Maestro de capilla

Maestro de capilla
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Concepto:Organiza íntegramente la producción e interpretación musical de todos los músicos que estaban al servicio de la capilla.


Maestro de capilla. En un principio, decíase de quien dirigía la música a cappella. Después se aplicó al director de las orquestas en las cortes nobiliarias y en las catedrales.

El Kapellmeister o maestro de capilla estaba obligado a complacer las peticiones a la hora de realizar las composiciones, si bien era un cargo bastante apetitoso económicamente ya que permitía la mediana subsistencia del que lo desempeñaba, de ahí que a este oficio, en muchos casos, se accediese mediante una fuerte oposición pública en la que había que demostrar las dotes artísticas y compositivas del futuro aspirante.[1]

Se fundaron nuevas ciudades y en ellas sus capillas y cada una de ellas fueron instalados órganos, coros, y en ciertos casos, pequeñas orquestas.

Función del maestro de capilla

El cargo de maestro de capilla es, sin duda, el más destacado dentro de la iglesia en el aspecto musical. Es el que coordina y dirige a la capilla de música en pleno. Este puesto, además de ser muy estimado en el ambiente eclesial, lo es también en el profano. Incluso en la corte y casas nobles es frecuente contar con un maestro de capilla al mando del grupo musical.

Este cargo suelen ocuparlo únicamente músicos que pertenecen profesionalmente al clero. Por lo general, los que consiguen alcanzar este relevante puesto, son los que han dedicado gran parte de su vida consagrados a la música y, especialmente, al canto, lo que les hace dominar perfectamente la técnica. Suelen ser cantores de cualidades sobresalientes que cuando llegan a una determinada edad han alcanzado el máximo grado de perfeccionamiento, título que justifica su designación para este magisterio como justa recompensa a sus reconocidos méritos.

Para admitir a un nuevo director musical había que superar una serie de exámenes de improvisación al teclado, armonía, contrapunto, fuga y composición sobre temas dados en el momento del concurso de oposición, y debía convencerse a un celoso jurado que, de pronunciarse a favor de un candidato, le otorgaba el nombramiento vitalicio. En ocasiones estas pruebas duraban hasta cinco o más horas diarias durante tres o cuatro días, hasta que fuera clara la superioridad de un contendiente. Empero, este proceso se debilitó paulatinamente con el despotismo ilustrado de los borbones, que produjo la mengua de la Iglesia en su capacidad de patrocinio artístico. [2]

Actividades que desarrollan

Dentro de su oficio de director de enseñanza, perfeccionamiento y coordinación musical, su acción están amplia como variada. Como coordinador de música en las iglesias, según ya hemos indicado, cuida de la buena armonía entre la liturgia y la música que allí se ejecuta. Cuidan de la coordinación entre la música vocal y la instrumental. De ahí la necesidad que tienen de una esmerada preparación. [3].

Su enseñanza de canto, no sólo se limita a los estudiantes, sino que abarca a los miembros del cabildo interesados en aprender canto. Como fruto de estas clases que imparten, se conseguirán gran número de destacados músicos entre el clero, cuyos miembros, por lo general, preferirán adiestrarse en la disciplina musical que tan necesaria les resultará más tarde en su misión sacerdotal. [3]

La composición de libros de canto es un requisito indispensable que se le impone a este profesional maestro de capilla. Se le exige que componga lo que necesita destacar para cada acto, se le encarga cierto número de piezas para fiestas determinadas, tales como oficios de difuntos, Navidad, el Corpus Cristi. Además produce cada año un determinado número de piezas polifónicas para el servicio del coro y asesora al cabildo en la adquisición de obras de otros autores. [3]

Su trabajo es tan continuo como intenso, ya que deben actuar en todos los oficios ordinarios y extraordinarios, lo que requiere una larga variedad de repertorio, según sea el grado de solemnidad de las fiestas para las que han de componer, al que debe sumarse la dirección de los ensayos continuos de los músicos que han de actuar en cada uno de tales actos. Es tal el prestigio de que están adornados estos artistas, que suele acudirse a ellos para que reconozcan la capacidad de los nuevos músicos que vienen de fuera.

Maestros de capillas reconocidos

Alonso Rodríguez [4] :Se encuentra desde el año 1590 hasta 1596 ocupando tal puesto.

José Núñez [5] :Clérigo que entra a regentar el cargo de maestro de capilla el 1 de enero de 1597. Permanece en la villa hasta finales de agosto de 1602.

Pedro Gutiérrez [6] : Sólo está en la iglesia con este cargo hasta la mitad del año 1603.

Antonio Sánchez Nevado [7] :Aunque ya en 1603 está en la iglesia como cantor, la primera vez que aparece citado como maestro de capilla es en el año 1606 hasta 1608


Referencia

  1. Revista de música culta, MAESTROS DE CAPILLA: ¿OFICIO O SERVIDUMBRE?http://www.filomusica.com/filo57/capilla.html,
  2. Jesús ESTRADA: Clásicos de la Nueva España (en dos partes: no. 6, jun., pp. 90-91; no. 7, jul., pp. 101-102),
  3. 3,0 3,1 3,2 ALVAREZ PEREZ, J.M.: La Polifonía sagrada y sus maestros en la Catedral de León durante el siglo XVII, en Anuario Musical, XV, Barcelona 1.965, pág. 141
  4. A.D. Santa María, L. c. f. n° 60, fol. 4 r°
  5. A.D. Santa María, L. c. f. n° 59, fol. 205 vt, fol. 205 vt
  6. A.D. Santa María, L. c. f. n° 59, fol. 235 vt
  7. A.D. Santa María L. c. f. n° 59, fol. 251, fol. 255 r

Fuentes

1945. Jesús ESTRADA: Clásicos de la Nueva España (ensayo histórico sobre los maestros de capilla de la catedral de México), Schola Cantorum, vol. VII (en dos partes: no. 6, jun., pp. 90-91; no. 7, jul., pp. 101-102), Morelia. 1964. Las oposiciones al magisterio de capilla de la catedral de México, Re-vista del Conservatorio, no. 6, cd. de México, mar., pp. 10-11