Leandro González Alcorta
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Leandro González Alcorta, maestro adoptivo de Pinar del Río, fue pionero de la Pedagogía cubana de inicios del Siglo XX en la provincia de Pinar del Río, español de nacimiento, genuino representante de las raíces de la educación cubana, su labor en el Instituto de Segunda Enseñanza de la provincia, su labor bibliográfica en el campo de la Pedagogía y de la Psicología, su posición a favor de la independencia frente al colonialismo español, mantuvo a este hombre altruista que llegó a ser un gran pedagogo no sólo de Pinar del Río sino de Cuba y del mundo.
Sumario
Síntesis biográfica
Nace el 13 de marzo de 1861 en León, España, su padre hombre de escasos recursos supo encausar la vocación que por el estudio sentía su hijo y así cursa la enseñanza primaria y secundaria graduándose de bachiller en el Instituto de Segunda Enseñanza de su tierra natal.
Matricula en la Universidad de Madrid y cursa en este alto centro docente el primer y segundo curso de Griego, Geografía e Historia Universal con sobresalientes notas.
Al finalizar el curso 1880-1881 es llamado al Servicio Militar Obligatorio de su país y al no contar con recursos económicos para hacerse sustituir, es destinado a Cuba en el segundo batallón del regimiento de ingenieros con el empleo de cabo primero.
Arriba a las costas cubanas el 11 de marzo de 1882, la vida en el cuartel no le impidió proseguir los estudios que se habían quedado interrumpidos en España, y así el 30 de junio de 1882 apenas tres meses después de su llegada examina en la Universidad de La Habana la asignatura de Metafísica, Literatura Griega y Literatura Latina, Lengua Árabe y Historia Crítica de España en las que obtiene las más altas calificaciones por lo que es merecedor de matrícula de honor en dicha Universidad y el 10 de octubre de 1883 obtiene el título de Licenciado en Filosofía y Letras.
No se detuvo en su ansia de superación y el 5 de octubre de 1899 se titula de Licenciado en Derecho Civil Canónico y por último en los albores del Siglo XX, mediante ejercicios de oposición que realizara los días 5 y 6 de febrero de 1901, obtiene el título de Doctor en Filosofía y Letras.
Pionero de la Pedagogía pinareña de inicios del siglo XX
En premio a su brillante trayectoria como estudiante es designado en 1883 como catedrático de Filosofía Moral y Psicología Lógica en el Instituto de Segunda Enseñanza de Pinar del Río que se inauguraba ese año, a su designación de profesor le siguió la de Secretario del propio Instituto, cargo que mantiene hasta 1886.
Sus grandes conocimientos acumulados en el campo de la Psicología los expone en un libro titulado “Nociones de Psicología, Lógica y Ética” en 1885 que brinda a sus estudiantes en calidad de libro de texto. Este libro de gran valor didáctico constituye uno de los pioneros en el campo de la Psicología Cubana.
A la vez que desempeñaba sus funciones de profesor, desde su cátedra forjaba el carácter y temple de sus alumnos, exponiéndoles temas para que ellos refiriesen sus criterios al respecto e incluso ejemplificaran con la vida misma, con el entorno del estudiantado, a veces criticando la situación social, por la poca preocupación del gobierno por la educación. Todas estas ideas las plasmó con meridiana claridad en sus libros titulados “Lacras de nuestra enseñanza pública” y “Vuelta Abajo Intelectual y Mambí”.
No pudo ser indiferente a la situación que en lo político padecía el país y poco a poco fue convirtiéndose en animoso paladín de los ideales cubanos. Por estas ideas revolucionarias es perseguido constantemente y en 1896 es separado de su cargo de catedrático en el Instituto de Segunda Enseñanza, marcha a España y ya en su tierra natal emprende una campaña a favor de Cuba denunciando en el periódico “La Paz” las violaciones que cometía el gobierno español en Cuba y el derecho de los cubanos a obtener la independencia. Por esta razón fue condenado a 9 meses de prisión de agosto de 1896 hasta junio de 1897, una vez bajo libertad condicional viaja al sur de Francia, New York y de allí a México donde se reúne con su familia.
Regresó a Cuba a la que consideró su segunda patria el 1 de enero de 1899, cumpliendo lo que había prometido de no regresar a Cuba mientras estuviera bajo el dominio colonial español. El 20 de enero de 1899 el gobierno militar norteamericano en Cuba, teniendo en cuenta su experiencia y sus dotes de educador lo nombra Juez de Primera Instancia o Instrucción de Pinar del Río, aquí desempeña una labor digna de ciudadano honrado y justiciero.
A partir de 1900 ya libre del dominio colonial comienza su labor más fecunda y es en la apertura que este gobierno militar le ofrece a Cuba que se intensifican todos sus esfuerzos en aras de mejorar la situación educacional del país, y esto lo hace desde su función como director del Instituto de Segunda Enseñanza, cargo que ocupa a partir del 13 de marzo de 1900.
Es en esta etapa cuando logra una de sus más anheladas aspiraciones, la fundación en marzo de 1901 de una Academia Preparatoria de Maestros y Maestras gratis anexa al Instituto, seguido a la fundación de la Academia y gracias a su constancia y dedicación se inauguró en 1901 la Escuela de Agrimensura también anexa al Instituto y además creó la primera Biblioteca Pública de Pinar del Río.
Con que meridiana claridad supo este hombre aprovechar la apertura democrática que en el terreno educativo ofrecía el gobierno militar de Estados Unidos en Cuba, para contribuir al desarrollo de la educación pinareña que por primera vez los pinareños tienen libre acceso como el quería a los libros y por tanto desarrollar su educación y ampliar su cultura. Su propia generosidad sirvió de estímulo y ejemplo para lograr de particulares valiosos donativos tanto de dinero como de libros.
Trayectoria
Este señor de tan firme carácter también poseía un espíritu inquieto, revolucionario e inconforme con el estado de cosas imperantes y por esa razón escribe varios folletos de denuncia contra el gobierno como fueron: “De Lavastida a Pino Guerra”, “¿República o Matadero?”, “Vuelta Abajo Intelectual o Mambí”, “La cenicienta y el Maestro”, etc. Por estos fue destituido de su cargo de director del Instituto en varias ocasiones.
En 1902 edita un libro titulado “Datos para la Historia de Vueltabajo”, en el mismo brinda un documento de excelente escritura, donde en primer lugar crítica el estado de abandono de los archivos y la desatención del gobierno a los mismos, a las bibliotecas y a todo lo que a cultura se refiere. En el mismo recopila apuntes y escritos de otras personas y de él mismo para brindarle a la juventud pinareña un documento en el cual se pueda conocer la historia de la provincia.
Plantea la necesidad de ir conociendo las raíces históricas, realizando un encomiástico trabajo de recopilación y análisis de diferentes escritos de personalidades vueltabajeras con el fin de algún día escribir “La Historia del Movimiento Científico y Literario Pinareño”
Alcorta fue un hombre que no solo se preocupó por la enseñanza en el Instituto, al cual dedicó sus más sabías experiencias sino que también se preocupó por el desarrollo de la Enseñanza Primaria, la cual significaba para él la raíz y esencia de la cultura popular. También le preocupó en grado sumo el maestro primario del cual trató de rescatar su autoridad, salario y dignidad.
Las condiciones de inteligencia, ilustración y laboriosidad de Alcorta fueron dignamente reconocidas por la Academia de Historia de Cuba al elegirlo en sesión extraordinaria celebrada el 12 de julio de 1917 académico correspondiente.
Muerte
Sus admiradores y discípulos, aquellos que habían sido testigos de sus campañas por el engrandecimiento de todo lo noble y digno, quisieron ofrecerle, un homenaje merecido, un día en que parecía próximo su fin, se le otorgó el título de “Hijo adoptivo de Pinar del Río”. Esto hizo que sintiera gran satisfacción por considerar su deber cumplido y esperar la muerte sin preocupaciones.
Muere el 23 de julio de 1923 rodeado de la admiración de los que lo conocieron. Su entierro fue una verdadera manifestación de duelo y como bien afirma Antonio Delgado en su libro “Hombre de justicia y honor”: “Nunca será bastante llorada la desaparición entre los vivos del Dr. Leandro González Alcorta, catedrático, titular del grupo A, director inolvidable, la gratitud jamás podrá dejar de cultivar la memoria bien amada del maestro puro y generoso que supo enseñar el camino de la redención, sintiendo hondo, pensando alto y hablando claro”.
Bibliografía
- Alcorta González, Leandro. “Datos para la Historia de Vueltabajo”. Pinar del Río. Cuba. 1902. - Alcorta González, Leandro. “Discurso de apertura del curso académico 1905- 1906.” Pinar del Río. 1905. - Alcorta González, Leandro. “Vuelta Abajo Intelectual y Mambí”. Pinar del Río. 1914. Santovenia, Emeterio. “Estudio Bibliográfico”. La Habana. 1926.
Fuentes
Revista Científica Pedagógica "MENDIVE", Año 2 / No.3/ abril - junio/ 2003/ RNPS-2057/ ISSN 1815 - 7696.
Biografía de Leandro González Alcorta; http://www.pinarte.cult.cu/gerardo_ortega/html/figuras_pinarenas/alcorta.htm
Enlaces externos
http://mendive.ucp.pr.rimed.cu/sitioseventos/mendive/nanteriores/Num3/ped3.htm
http://www.pinarte.cult.cu/gerardo_ortega/html/figuras_pinarenas/alcorta.htm
