Letra g en el español

Letra g en el español
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Séptima letra del alfabeto español y quinta de sus consonantes. Su nombre es ge

Letra g en el español. Letra del alfabeto español que sigue a la f y antecede a la h. La falta de correspondencia que se produce en algunos casos entre el sistema gráfico y el sistema fonológico del español afecta especialmente a la ortografía de las consonantes, entre ellas la letra g, muchos de los errores ortográficos relacionados con su escritura se deben a la sustitución de la g por j, sin embargo, existen reglas que facilitan el uso correcto de esta letra.

Historia

El alfabeto español tiene su base en el alfabeto romano, el cual a su vez desciende del alfabeto griego. Para representar el sonido /g/ en griego se usó inicialmente la letra Γ, que terminaría transformándose en la P. Los romanos usaban la C para escribir el sonido /g/, hasta que crearon la G y la insertaron entre la F y la H.

La G es una innovación de un cónsul romano del siglo III a.C. debido a que la mayoría de las personas pronunciaban la palabra "Caius" como "Gaius", un nuevo fonema que no tenía el latín. Así que se le puso un trazo horizontal a la C y quedó convertida en la nueva letra G. Así la mayúscula G se deriva de la letra C del latín, que procede a su vez de la letra griega Ggamma, que se trazó redondeada a partir del siglo VII a.C. La letra latina c representó a la vez los sonidos /g/ y /k/ hasta el siglo III a.C., que fue cuando se modificó el carácter para llevar a cabo la distinción del sonido /g/. La minúscula moderna g evolucionó a partir de una forma que surgió en el siglo VII.

La confluencia de g y j para representar el fonema fricativo velar sordo ante las vocales e, i, ha originado la frecuente vacilación ortográfica entre estas letras, porque imperó el criterio etimológico sobre el fónico. Así, se escribieron con g aquellas palabras que la tenían en latín, como gemelo, ingerir o gigante, y con j aquellas que no tenían g en su origen, como mujer, injerir o jeringa.

Representación fonética

La letra g en español representa dos fonemas:

  • Velar sonoro ante las vocales a, o, u y ante consonante, como en gafas, gala gorila, gusto, globo, iglesia, magno, grafema, agrado, entre otros.
  • Velar sordo ante las vocales e, i, como en gerundio, gimnasia, entre otros.

El sonido velar sonoro también lo representa ante las vocales e, i, pero en este caso se transcribe interponiendo una u que no se pronuncia, como en guion, guirnalda, guitarra, guerra, guepardo, gueldo. Para que la u tenga sonido en esta combinación debe llevar diéresis, como en Camagüey, cigüeña, güira, güin, entre otros.

Inadecuación fonético-grafemática

El fonema fricativo velar sordo se puede representar con la letra j, o con la letra g ante e, i, como en jarabe, jefe, jinete, joya, judicial, genio, girasol, colegio. Esta inadecuación conlleva al error ortográfico de sustituir la g por j en la escritura de palabras en las que este fonema debe ser representado por la g.

Grupo consonántico gn

Algunos términos, generalmente cultismos de origen griego, presentan la letra g en posición inicial seguida de una n. Debido a la dificultad de articulación de este grupo consonántico a comienzo de palabra, la g no suele pronunciarse, por lo que en la mayoría de estas voces se admite también la grafía sin la g inicial. Ejemplos:

  • gneis/neis (y su derivado gnéisico/néisico)
  • gnetáceo/netáceo
  • gnómico/nómico
  • gnomo/nomo
  • gnomon/nomon (y sus derivados gnomónica/nomónica y gnomónico/nomónico)
  • gnóstico/nóstico (y su derivado gnosticismo/nosticismo).

Solo en el término filosófico gnosis y sus derivados gnoseología y gnoseológico no se admite su escritura sin g.

Reglas para el uso de la g

Se escriben con g:

  • Las palabras en que el fonema velar sonoro precede a cualquier consonante, pertenezca o no a la misma sílaba. Ejemplos: glacial, grito, dogmático, impregnar, maligno, repugnancia.
  • Las palabras que empiezan por gest-. Ejemplos: gesta, gestación, gestor.
  • Las que empiezan por el elemento compositivo geo- ('tierra'). Ejemplos: geógrafo, geometría, geodesia.
  • Las que terminan en -gélico, -genario, -géneo, -génico, -genio, -génito, -gesimal, -gésimo y -gético. Ejemplos: angélico, sexagenario, homogéneo, fotogénico, ingenio, primogénito, cuadragésimal, vigésimo, apologético.
  • Las que terminan en -giénico, -ginal, -gíneo, -ginoso (excepto aguajinoso). Ejemplos: higiénico, original, virgíneo, ferruginoso.
  • Las que terminan en -gia, -gio, -gión, -gional, -gionario, -gioso y -gírico. Ejemplos: magia, regia, frigia, liturgia, litigio, religión, regional, legionario, prodigioso, panegírico. Excepciones: las voces que terminan en -plejía o -plejia (apoplejía, paraplejia) y ejión.
  • Las que terminan en -gente y -gencia. Ejemplos: vigente, exigente, regencia. Excepción: majencia.
  • Las que terminan en -ígeno, -ígena, -ígero, -ígera. Ejemplos: indígena, oxígeno, alígera, belígero.
  • Las que terminan en -logía, -gogia o -gogía. Ejemplos: teología, demagogia, pedagogía.
  • Las que terminan en el elemento compositivo -algia ('dolor'). Ejemplos: neuralgia, gastralgia, cefalalgia.
  • Los verbos terminados en -igerar, -ger y -gir (morigerar, proteger, fingir) y las correspondientes formas de su conjugación, excepto en el caso de los sonidos ja, jo, que nunca se pueden representar con g: protege, fingía, pero proteja, finjo. Existen algunas excepciones, como tejer, crujir, brujir y sus derivados.

Bibliografía