Jaime Partagas
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Jaime Partagas: se convirtió en el siglo XIX en una leyenda por su empeño en crear la más afamada fábrica de tabacos de Cuba empleando las producciones de las mejores vegas de Vueltabajo. Raíz y Memoria te invita a conocer sobre los vínculos de este fabricante con esta región.
Sumario
Jaime Partagas
Jaime Partagas sería un inmigrante catalán nacido en Barcelona el 7 de diciembre de 1816 que arribo a Cuba en 1840, enrolándose en el giro de la fabricación de tabaco y prosperó rápidamente. En más de una localidad de Pinar del Rio se recuerda la impronta de Partagas, sobre todo, en territorios del municipio Consolación del Sur.
La manufactura del tabaco determino que durante la primera mitad del siglo XIX comenzara a surgir y consolidarse un poderoso sector social en Cuba: la burguesía industrial comercial que controlaba el negocio de la elaboración y exportación del tabaco de la isla este sector invadió el territorio de Vueltabajo con la finalidad de controlar las producciones de las mejores tierras de la región.
Sería una regularidad que muchos marquistas y dueños de fábricas de tabacos instalados en Vueltabajo, establecieran sus bases de operaciones en una zona tabacalera de importancia, con la finalidad de controlar la materia prima y dirigir las producciones en las vegas que ellos mismos poseían.
De esa forma contribuyeron a fundar pueblos con la infraestructura imprescindible, consistente en iglesias, parques, cominos, comercios hosterías, fondas, cementerios y otras dependencias, en otros casos se edificaron poblados en valles intramontanos, como es el caso de Sumidero o de sitios costeros como Dimas.
Se encontraban a la cabeza de este grupo Jaime Partagas, José Gener y Batet, Manuel Valle Fernández, Segundo Álvarez, Miguel Jané, Juan Conill, Leopoldo Carvajal, Julián Álvarez, Antolín del Callado y la sociedad inglesa Henry Clay And Bock Co.
En 1845.
En 1845 con sus ahorros y el capital aportado por su esposa Partagas abrió su propia fábrica en el No. 1 de la calle Barcelona en La Habana. Vendía entonces sus tabacos bajo la marca La Pureza de Partagas. Tituló la fábrica “La Flor de Tabacos Partagas” que finalmente quedaría con el nombre de “Real Fábrica de Tabacos Partagas”.
Finalizaba la quinta década del siglo XIX y Partagas era reconocida entre los fabricas de tabacos más importantes de Cuba. De esa forma las producciones con el sello Partagas se abrieron paso en el competitivo mundo de la manufactura tabacalera para ser considerada en la década del sesenta del siglo XIX entre los de mayor crédito en la isla y en todos los mercados del mundo.
Quince años más tarde, en 1855.
Quince años más tarde, en 1855 recibió la medalla de oro del jurado Internacional en la Exposición Universal de aquel año. La reina de España remitió al catalán la medalla y el diploma correspondiente. Pero el empeño de Partagas se extendió también hacia el sector agrícola, con la adquisición de tierras excelentes para el cultivo del tabaco en Vueltabajo, así como el control del mercado de importantes producciones de la materia prima de este territorio, fundamentalmente en las vegas de Consolación del Sur
Numeroso escollo tuvo que superar Partagas en su vida, en un ambiente de gran competencia donde supero como ningún otro marquista los retos impuesto por el mercado mundial y nacional.
El atentado realizado contra el a la salida del poblado de Pilotos el 18 de junio de 1868, cuando le dispararon a boca de jarro con un trabuco que al espanto el caballo lo lanzo al suelo, fracturándole dos costillas y provocándole otras lesiones, que le provocaron la muerte días después. En 1876 el hijo de Jaime Partagas, José Partagas estableció un pacto de retro con Juan Antonio Bances Álvarez para administrar la marca Flor de Tabacos Partagas, hasta 1879 en que quedo disuelta la sociedad que en manos de Bances se convertiría en una empresa de mayores proporciones.
La muerte de Jaime Partagas .
Con la muerte de Jaime Partagas comenzó a declinar la obra inmensa construida por él. Su marca y propiedades pasaron a manos de otros fabricantes y al final del periodo colonial su apellido no aparecía entre los acaudalados más importantes de Cuba, sin embargo, nadie pudo borrar en el mundo el sello de sus fábricas.
En la actualidad aún se recuerdan las historias sobre el papel de Jaime Partagas como uno de los fundadores de la región tabacalera de Vueltabajo, vegas almacenes, viales y edificaciones han resistido el paso del tiempo, para perpetuar la memoria de un español que demostró a los productores de su tiempo cuanto empeño había que poner para consolidar la fama del tabaco cultivado en Pinar del Rio.
Autor
- Enrique Giniebra Giniebra. Historiador de Pinar del Río
Fuente
- Oficina de la Unión de Historiadores de Pinar del Río.
