Grito de Ipiranga

Grito de Ipiranga
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Grito do Ipiranga.jpg
Fecha:7 de septiembre de 1822
Lugar:Bandera de Brasil Brasil
Descripción:
Declaración de independencia de Brasil
Resultado:
Independencia del Brasil
País(es) involucrado(s)
Brasil y Portugal
Líderes:
Pedro I de Brasil y IV de Portugal

Grito de Ipiranga. Declaración de independencia de Brasil realizada por el entonces príncipe portugués Pedro I de Brasil y IV de Portugal el 7 de septiembre de 1822.

Antecedentes históricos

Desde la llegada a Punta Gruesa (Bahía) de Vicente Yáñez Pinzón el 26 de enero de 1500 y la casi inmediata de Pedro Alvarez Cabral el 22 de abril de ese mismo año a Monte Pascoal (Bahía) el desarrollo brasilero se diferenció claramente en su desarrollo colonial de la futura América de habla castellana. Con una aparición tardía del oro, la corona de la familia Braganza, gobernante en la metrópoli, no vio en su colonia un centro de saqueo de metales sino de producción agrícola.

La colonización portuguesa iniciada con la fundación de Salvador (Bahía), en 1549 se inició, entonces, un claro proceso diferenciado. Un proceso enfocado en la economía de plantación basada en el azúcar y que hoy, a 460 años, se reproduce con el alcohol. Cabe consignar que el primer alcalde de Salvador fue Diogo Moniz Barreto, antepasado directo de la familia argentina Muñiz Barreto y del importante historiador brasilero contemporáneo Luiz Alberto de Vianna Moniz Bandeira, barón de Säo Marcos.

Es casi desconocido que medio siglo después, hacia el 1600, producto de la fuga de esclavos negros de las plantaciones se constituyó, en el actual territorio de Alagoas, el primer estado independiente de América, la "República de los Palmares", que sobrevivió hasta la muerte de su máximo líder, Zumbí dos Palmares, el 20 de noviembre de 1695 tras haber batido en muchas batallas tanto a tropas portuguesas como rechazado invasiones de los Países Bajos. Hoy el 20 de noviembre es el "Día de la Conciencia Negra". El palo brasil, el azúcar, el cacao, el café y la minería de oro y piedras preciosas fueron los sucesivos pasos del desarrollo de la economía brasilera, la que a la hora de la separación, más precisamente que independencia, ya representaba dos tercios del total de la producción colonial y había sido, como lo señalara recientemente el senador trabalhista Cristovam Buarque, un factor importante para la financiación de la Revolución Industrial británica en el Siglo XVIII.

En 1703 Portugal e Inglaterra firmaron el Tratado de Methuen. Una superproducción de vino en Portugal hizo que los ingleses adquiriesen excedentes a cambio de la apertura comercial de sus colonias por parte de los lusitanos. Es que, en 1695, mientras en el norte se derrumbaba la República de los Palmares, en Minas Gerais los bandeirantes descubrieron oro. Se inició así el ciclo con el cual los garimpeiros (buscadores) aportaron toneladas de ese metal precioso que terminaba en Gran Bretaña.

Allá por 1789 un militar que oficiaba de sacamuelas en el ejército, de ahí su apodo de Tiradentes, inició un movimiento independentista que fue abortado por la corona antes de que estallase. José Joaquim da Silva Xavier, tal el verdadero nombre de este proto odontólogo, fue ejecutado en 1792 y hoy es reconocido como el gran patriota del Brasil independiente. También él había sido un emergente del ciclo del oro que dio un gran empuje al Brasil en la segunda mitad del Siglo XVIII.

Y mientras Tiradentes soñaba con la independencia brasilera, en ese mismo año, se produjo la Toma de la Bastilla y el inicio formal de la Revolución Francesa. Unos 18 años después Napoleón Bonaparte, ya coronado emperador como Napoleón I, amenazó invadir Portugal con una invasión de no romper sus acuerdos con los británicos. Estos, a su vez, "recomendaron" a la reina María I que se trasladase a Río de Janeiro, capital del Brasil, si no quería verse despojado por ellos de sus colonias.

Así doña María se traslado acompañada por 15.000 portugueses, comenzado por toda su corte y se instaló a reinar desde el Brasil. Pasaron varios años y Napoleón fue derrotado, pero la monarca optó por seguir reinando desde Río de Janeiro. El nombre oficial del reino fue cambiado por el de Brasil y Portugal. El territorio suramericano de la corona ya no era una colonia sino parte constitutiva del país y de hecho era el eje de la nación luso hablante como que allí vivía el rey Joao VI tras la muerte de María I.

Este fue un tema clave para la separación. Pasaron los años y Napoleón había sido derrotado en los campos belgas de Waterloo en junio de 1815, pero don Joao seguía reinando desde Río de Janeiro y no soñaba con volver a su tierra de origen. Así comenzó la verdadera separación de Brasil y Portugal cuando en 1820 los poderosos de Lisboa y Oporto protagonizaron hechos que hicieron temer al monarca la pérdida de su territorio europeo y así regresó a Portugal en abril de 1820.

Pero Joao VI no aceptó reducir al Brasil al estatuto del coloniaje. Nombró a su hijo Pedro como regente y como jefe de gabinete a José Bonifacio Andrada e Silva. Así fue que éste en 1821 convocó, pacíficamente, a una asamblea constituyente que resolvió la cuestión eligiendo al regente como rey del nuevo Brasil separado como Pedro I, mientras Andrada e Silva mantuvo la conducción del gobierno y fue incorporando a cada vez más brasileros nativos.

En el ínterin la nobleza portuguesa había avanzado en reducir al Brasil otra vez a colonia y decidió enviar tropas. Fue entonces cuando Andrada e Silva, aconsejó al futuro don Pedro I, casado con la princesa austríaca Leopoldina, y se convocó a unas elecciones acotadas de la que surgió la Asamblea y el futuro gobierno constitucional. En ese marco fue que el ahora designado monarca, lanzó el famoso "Grito de Ipiranga", a orillas del río homónimo.

Historia

Dia do Fico

El 9 de enero de 1822, D Pedro I recibió una carta de las cortes de Lisboa, exigiendo su retorno para Portugal. Hacía tiempo que los portugueses insistían con esta idea, ya que pretendían recolonizar Brasil y la presencia de D. Pedro impedía este ideal. Sin embargo, D.Pedro repondió negativamente a los llamado de Portugal y proclamó:

“ Si es para el bien de todos y la felicidad general de la nación, digale al pueblo que yo permanezco”

Luego del “Día do Fico”, D. Pedro tomo una serie de medidas que no le agradaron a la Metrópolis, pues preparaban el camino para la independencia de Brasil. D. Pedro convocó una Asamblea Constituyente, organizó la Marina de Guerra, obligó a las tropas de Portugal a volver para el reino. Determinó también que ninguna ley de Portugal seria colocada en vigor sin el “Cumpra-se”, o sea, sin su aprobación. Más allá de eso, el futuro emperador de Brasil aclamaba al pueblo luchar por la independencia. El príncipe hizo un viaje rápido a Minas Gerais y San Pablo para calmar a los sectores de la sociedad que estaban preocupados con los últimos acontecimientos, debido a que creían que todo esto podría ocasionar una desestabilización social. Durante el viaje, D. Pedro recibió una nueva carta de Portugal que anulaba la Asamblea Constituyente y exigía su regreso inmediato del para la Metrópolis. Esa noticia chegó a las manos de D. Pedro cuando este estaba en un viaje de Santos a San Pablo. Cerca al riacho de Ipiranga, levantó la esapada y gritó “Independencia o Muerte!” Este hecho sucedió el 7 de septiembre de 1822 y marcó la independencia de Brasil. En el mes de diciembre de 1822, D. Pedro fue declarado emperador de Brasil. Luego de la independencia

Los primeros países que reconocieron la independencia de Brasil fueron Estados Unidos y México. Portugal exigió de Brasil un pago de 2 millones de libras esterlinas para reconocer la independencia de su ex-colonia. Al no contar con este dinero, D. Pedro recurrió a un préstamos de Inglaterra.

Aunque haya sido un gran valor, este hecho histórico no provocó ninguna ruptura social en Brasil. El pueblo más pobre ni siquiera acompaño, ni entendió el significado de la independencia. La estructura agraria continuó igual, la esclavitud se mantuvo y la distribución de la renta continuó siendo desigual. La elite agraria, que le dio apoyo a D. Pedro I, fue la capa social que más se benefició.

El “Dia do Fico” y el “Grito del Iprinaga” marcaron la finalización de 322 años de colonización portuguesa en América.

El Grito

El 7 de septiembre de 1822 se produjo el célebre grito de Ipiranga ("La independencia o la muerte"), que de hecho significaba la independencia del Brasil, y a partir de allí los acontecimientos se aceleraron a una velocidad vertiginosa. El 12 de octubre don Pedro fue proclamado emperador constitucional y el 1 de diciembre fue coronado. Con la ayuda de lord Cochrane, anteriormente al servicio de la armada chilena, se expulsó del país a las guarniciones portuguesas de Bahía, Marañón y Pará, que se oponían a la independencia. A fines de 1823 el proceso emancipador ya estaba consolidado, después de que se expulsara a las últimas tropas acantonadas en Río de Janeiro y tras sofocarse la rebelión de las tropas portuguesas que ocupaban Montevideo.

Fuentes