Ingenio La Alejandría

Ingenio La Alejandría
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Institución con sede en Bandera de Cuba Cuba
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Murallas del Ingenio
Fundación:1790 al 1793
Disolución:XIX
Tipo de unidad:Ingenio
Propietario/a:Don Luís de las Casas
País:Bandera de Cuba Cuba
Dirección:Güines, La Habana

Ingenio La Alejandría. Fue una de las principales fábricas de azúcar en su tiempo, y se afirma que fue el mayor ingenio del mundo en su más próspero momento. Fue declarada Monumento Nacional por la Resolución 40 del 31 de diciembre de 1981.

Reseña histórica

El Ingenio Alejandría fue construido entre en lo que fue el Valle de los Ingenios del Occidente de Cuba.

Las ruinas del colonial Ingenio La Alejandría, ubicado en el municipio habanero de Güines, perteneciente a la provincia de la Habana fue propiedad del Gobernador y Capitán General de la Isla Don Luís de las Casas, quien dirigió los destinos de Cuba entre finales e inicios de los siglos XVIII y XIX, en contubernio, utilizando como intermediario a su sobrino Pedro Pablo, el Conde de O´Reilly, el ingenio fue diseñado y construido bajo la dirección de especialistas franceses tras ocurrir en esa región la Gran Revolución de Haití, que hizo que constructores, técnicos e ingenieros partieran hacia Cuba.

El proyecto de La Alejandría fue diseñado por el ingeniero galo Esteban Lafayette, quien determinó que el trapiche del mismo fuera horizontal, y en el aspecto constructivo se contó con la asesoría de Julián Lardiere, de esa misma nacionalidad, y posteriormente cerebro constructor de otras fábricas de azúcar cercanas, como “Nueva Holanda” y “Las Ninfas”.

Mano de obra

Entre 1815 y septiembre de 1819, el número de esclavos llegó a la cifra de 155, de los cuales 95 eran varones bozales, y el resto de las 60 personas eran mujeres, de ellas 13 criollas y 47 bozales. Durante el año 1820, O´Reilly hizo que en sus áreas, y por vez primera en Cuba, se sembrara la llamada caña Listada o de Batavia, es decir, la Cristalina de Cinta. En 1839 la propiedad pasó a ser de Francisco Manuel Calvo de la Puerta. En sus terrenos existían amplios y abundantes bosques de caña brava o bambú que se utilizaban como leña.

Durante 1857 cambió de dueño, pasando a pertenecer a Manuel Bulnes, y en 1883 pasó a manos de otro propietario: Francisco Prats de Toscazo, quien remató sus valores por la cifra de 8.981,50 pesos. El 11 de enero de 1885 fue visitado por el sabio cubano Álvaro Reinoso, el cual en su diario se refirió al sitio. Con anterioridad a ésta, otras importantes visitas realizadas a estos terrenos, fueron, además de las de sus destacados propietarios, las de otras personalidades como las de Nicolás Calvo de la Puerta, O´Farrill, Francisco de Arango y Parreño, José Pablo Valiente, Alejandro de Humboldt y Anselmo Suárez y Romero.

En la actualidad

Quedan largos muros que en su totalidad alcanzan mil metros de longitud, por encima de los cuales existe un canal donde se deslizaba el agua proveniente del Río Mayabeque, además existen, habitaciones, que se presume hayan sido de sus propietarios. Hay varias zonas que evidencian construcciones, y se han encontrado importantes piezas y herrajes industriales y domésticos, compuertas, desagües, viaductos, múltiples fragmentos de cerámica y cristalería, botellas y canecas, botones, tornillos y clavos de diversas dimensiones, plomos de balas, hebillas, argollas y arandelas, piezas de cerrajería, guatacas, azadas, grilletes, espuelas, y una variada gama de objetos arqueológicos.

Fuentes

  • Abilio González González, investigador de la Oficina Provincial de Monumentos y Sitios Históricos de la Habana.