Infecciones micóticas de la piel


Infecciones micóticas de la piel
Información sobre la plantilla
Clasificación:No Transmisible
Agente transmisor:Contagiosa
Región de origen:Piel
Forma de propagación:Causa desconocida

Infecciones micóticas de la piel Las infecciones micóticas de la piel están provocadas por hongos que infectan la piel. Son enfermedades frecuentes, contagiosas y curables con un tratamiento correcto.

¿Cómo se produce?

En general, los hongos son microorganismos que crecen mejor en condiciones de humedad y calor. Por ello, muchas micosis suelen contraerse en lugares públicos como piscinas, duchas o vestuarios, lugares frecuentados por mucha gente y donde se dan las condiciones requeridas de humedad y calor. Además, los hongos pueden comportarse como gérmenes oportunistas, es decir, que se aprovechan de una situación en la que el paciente tiene una disminución de sus defensas. Esto ocurre, por ejemplo, en los pacientes de edad avanzada, en los diabéticos o en los pacientes tratados con medicamentos para el cáncer (quimioterapia) entre otros.

Síntomas

Según la zona de la piel afectada, las principales micosis son:

  • Tinea pedis o pie de atleta: ocurre cuando los hongos infectan los pies. La forma más habitual se manifiesta con picor, descamación y en ocasiones mal olor entre los dedos de los pies. En otras formas el aspecto es de sequedad y descamación en toda la planta del pie.
  • Tinea de las uñas u onicomicosis: su frecuencia aumenta a partir de los 50 años. Cuando afecta a los pies, los primeros dedos son los más frecuentemente infectados. La forma más frecuente se manifiesta como una mancha marrón o amarillenta en el extremo de la uña, que va creciendo y progresando lentamente hacia la base de la uña. Es frecuente que la uña se haga gruesa, y que se forme un material pulverulento en su interior. En las manos, la forma más frecuente afecta a los laterales de la uña, y es típico que ocurra en personas que mojan mucho las manos. Suele acompañarse de inflamación y supuración en la piel de alrededor (paroniquia o "uñero").
  • Tinea corporis o herpes circinado: infección que afecta a cualquier área del cuerpo. Se manifiesta por placas en forma de anillo que descaman en el borde y se curan por el centro. Pueden ser únicas o múltiples. Es frecuente contraerla a partir de animales infectados (gatos, conejos, etc.).
  • Tinea manuum o tiña de las manos: denominada así cuando afecta a las manos.
  • Tinea capitis o querion: la infección por hongos del cuero cabelludo suele manifestarse con placas muy inflamadas y supurativas. Pueden causar destrucción irreversible del cabello y zonas de alopecia (calvas) si no es tratada a tiempo.

Diagnóstico

En la mayoría de los casos el dermatólogo diagnostica estas infecciones sólo con la exploración. Si existen dudas con otros diagnósticos, puede realizarse un raspado de la descamación que producen para practicar un cultivo o un examen al microscopio. En otras ocasiones puede practicarse una pequeña biopsia.

Tratamiento

Existen diversos antibióticos activos frente a los hongos (antifúngicos) que pueden emplearse por vía tópica (en crema) o vía oral (en pastillas). El tipo de infección y su extensión indicará una u otra vía. En general, los antifúngicos suelen tomarse durante más tiempo que los antibióticos frente a otros gérmenes como las bacterias.

Para tratar todas las infecciones micóticas el médico puede recomendar una determinada crema o loción antimicótica, y si las infecciones son graves y se han expandido, es posible que el médico recomiende un medicamento antimicótico para que la infección ceda. En todas las farmacias del mundo, encontraremos remedios antimicóticos, pero no sabemos cuál es la que debemos usar en esa oportunidad ya que no todas son iguales, por ejemplo hay en el mercado algunas que poseen antibióticos, otras calmantes para la comezón, y otras son para otros específicos problemas por ejemplo para curar escamas, así que siempre es mejor consultar a quienes tienen la última palabra en ello, los médicos. Si compramos una loción, spray, o crema que no esta recomendada es posible que no nos haga el efecto deseado, así que en principio para no gastar dos veces es mejor consultar, ya que no todas las infecciones micóticas son iguales, ni tienen el mismo orígen, y ni siquiera se encuentran en los mismos lugares del cuerpo.

Es importante destacar que vivimos con una gran variedad de hongos, microorganismos que entre ellas se encuentran bacterias, unas son útiles para el cuerpo, y otras no son ni benéficas ni dañinas, pero hay un tercer grupo que pueden ser muy dañinas y nos provocan las infecciones micoticas. Siempre buscarán lugares húmedos, cálidos y con poca luz, es por ello que en las zonas de pliegues en ingle y axilas suelen proliferarse, como las cándidas. Las cándidas suelen ser las infecciones micóticas más comunes que tienen los niños más pequeños en los pañales, es por ello que la higiene y el secado es más que importante, como así también pueden vivir en el cuerpo de personas híper obesas, que no llegan al secado correspondiente en las zonas.

La enfermedad es llamada candidiasis cutánea, que la padecen un gran número de personas entre las que se encuentran las que sufren de diabetes, y las que consumen píldoras anticonceptivas. En estos casos es importante un diagnóstico precoz y preciso, para dar en la tecla del antimicótico que corresponde. Una de las cosas que hay que tener en cuenta es que cuando mordemos nuestras uñas de la manos, un tic muy común, pero nada beneficioso, podemos llevarnos los hongos a la boca, es por ello que muchas veces estas proliferan en las comisuras de a misma, dando dolor al abrir y al cerrarla. La comisura de la boca, es un lugar húmedo y es muy difícil curar, porque siempre se encuentra húmedo, así que hay que cuidar ese detalle. No llevar las manos a la boca, ese es un consejo para que nuestros hijos aprendan desde muy temprano. La picazón, es muy molesta, la curación puede llevarnos días, y la molestia es bastante grande, así que tenemos que ser previsores, tanto en higiene como en secado, y siempre acudir al médico es lo recomendable.

Medidas preventivas

Con respecto a las infecciones del los pies (pie de atleta) la prevención está dirigida al uso de chancletas en lugares públicos como duchas, piscinas, vestuarios, etc., en especial en deportistas que los frecuentan habitualmente. Además, es fácil que el hongo crezca si existen condiciones de humedad y calor, por lo que es recomendable tomarse un tiempo después de la ducha para secarse bien los pies, y debe usarse un calzado que facilite la transpiración. Como por ejemplo el pie de atleta, que se encuentra y se desarrolla en los pies humanos, los hongos en las uñas que se pueden presentar en niños pequeños, como así también en el cuero cabelludo la dermatofitosis. Todos ellos causan diferentes problemas en los seres humanos como cabellos que se quiebran justo al nacer, uñas en mal estado, piel de los pies en carne viva, picazón, y mal olor. Ahora bien, las infecciones micóticas, se producen cuando los hongos nos atacan en la piel, o en las heridas, pero en todos los casos necesitan para proliferarse y vivir en las condiciones necesarias, calor, suciedad, y humedad, es por ello que cuando tenemos una herida debemos lavarla y aplicarles algún líquido antimicótico, como el agua oxigenada o el alcohol puro. Los pies y las manos deben estar siempre limpios y aseados, para evitar que nos contagiemos de hongos.

Casi todas las infecciones micóticas, se contagian es por ello que no debemos caminar descalzos en una piscina en donde mucha gente pisó, podríamos contagiarnos independientemente que estemos limpios. Es imprescindible hacer una prevención de las infecciones ya que siempre es mejor prevenir que curar, eso como primera medida, pero si ya nos encontramos con una infección debemos actuar antes de que esta se propague. Las infecciones micóticas se pueden transmitir por contacto directo de persona a persona, pero también una buena higiene es lo mejor antes de que se formen los hongos, no solo la higiene sino un buen secado, del cuerpo, sobre todo en bebes y niños muy pequeños, detrás de las orejas, en los pies y en cada pliegue de su cuerpo, ya que los hongos encuentran siempre el lugar justo en donde proliferarse.

Fuentes

  • Barnhill R, Llewellyn K. Neoplasias melanocíticas benignas. En: Bolognia J, Jorizzo J, Rapini R. Editores. Dermatología Vol. 2. Madrid: ELSEVIER; 2004. p. 1757-11788.
  • Fernández E, de Unamuno P. Lentigo maligno melanoma. FMC. 2005; 12 (7): 468.
  • Rassner. Manual y Atlas de Dermatología. 5ª ed. Madrid: Harcourt Brace de España S. A.; 1999.
  • Armijo M, Ortega RM. Discromías. En: En, Armijo M, Camacho F. Tratado de Dermatología. Grupo Aula Médica. Madrid. 1998. p. 353-380.
  • Vanaclocha F, Sopena J, Gamo R. Tumores pigmentarios. En: Iglesias L, Guerra A, Ortiz PL. Editores. Tratado de Dermatología. 2ª ed. Madrid: Mc Graw-Hill. Interamericana; 2004. p. 637-657.
  • Fitzpatrick T, Jonhson R, Wolf K, Suurmond, D. Atlas en color y sinopsis de Dermatología Clínica. 4ª ed. Madrid: McGraw-Hill-Interamericana; 2001.
  • Garavís JL. Precáncer y cáncer cutáneo. SEMERGEN 2003; 29 (10): 532-41.
  • Álvarez-Mon M, Camacho F, Día JL, Díaz-Rubio E, González JL, Guillem V, et al. Melanoma. Madrid: Editorial Just in Time S. L.; 2005.2008