Gran Perezozo

Gran Perezozo
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Clasificación Científica
Reino:Animalia
Orden:Xenartros
Familia:Myrmecophagidae
Género:Megalocnus

Gran Perezozo. Especie fósil que vivió en el territorio cubano en épocas remotas. Era un mamífero desdentado, parecido a los que existen en América del Norte y se diferenciaba por la forma de la cabeza y los dientes anteriores, unidos como los incisivos de los roedores. El destacado naturalistas Felipe Poey en 1861, informó a la Academia de Ciencias de la Habana tal descubrimiento, en los baños termales de Ciego Montero, cerca de Cienfuegos.

Historia

En excavaciones realizadas apareció una mandíbula fósil, parecida a la de un roedor de grandes proporciones. En 1911 el doctor Carlos de la Torres y Huerta desenterró los huesos necesarios para restaurar dos esqueletos, uno se conservaba en el Museo de Nueva York y el otro en el Museo de Historia Natural de Cuidad de la Habana. Este descubrimiento demostró la hipótesis de que Cuba estuvo unida al continente americano, posiblemente en el período pleistoceno. Debió llegar al archipiélago cubano a través de esa unión de tierras ahora sumergidas.

Por su clima tropical y su extensión geográfica, el país posee la fauna más rica y variada de las Antilla, pero es pobre en mamíferos, esto es debe a que al separarse de la tierra firme y quedar aislada del continente en pretéritas épocas geológicas, se interrumpió el paso de las especies terrestres superiores. La labor dirigida por De la Torre y Huerta permitió conocer que este animal tenía un hocico corto y orejas pequeñas, sus extremidades eran largas, sobre todo las anteriores, sus patas estaban armadas de fuertes y afiladas garras con las que podía trepar fácilmente a los árboles y se trasladaba con movimientos lentos por sus ramas. Su pelaje era espeso y oscuro, pardo o grisáceo y poseía una cola larga y poblada. Como casi todos los mamíferos su reproducción era vivípara.

Alimentación

Se considera que su régimen alimentario era herbívoro, consumía follajes, retoños y raíces tiernas, le bastaba el rocío depositado en las hojas para sacar su sed.

Curiosidad

En los perezosos los sentidos son muy imperfectos, no experimentan amor, odio, miedo, ni valor, todo le es indiferente, excepto su alimentación.

Fuente

  • Martínez A. Selección de lecturas de Estudios Métricos de la Información. Cuidad de La Habana: Editorial Pueblo y Educación; 2004.