Marino Aineto Castro

Marino Aineto Castro
Información  sobre la plantilla
Aineto Castro.jpg
Datos personales
Nacimiento18 de agosto de 1873
Murillo de Gállego, Comunidad Autónoma de Aragón, Bandera de España España
Fallecimiento5 de mayo de 1931
Milán, Bandera de Italia Italia
Nacionalidadespañola
OcupaciónCantante de ópera.
ParejaOlimpia Brossio.
Hijos3 (Carlos, Vally y Mauricia)
Datos artísticos
ÁreaEstudioso de las artes y las letras.

Marino Aineto Castro, fue cantante de ópera español.

Síntesis biográfica

Nació el 18 de agosto de 1873 en Murillo de Gállego, España.

Trayectoria de su vida

Rápidamente adquiere un alto grado de preparación, tal es así que, apenas transcurridos cinco años, hace su debut en Madrid en el teatro Jardín del Buen Retiro haciendo el papel de Nevers de la ópera Les Huguenots, de Giacomo Meyerber. A dicha representación asiste el gran maestro titular del Teatro Real, Cleofonte Campanini que queda altamente complacido de las aptitudes y potencialidades artísticas del incipiente cantante. La infanta Isabel en persona se interesa por Aineto y le concede una beca para poder ampliar sus estudios en el extranjero. Se va a Italia y recala en Roma, Milán y Venecia. Asiste a la academia de maestro Farinilli. Se interesa por las óperas wagnerianas y marcha a Bayreuth para aprender repertorio. Mas tarde, fija su residencia en Milán y se casa con la soprano italiana Olimpia Brossio y milaneses son los tres hijos fruto de este matrimonio: Carlos, que muere a corta edad, Vally y Mauricia. El rostro de su infortunado hijo quedará plasmado para la posteridad en el conjunto escultórico de mármol blanco que desde Florencia, Aineto envía a la localidad oscense de Alerre con motivo del fallecimiento de su madre.

En noviembre de 1899 debuta en el Teatro Real de Madrid con Rigoletto junto a la afamada mezzosoprano oscense Fidela Gardeta y la dirección del citado Campanini. Supera la prueba con el suficiente éxito para pisar el egregio coliseo con la asiduidad de los grandes artistas. Lo hace en las temporadas 1899-1900, con La Bohème y L’africaine, en 1901-1902 con Sigfried, Tosca, La Bohème, L’africaine y Lucia di Lammermoor, ópera que canta con la gran soprano Maria Barrientos y el debutante tenor Francisco Granados, en 1913-1914, con I Puritani, Carmen, Parsifal y Les huguenots. El 16 de enero de 1914 interviene en un festival a beneficio de la Asociación de Prensa. El 29 de ese mismo mes hace el Yago de Otello. El periódico madrileño «La Época» hace el siguiente comentario: «merece elogios justos y muy sinceros nuestro compatriota Aineto, encargado del difícil papel de Yago. Aineto triunfó anoche de un modo elocuente y persuasivo, mostrándose artista de cuerpo entero. Cantó de modo irreprochable y cada una de sus escenas fue un éxito indiscutible, y no por ser español ha de estar este artista oscurecido o postergado. El unánime aplauso del público demostró anoche que la labor de Aineto es de su agrado». A continuación intervino en Lohengrin y el 10 de marzo de 1914, con motivo de la despedida de la compañía de la que es titular, se ofrece un festival lírico. La prensa madrileña se hace eco de este evento en la siguiente forma: «Aineto brindó al auditorio las delicias de su bonita media voz y de su arte exquisito en el aria de Un ballo in maschera, una canción andaluza y Meus amores, la deliciosa canción gallega...». Esta es la última vez que canta en este real teatro. En las citadas actuaciones ha cantado con sopranos como la Barrientos, Eva Tetrazzini, Amelita Galli-Cursi, etc, y ha alternado, en ocasiones, cartel con los barítonos Ramón Blanchard y Viglione Borghese; ha dado réplica a mezzos como la Gardeta, Cisneros, Pangrazy, Sthele; a tenores como Palet, Bonci, Cisneros, Giraud, Chiodo; y a bajos como Mansueto, Carlos del Pozo, etc.

Cuando su azarosa vida artística se lo permite hace un hueco para visitar a los suyos que viven en Huesca y en su provincia. El 11 de agosto de 1903, en plenas fiestas laurentinas y acompañado de Fidela Gardeta canta ante sus paisanos en el Teatro Principal, en un festival organizado por el Orfeón Oscense.

En el verano de 1906 vuelve otra vez. Es esta ocasión lo hace acompañado de su esposa Olimpia Brossio. Juntos y en el mismo escenario antes citado, el 16 de julio, dan un amplio concierto de ópera, zarzuela y cantos regionales.

En 1901 se presenta como empresario y cantante en el Teatro Principal de Zaragoza. Trae consigo a la Gardeta y al tenor zaragozano Julián Biel que se hacen cargo de Il trovattore, Carmen y Les huguenots. La prensa habla en términos como: «del sobresaliente mérito de la trinidad artística de la Gardeta, Biel y Aineto... ¡Trinidad lírica envidiable, honra de Aragon!».

En este mismo año la prensa de Santander destaca los éxitos que están cosechando Marino Aineto y Julián Biel.

En abril de 1902 vuelve a aventurarse como empresario y se hace cargo de la temporada de ópera de Oviedo en el Teatro Campoamor. La Compañía la forman un total de 126 personas y se programan las óperas Aida, L’Africaine, La Bohème (estreno en Oviedo) y Rigoletto. El diario asturiano «El Carbayón» comenta que «nunca se había visto en Oviedo una compañía de ópera tan numerosa, tan igual y tan excelente y que nunca se volverán a oír en esta ciudad obras tan admirablemente cantadas. El sacrificio que eso representa para el rumboso empresario y aplaudido Sr. Aineto es grande... como cantante tiene una voz voluminosa, de mucha extensión, timbre dulce y agradabilísimo y una facilidad de emisión que asombra...»

En esa época está en sus comienzos, tiene 29 años y su repertorio ya consta de una treintena de óperas incluyendo la Tetralogía de Wagner. Este asombroso bagaje irá aumentando hasta llegar al final de su corta vida artística, a 64 obras.

A lo largo de su carrera recorre con la firmeza que da una buena preparación los escenarios de Parma, Módena, Palermo, Milán (con Aida en la Escala y diez Ballos in maschera y 11 Favoritas en el Lírico), Turín, Roma, Verona, Busseto, Catania, Florencia, Brescia (en el Teatro Grande, festejadísimo en la Gioconda junto al principiante tenor Aureliano Perfile), Lendinara, Génova, Venecia (en la Fenice donde le hacen bisar pasajes de la Gioconda), Pistoia, Cento, Pesaro, Mofetta, Messina, Perugia, Lugo, Ferrera, Monferrato, Bologna y Pisa (en un periódico florentino, especializado en ópera, tras su actuación en la ópera Loreley de Catalani, en el teatro Verdi de Pisa se lee los siguiente: «artista de probada base, fue superior a la exigencia del papel de Hermann que ya de por sí requiere precisión escénica y vocal. El auditorio apreció en el egregio artista riqueza de voz, sentimiento en la expresión, facilidad de emisión, potencia de agudos y fue calurosamente aplaudido...».

Fuera de Italia cantó en Lyon, Bucarest, Nueva York, La Habana, Cienfuegos, Humacao, Filadelfia, San Francisco, Los Angeles, Buenos Aires, Córdoba y México. En esta última ciudad, su periódico «El ideal», especializado en Arte y Música, publicaba el 22 de octubre de 1906: «El barítono Marino Aineto es un cantante de primera magnitud. Tiene una voz magnífica. Emite con una corrección asombrosa. Vocaliza como lo hacen los maestros de verdad. Siente lo que canta y se presenta muy bien en escena. En el famoso concertante recordó los tiempos en que Ronconi hacía ponerse de pie a los públicos de Europa. Marino es, en una palabra, cantante digno de alternar con la Barrientos y de figurar en los cuadros de ópera como estrella de primer orden...».

En Buenos Aires, en 1905 actúa en los teatros: San Martín, Marconi, (en estos dos escenarios coincide con su esposa Brossio en varias óperas) y Vitoria y seis años más tarde en el Coliseo (haciendo el Yago de Otello que lo interpreta Julián Biel), cerrando el ciclo bonaerense en el Politeama.

Otro de los teatros argentinos donde destacó fue en el Rivera Indarte de Córdoba, con cuatro óperas distintas junto al famoso tenor Florencio Constantino.

En el Gran Teatro del Liceo de Barcelona actúa en las temporadas de primavera de 1908 y de 1920. En la primera debuta con Lucia di Lammermoor, junto a Graziella Pareto, Francesco Fazzini y Domenico Acerbi como director. Más tarde actúa con Manón (Massenet); Giuseppina Baldassare, Edoardo Garbin, Conrat Giralt y Edoardo Vitale como director.

Realizó el papel de Marcello de La Bohème alternando con Giuseppe Kaschmann, acompañados por Edoardo Garbín y Lina Pasini-Vitale bajo la misma batuta de la anterior representación.

En la segunda temporada, la de 1920, la inicia haciendo el Escamillo de Carmen junto a Sara Blanco Sadun, Antonio Montero de Espinosa y Salvatore Messina como director. Son los días 5 y 8 de abril. Acaba su experiencia en este Gran Teatro del Liceo con el estreno de la ópera de Mascagni Isabeau en el que hace el papel de Re Raimondo, siendo sus protagonistas principales Lia Re-Mondini, Mary Valverde, Enriqueta Aceña, Giuseppe Campioni y su director el ya nombrado Salvatore Messina.

A continuación, en mayo hace una Bohème coincidiendo con la inauguración del restaurado teatro de Mataró, Clave Palace y en el verano de ese mismo año actúa en varias ocasiones en los festivales líricos que se dan en la plaza de toros de Barcelona.

Su última actuación sobre un escenario fue en Italia en el teatro Grande di Brescia cantando la misma ópera con la que había iniciado su carrera: Les Huguenots.

Se retira a no muy avanzada edad. Sus últimos años los dedica a promocionar cantantes nuevos y espectáculos líricos.

Muerte

Muere en Milán, Italia el 5 de mayo de 1931 con 58 años de edad.

Discografia

  • Según el eminente musicólogo Joaquín de Sagarmínaga, en su Diccionario Lírico de cantantes españoles, en el apartado dedicado a Aineto, comenta que al menos existen nueve grabaciones, fechadas todas entre 1903 y 1904, que incluyen las Seguidillas y el Tango de Marina y la romanza de El Grumete, ambas de Arrieta; el monólogo de la La tempestad, de Chapí; Javeras y Parranderos, de Chatêau-Margaux, de Fernández Caballero.
  • El canto del presidiario, que era una tonada muy sentida de Álvarez; y tres fragmentos de Gaztambide: El juramento, Unha noite na eira do trigo y Los borrachos. A estos títulos hay que añadir el Meus amores de Baldomir, de Odeón, canción gallega muy de la predilección de Aineto (llegó a cantarla en el Teatro Real de Madrid y en el Principal de Huesca) que aparece en Internet y la canción Kirie Eleison de la zarzuela Las Aparecidas, de Fernández Caballero, pasada a cinta magnetofónica y perteneciente al magno archivo del citado musicólogo.


Fuentes