Joaquín Pinto Ortiz

Joaquín Pinto Ortiz
Información sobre la plantilla
Joaquín Pinto.jpg
Pintor ecuatoriano.
Nacimiento18 de agosto de 1842
Quito, Bandera de Ecuador Ecuador
Fallecimiento25 de junio de 1906
Quito, Bandera de Ecuador Ecuador
PadresDon José Pinto y Valdemoros y Doña Encarnación Ortiz y Cevallos

Joaquín Pinto Ortiz. Fue un notable pintor uno de los máximos exponentes de la pintura quiteña de la segunda mitad del siglo XIX.

Síntesis biográfica

Nacido en Quito, Ecuador el 18 de agosto de 1842, hijo de don José Pinto y Valdemoros y de doña Encarnación Ortiz y Cevallos.

Estudios

Desde sus primeros años de escuela, en vez de con letras y números llenaba su pizarra escolar con caprichosos dibujos que expresaban su juvenil creatividad. Por esa época de estudiante, su compañero Cipriano Borja le dio las primeras clases de dibujo hasta que sus padres, percatándose de sus notables facultades y afición por la pintura, le pusieron por maestro a don Ramón Vargas. Posteriormente recibió las enseñanzas de Rafael Vanegas, Andrés Acosta, Tomás Camacho, Santos Cevallos y finalmente de los maestros Antonio Salas y, considerados los mejores pintores de su tiempo.

En 1853, debido a la muerte de su padre su familia empezó a pasar una vida de pobreza y privaciones; entonces, para poder subvencionar las necesidades de los suyos, sin descuidar sus estudios de arte se dedicó a dar clases de cultura general, pues gracias a su talento y prodigiosa inteligencia había adquirido vastos conocimientos de historia universal, geometría, anatomía plástica y perspectiva, mitología y otras ciencias, además, hablaba con bastante fluidez el francés, el inglés, el alemán, el griego y el latín.

Trayectoria

Por lo que el año 1877, el entonces canónigo de Cuenca, Federico González Suárez, empeñado en ilustrar con láminas su obra «Estudio Histórico Sobre los Cañaris», lo buscó y lo comprometió para que dibujara las láminas e imprimiere los grabados. Producto de su trabajo en conjunto son las maravillosas láminas que representan temas del costumbrismo indígena y motivos religiosos, que ilustran dicha obra. Obra de su talento son bellos lienzos de temas religiosos, como el que representa al evangelista «San Juan en su Visión Apocalíptica de la Virgen», «La Virgen María, en su Advocación de Nuestra Señora de la Merced», «El Indio de la Magdalena», «Vista al Cráter del Pichincha desde Capillampa», «Soliloquio de María», «Entierro del Niño Indio», «El Chimborazo», «Cara-Ajos» y otras; también un retrato de González Suárez, con quien cultivó una amistad que duró toda la vida.

De su maestro y amigo Juan Manosalvas aprendió la técnica de la acuarela, y al poco tiempo lo superó ampliamente por el dominio y la riqueza de los matices del color. «Su temperamento impresionable halló en el indio una fuente de inspiración, no sólo por su variedad etnográfica y forma de vestido, sino por sus funciones al servicio de la sociedad. Su habilidad para el dibujo le permitía captar con rapidez la visión del modelo, cuyo diseño lo completaba con la sobreposición del colorido, a base de aguas gomosas y unas gotas de hiel de vaca, para conservar la frescura y humedad de la acuarela. A fines del siglo XIX y a principios del XX, llegó a ser el artista de moda tanto para nacionales como para extranjeros que buscaban enriquecer sus pinacotecas y galerías con colecciones de costumbrismo indígena. De estas se destacan las colecciones que vendió al señor Ministro de Francia, don Hipólito Fandiu, a quien entregó veintitrés acuarelas; y las dieciséis que pintó para el señor canciller don Rogelio Bonnal.

Fue un hombre muy agradable, correcto, educado y de amena conversación, que gozó de la amistad de notables personalidades como el ilustre sacerdote Dr. Julio Matovelle, para quien pintó por encargo de las Carmelitas de la Asunción de Cuenca un lienzo de gran tamaño que representa la «Transverberación de Santa Teresa». Además, todos los jueves se reunía en íntima tertulia literaria con sus grandes amigos Roberto Espinoza, Carlos R. Tobar, Quintiliano Sánchez y Honorato Vásquez, con quienes compartía lo que cada uno había escrito o conservara inédito. Fue justamente debido a su profunda amistad con Honorato Vásquez que trasladó su residencia a la ciudad de Cuenca, donde a partir de 1903 trabajó como maestro en la Escuela de Pintura que éste había fundado en 1893. Ese mismo año, al terminar el curso de pintura regresó a la ciudad de Quito, donde a partir de 1904 y a solicitud del Presidente de la República, Gral. Leonidas Plaza Gutiérrez, dictó clases de pintura en la Escuela de Bellas Artes que había sido fundada por Gabriel García Moreno en su segunda administración.

Vida personal

En 1876 se casó con su alumna la Srta. Eufemia Berrio, y juntos convirtieron el arte del grabado en su especialidad.

Muerte

Dedicado a su abnegada labor de maestro y siempre con los pinceles entre sus dedos, la muerte lo sorprendió en Quito, Ecuador el 25 de junio de 1906.

Obras

  • Santa Mariana catequista, retrato de santa Mariana de Jesús catequizando niños mestizos, negros e indígenas.
  • El mariscal Sucre, reconstrucción del rostro de Antonio José de Sucre a partir de su cráneo.
  • Pedro Murillo, retrato del patriota boliviano Pedro Domingo Murillo.
  • Cráter del volcán Pichincha.
  • Luna de miel en El Chimborazo, donde aparece el mismo sobre un caballo a los pies del volcán.
  • Culebrillas, en el que retrata el río y la región circundante.
  • Bacanal, representación de una danza con desnudos.
  • El sueño de Edimión.
  • La muerte de Dido.
  • Virgilio.
  • Dante a las puertas del Infierno.
  • La crucifixión.
  • El descenso de la cruz.
  • El jardín de los Olivos, en la que se cree que utilizó sangre de verdad.
  • Capítulos que se le olvidaron a Cervantes, en el que retrata satíricamente al presidente Gabriel García Moreno.
  • El pertiguero.
  • Hombre llevando incienso.
  • Monaguillos.
  • Los disfrazados del Corpus Christi.
  • Vendedora de alfalfa.
  • Tropeña.
  • Indio con bocina.
  • La Matanza, propiedad de la familia guayaquileña Cornejo Rodríguez.
  • Ecce homo, representación de Jesús presentado por Pilatos después de azotado.
  • La última cena.
  • El paso a la eternidad
  • La inquisición, exhibida en la antesala de la Gerencia general del Banco Central, y en la que aparece él mismo junto a su esposa rodeado de varios inquisidores (el padre del hijo de la Berrío incluido).
  • Procesión de la Virgen de El Quinche.
  • Dies Irae, óleo sobre cobre reconocido como una de las más importantes obras de la época.
  • La Redención, que se encuentra en el Museo Alberto Mena Caamaño y fue impresa en la moneda de dos centavos de sucre.
  • La Inmaculada, que se encuentra en la Universidad de Cuenca.
  • La Transverberación de Santa Teresa, en el convento de La Asunción de Cuenca.

Reconocimientos

  • Medalla de oro de la Sociedad Filantrópica del Guayas, Exposición Nacional de Guayaquil (1880).
  • Premio de la Exposición Nacional de Guayaquil (1888).
  • Premio de la Municipalidad cantonal de Guayaquil (1888).
  • Medalla de Oro, Exposición Universal de Chicago (1893).
  • Medalla de Oro, Exposición Nacional de Quito (1894).
  • Dos medallas de Oro, Exposición Universal de París (1900).

Fuente