Iglesia Santa María de Meira

Iglesia Santa María de Meira
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Fundación1143
Galicia, Bandera de España España

Iglesia Santa María de Meira. La fundación de la iglesia de Meira, se establece en el Siglo XII,alrededor del año 1143; el rey Alfonso VII dona estas tierras a los Condes de Sarria: D. Álvaro Rodríguez y Dña. Sancha Fernández. Estos a su vez, ven la floreciente y rápida expansión de la orden religiosa del Císter por España y Europa, por lo que entregan a esta congregación las tierras donadas por el rey.

Introducción

La iglesia de Santa María de Meira era parte del monasterio del Siglo XII. Está clasificado como Monumento Nacional desde 1931. Su estilo es románico sin influencia compostelana. Su planta es de cruz latina, típica del Císter con tres naves y cinco capillas cubiertas por bóvedas de medio cañón. El magnífico rosetón de la fachada es una de las señas de identidad de Meira. Los trabajos de herrería que decoran la puerta son los originales. En el interior de la iglesia destaca el sepulcro de Doña María de Bolaño, noble gallega. El enclave es muy adecuado para los objetivos de estos monjes;un lugar apartado de los núcleos de población, y con buenas condiciones para los trabajos agrícolas e industriales. Esta orden procede de “Claraval” (Francia), de la cual su promotor y fundador es San Bernardo. De la gran abadía de Claraval, salían filiales con el objetivo de construir conventos y establecer vida religiosa de acuerdo con la orden. La principal premisa es “Ora et labora”, por lo que todas las construcciones son funcionales y sin ornamentación para así evitar la distracción visual y centrarse en el rezo, en la meditación y en el trabajo diario. En cada joven filial, se enviaban 12 monjes y un abad, que portaban la estructura y características que el convento debía cumplir. La de Meira fue la 43ª filial. Esta orden destaca por su simplicidad, austeridad y falta de decoración. Seguían la regla de San Benito que rechazaba las pinturas, los adornos, las esculturas, las dimensiones desproporcionadas como en Cluny, y las riquezas y diezmos argumentando que deben abandonar los encantos de este mundo para entregarse a Cristo. La pobreza absoluta ayudaba a enriquecer el espíritu y dedicarse a Dios.

Fundación del Monasterio

El Monasterio de Santa María de Meira (provincia de Lugo) no es de los más conocidos de Galicia a pesar de su valor. Fue un cenobio fundado por los condes de Sarria en la quinta década del siglo XII en un territorio virgen, como era preceptivo, cerca de las fuentes del Miño. Fue construida entre 1185 y 1225, a lo largo de diferentes etapas: la cabecera en 1185; el crucero entre el año 1200 y 1205; y las naves con la fachada central entre los años 1205 y 1225. Caracterizada por la austeridad propia de su estilo, la sobria fachada consta de una portada de arco de medio punto abocinado por cuatro arquivoltas con tres pares de columnas acodilladas que sostienen unos arcos de rica decoración vegetal, y está flanqueada por dos ventanas estrechas y alargadas.En ella se conserva uno de los pocos herrajes románicos existentes en la actualidad. Encima de la puerta se encuentra un gran rosetón decorado con tres círculos concéntricos en la parte alta. Llama la atención la torre que se encuentra un paso por delante de la iglesia. Tiene varias puertas, algunas de ellas tapiadas, y aún conserva en su interior imágenes y retablos de gran interés.

Aspectos arquitectónicos

La iglesia abacial de Meira es el clásico templo románico cisterciense de gran sobriedad a la par que gran monumentalidad. Posee la traza habitual de la arquitectura cisterciense, aunque en este caso se aprecia un apego mayor a las formas románicas que otras iglesias más evolucionadas.Tal extremo se observa en los abovedamientos de la nave central mediante medio cañón apuntado y las laterales con bóveda de arista.Exteriormente, su aspecto es de gran horizontalidad, algo que suele ser común en las iglesias cistercienses, debido a la gran longitud del cuerpo de la iglesia y en ocasiones a que los muros suelen estar algo clavados o rehundidos respecto al suelo circundante.Pero al entrar en el templo, esta sensación desaparece, puesto que, aunque en absoluto estos templos tienen la verticalidad de las iglesias románicas de peregrinación, como Compostela o las catedrales góticas, su altura es considerable y su fraccionamiento en tres naves la hace más esbeltas.

Estas naves se separan mediante arcos formeros apuntados que apoyan sobre gruesos pilares prismáticos con tres semicolumnas (que soportan los formeros y los fajones de las naves laterales). Los fajones de la nave central apoyan en columnas de fustes truncados que no llegan hasta el suelo.Los ventanales de iluminación de la nave central se horadaron en el arranque de la bóveda de medio cañón apuntado.Se aprecia también una cierta irregularidad en el aparejo de la sillería y sillarejo de las distintas partes de la iglesia, con relación a lo que es habitual, es decir, sillería perfectamente cortada y escuadrada.Todo el conjunto trasmite una sensación de sobriedad y desnudez extrema.

Santa María de Meira muestra en su fachada occidental unas correctas formas del románico monacal cisterciense, con sus característicos estribos alineados a los soportes de las naves, un gran rosetón y una puerta de arquivoltas de medio punto más tímpano sin esculpir y tres parejas de columnillas de fino fuste y cestas vegetales.La puerta septentrional es bastante más sencilla, constituida por dos arquivoltas de bocel, tímpano liso y dos parejas de columnas cuyos capiteles apenas esbozan unas ciertas formas vegetales.Del resto de dependencias monásticas originales no se conservan actualmente más que ciertos restos como algún muro del que fuera claustro renacentista.

Enlaces externos

Fuentes