José Regalado Quesada Rodríguez
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Jose Regalado Quesada Rodríguez. Joven miembro del Movimiento 26 de Julio y combatiente en las lomas contra las bandas terroristas en el Escambray. Tras al triunfo de la Revolución ingresa en el Departamento de Seguridad del Estado y muere en combate contra bandas contrarrevolucionarias en Matanzas.
Síntesis biográfica
Nació el 23 de marzo de 1938 en Guabina, zona rural cercana a Mataguá en el centro montañoso de Cuba. Quedó huérfano de madre y es adoptado por la familia de Pablo Quesada y Crecencia Rodríguez de Mataguá. Cursó la enseñaza primaria y continúa estudiando hasta alcanzar el 8vo. grado en Santa Clara. Matriculó en la Escuela de Comercio de Santa Clara en el nivel precomercial, el cual no pudo terminar. En 1953 comienza a trabajar como empleado en el Bar "Colon" de Santa Clara.
Trayectoria revolucionaria
Se incorpora al Movimiento 26 de Julio y por sus actividades conspirativas es detenido. Logra ser puesto en libertad y se alza en armas en las lomas del Escambray en 1958. En 1959 es ubicado en el 4º Distrito militar de Matanzas y luego trasladado a la dirección de investigaciones de las FAR. El 2 de enero de 1962 pasó al Departamento de Seguridad del Estado donde ocupó distintos cargos en la sección de operaciones. En Enero de 1963 fue designado para participar en una operación con las fuerzas conjuntas del ejército para capturar al jefe de una banda que se suponía escondido en la casa de un colaborador de bandidos alzados: José A. Enrique Abreu Couto.
Muerte
El día 22 de enero de 1963 en las horas de la madrugada junto a 5 compañeros rodearon la casa donde se suponía se escondía el cabecilla contrarrevolucionario, en la finca San Miguel, en Matanzas. Cuatro compañeros se situaron al fondo, Quesada junto al Jefe de la operación llamaría a Couto por el frente invitándole a salir. Pero en la casa se escondían más bandidos; uno salió por el fondo y los agentes lo persiguieron pensando que era el cabecilla. Quedó solo en el frente, oportunidad que aprovechan los bandidos para salir de la casa y abalanzarse sobre él. Entabla combate con ellos hasta que, agotado el parque de su sub ametralladora, toma la pistola, la cual fatalmente se encasquilló. Es herido y rematado con una escopeta de perdigones. Sus asesinos fueron capturados, procesados por la justicia y respondieron con su vida por todos los crímenes cometidos.
Fuentes
- Archivos históricos del Museo Municipal de Manicaragua
