Manuel José Caicedo Martínez

Manuel José Caicedo Martínez
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NombreManuel José Caicedo Martínez
Nacimiento16 de noviembre de 1851
Bogotá
Fallecimiento22 de junio de 1937
Medellín
Alma materPontificio Colegio Pío Latino Americano de Roma
OcupaciónTeólogo
Conocido porCayzedo, Caycedo / Caizedo
TítuloMonseñor Caicedo
PadresFernando Caicedo Camacho y Aquilina Martínez de Pinillos

Manuel José Caicedo Martínez. Fue un eclesiástico colombiano de la Iglesia católica. Gobernó las sedes episcopales de Pasto, Popayán y Medellín, durante los primeros treinta años del siglo XX, dejando una profunda huella en la historia política, social y cultural en el departamento de Antioquia.

Síntesis biográfica

Nació en Bogotá el 16 de noviembre de 1851. Hijo de Fernando Caicedo Camacho y Aquilina Martínez de Pinillos.

En 1861 inició sus estudios en el Liceo de la Infancia en la capital colombiana y tres años más tarde su padre lo obligó a irse a estudiar al Colegio de la Compañía de Jesús en Quito, dada las malas relaciones que por entonces mantenía la Iglesia Católica con el gobierno colombiano.

Trayectoria

En 1868 la familia de los Caicedo regresó al país y Manuel José realizó estudios complementarios en el colegio de Ricardo Carrasquilla. Austero en sus costumbres, ingresó desde temprana edad a la Juventud Católica, asociación que reunía a los jóvenes capitalinos para dar gloria a Dios y aplicar la doctrina cristiana.

Fue secretario de la redacción del periódico "El Tradicionista", publicación de línea católica impulsado por Miguel Antonio Caro y además fue miembro de la Sociedad de San Vicente de Paúl de Bogotá, la cual presidió entre 1878 y 1879.

Formación religiosa

En 1880 viajó a Europa y, establecido en Roma, ingresó al colegio Pío Latino Americano para cursar los estudios eclesiásticos, el cual era regentado por los padres de la Compañía de Jesús.

El 22 de diciembre de 1883 recibió el presbiterado en la Basílica San Juan de Letrán de manos del Cardenal Raffaele Monaco La Valletta.

Permaneció en la capital italiana hasta 1885, cuando se dispuso a regresar a Colombia, lo cual le resultó imposible a causa de la guerra civil por la que atravesaba el país en aquel momento, tras lo cual debió radicarse en Caracas, donde realizó su apostolado.

En 1886, ya en Colombia, monseñor Caicedo desempeñó por corto tiempo el curato de la parroquia de Las Aguas. De allí salió a ocupar la prefectura general del Seminario de Bogotá y dos años más tarde, fue nombrado vicerrector de dicha institución y secretario de la curia metropolitana en 1891.

Ese mismo año, el entonces presidente de la República, Carlos Holguín Mallarino lo propone para obispo del municipio de Pasto. El 1 de febrero de 1892, el papa León XIII lo preconizó para dicho cargo tras lo cual recibió la consagración de manos de monseñor Bernardo Herrera Restrepo (el 31 de agosto) y tomó posesión de la diócesis de Pasto en (septiembre de 1892).

El 2 de diciembre de 1895, fue nombrado obispo de Popayán, diócesis que el 20 de junio de 1900 fue elevada a la categoría de arquidiócesis, por lo cual, monseñor Caicedo recibió la dignidad arzobispal.

El 14 de diciembre de 1905 fue trasladado a la arquidiócesis de Medellín, donde se instaló el 12 de agosto de 1906 y tomo posesión de la sede, la cual administró hasta su muerte.

Muerte

Monseñor Caicedo murió en Medellín el 22 de junio de 1937, a la edad de 86 años y fue sepultado en la Catedral Metropolitana de esa ciudad.

Al final de sus días había ordenado un total de 167 sacerdotes.

Obras Sociales

Preocupado por la lamentable situación de las clases más necesitadas, Caicedo estableció algunas obras sociales en la ciudad antioqueña con el ánimo de aliviar esas necesidades, tales como la Gota de Leche, las Salas Cunas y la Sopa Escolar.

Durante su gobierno de la diócesis difundió la doctrina cristiana con indómito coraje, frente a todas las ideas modernizantes que comenzaban a imponerse alrededor del mundo. Especialmente, se manifestó muy estricto en el campo de la educación: todos los asuntos referentes a este tema debían recibir su visto bueno.

Su mano no temblaba ni al firmar excomuniones ni al censurar publicaciones y libros, como ocurrió con los periódicos Scorpion y Acción Cultural y con el libro Una tesis de Fernando González, que criticó duramente.

Controlaba rigurosamente todos los estamentos de la sociedad medellinense. En su deseo de extensión de la evangelización, concedió varias licencias para el establecimiento de nuevas comunidades religiosas en territorio antioqueño y respaldó la constitución de asociaciones de carácter religioso integradas por los fieles laicos.

A través de su ojo vigilante, monseñor Manuel José Caicedo controlaba a todos los estamentos de su arquidiócesis, fuesen políticos, religiosos o ciudadanos.

Fuentes