muy quitado de bulla se me apareció Chanchito y me dice: "
Donael Pineda vine a buscarte, vámonos para Pinar del Río que allá hay una competencia de pie forzado". Entonces le dije, Chanchito yo no tengo dinero para ese viaje. Si me quedó mirando con cara de burla y abrió la boca en una tremenda carcajada y me respondió: "
¿Para qué queremos dinero?, con los 13 pesos que tengo en el bolsillo nos da para el pasaje, lo otro es el premio de los 1000 pesos que dan en la competencia, que tú sabes que ese es de nosotros y yo voy a buscarlo". Todavía indeciso le respondí: "
Oye allí van a estar, Omar, Jesucito, Juan Antonio [...]" No me dejó terminar y con tono un poco brusco me dijo "
Arranca que nos vamos ya". Cuando llegamos, estaban todos los grandes de la élite y me le ponen a Pereira un pie forzado que me cayó como una piedra en la cabeza: Y se quedaron de pie. Me dije, a pie nos vamos a tener que ir nosotros. Pero Chancho agarró el micrófono, con aquella tremenda confianza en sí mismo y metió una décima que dejó a todo el mundo con la boca abierta, no se me olvidan aquellos diez cañonazos. He podido recordar En esta cooperativa A la era primitiva Y al indio más ejemplar Al llegar a este lugar Deslumbrado me quedé Estos mogotes no sé Si son en su contenido Camellos que se han dormido Y se quedaron de pie. "
Cuando se bajó del escenario le di un puñetazo por el hombro que por poco lo tumbo del alegrón tan grande, sabía que el premio era de él".»
Fuente
- Cabrera Calvo, Arturo. "Pereira: Un hombre entre diez versos". Editorial Unicornio, 2006.
