Manuel Ortigas Méndez

Manuel Ortigas Méndez
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Artesano
NombreManuel Ortigas Méndez
Nacimiento1896
Murcia, Bandera de España España
Fallecimiento24 de diciembre de 1980
Madrid

Manuel Ortigas Méndez. (Murcia 1896 -Madrid 1980) Manuel Ortigas Méndez ha sido considerado por muchos como el dueño de la "mayor industria belenística de todos los tiempos".

Síntesis biográfica

Manuel Ortigas nunca modeló una figura y sin embargo fue capaz de montar la mayor industria belenística de España. Empezó junto a Juan Antonio Mirete Rubio de viajante de figuras representando a Gregorio Molera. Al decaer el taller de Molera, Ortigas y Mirete intentan establecer una sociedad que apenas duró unos meses y ambos se pusieron por su cuenta de forma independiente.

Primer Taller

En el año 1933 instala su primer taller en la carretera de Monteagudo, para trasladarlo al poco tiempo a Torre de Romo donde permaneció hasta su cierre definitivo. Con él se llevó a Pedro Hernández como modelista, a José Fernández (padre) como administrador y al maestro Punteres experto en la fabricación de juguetes de cartón, con objeto de alternar juguetes, figuras y santos en los meses que flojeaba la venta de figuras. Manuel Ortigas se ocupaba de vender, que era lo que realmente sabía.

1940

En el año 1940 montó un taller de iguales características en Madrid que duró unos dos años Por el taller de Ortigas han pasado nombres ilustres de la artesanía belenística murciana como Jesús Griñán o Nicolás. Desde que abrió el primer taller, junto con Ortigas, estuvo José Fernández (padre) y después su hijo, José Fernández Martínez (2009), como encargado del taller. Gracias a su experta dirección, tesón y esfuerzo por renovar algo que se veía desfasado, Fernández (hijo) llevó a Manuel Ortigas a su época de mayor esplendor industrial.

Durante el periodo de mayor florecimiento de la industria, Ortigas instaló un taller de similares características en Perú que llego a funcionar durante unos cuantos años.

De forma inexplicable las relaciones de Ortigas y Fernández (hijo), director técnico desde la muerte de su padre, empezaron a resquebrajarse y Fernández optó por dimitir hacia el año 1970. Ortigas le regaló un juego completo de moldes para que pudiera trabajar con ellos y crear su propia empresa, lo cual hizo en 1978, creando la firma “Decorarte” en la carretera de El Palmar, y a la misma incorporó varios oficiales de la desaparecida industria Ortigas. Más tarde este taller se ubicó en la pedanía de Zarandona hasta su cierre en 2006. El 10 de Abril de 2009 falleció José Fernández.

La marcha de Fernández acrecentó los problemas internos y en el año 1978 la empresa realizó el primer expediente de cierre. Se intenta reflotar por parte de los trabajadores junto al apoderado de la empresa, Antonio Amador García, pero en año 1979 y ante la falta de apoyo económico, la empresa acabó cerrando el 31 de marzo.

Como viajante

Ortigas empezó como viajante, representando las figuras de Gregorio Molera. Trabajaba con Molera, también como viajante, Juan Antonio Mirete Rubio. Sucedió que con la decadencia del taller de Molera, allá por los años 30 del siglo XX, Ortigas y Mirete decidieron crear sociedad y se instalaron por su cuenta. Dedicando la actividad de su taller a la creación de santos, quedando las figuras de belén en segundo término.

Pese a la amistad que los unía, no tardaron en darse cuenta de que debían atender a sus clientes por separado. He aquí que en 1933, Ortigas abrió su primer taller en la carretera de Monteagudo, para luego trasladarlo de forma definitiva a Torre de Romo.

Su modelista por aquel entonces, era Pedro Hernández y su hombre de confianza y administrador, José Fernández (padre). Contó, además, con la maestría de Punteres, juguetero experto en cartón; de esta forma, Ortigas aseguraba los ingresos durante todo el año, pues alternaba la fabricación y venta de figuras de belén y santos con los juguetes de cartón.

Comercial

El papel de Ortigas siempre fue el de comercial, que era lo que sabía hacer además de forma excepcional. Así que además de los belenes, santos y juguetes, en su taller se fabricaban figuras decorativas, algunas con la imagen de personajes tan populares como "Popeye" o el "pato Donald".

En cuanto a las figuras de belén, se fabricaban en tres estilos: el murciano corriente, el granadino y el conocido como "género fino" de línea hebrea. Al principio las figuras se policromaban con pinturas al huevo compuestas en la propia cáscara, que daban a la figura un tono satinado muy fino, pero con el tiempo se descascarillaba. También se utilizaban las denominadas como pinturas al barniz o de carro, obtenidas en el taller a partir de pinturas de tierra compradas en las droguerías.

Empezó con la transformación del modelaje, llamando como modelista a Manuel Jiménez Oviedo, quien supo plasmar las ideas de Fernández. Obtuvieron así toda una nueva colección de figuras, en las que también había cambiado la policromía. Se sustituyó pues la pintura de una sola tonalidad por otra rebosante de matices, gracias a la idea que tenía Fernández de mezclar la pintura con anilinas y las figuras cobraron esplendor y belleza.

Direccion Artísitica del Taller

Durante los veintiocho años que Fernández estuvo al frente de la dirección artística del taller, la fábrica se había encumbrado hasta tal punto que les llovían los pedidos, se les había galardonado con numerosas distinciones y premios; vendiendo la producción no sólo en España, sino también en Venezuela, México, Panamá, Bélgica, Cuba, Estados Unidos y Francia, dedicando a la exportación a estos países un 10% de la producción anual.

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Como anécdota, queda la instalación del Belén Monumental del Ayuntamiento de Murcia en 1971, como representación del Gremio de Artesanías Varias, que contaba con 500 figuras de las cuales, por decisión de Fernández, se colocaron directamente en el césped del Jardín de Santa Isabel, puesto que no tenían una plataforma adecuada y al parecer, la Comisión de Cultura y Festejos del Ayuntamiento no se prodigó en colaboración.

Durante aquellos días llovió intensamente, sin embargo las figuras no sufrieron daños pues habían sido impermeabilizadas a conciencia. Lo que sí ocasionó daños fue la buena voluntad de la gente, que arrojaba monedas, como viene siendo costumbre en los belenes públicos, dañando las piezas.

La ambición de Ortigas por aquel entonces le llevó a abrir taller en Perú, que, a diferencia del instalado en Madrid en 1940, sí que llegó a funcionar, aunque se sabe bien poco de su desarrollo.

Cierre de la Fabrica

A sus 84 años, vivía en Madrid. Pese a varios intentos por reflotar la fábrica por parte de los empleados entre 1978 y 1979, vieron el cierre definitivo el 31 de marzo de 1979. Las existencias fueron vendidas para liquidar a los empleados y el resto, moldes, figuras, fueron sacadas a subasta.

Muerte

Falleció en Madrid, a las 23:00h del 24 de diciembre de 1980.

Fuentes