Martí: la ciencia y la técnica

Martí: la ciencia y la técnica
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Martí: la ciencia y la técnica, es un tema que hace más universal el conocimiento y las ideas de José Martí quien convencido de la importancia creciente de la ciencia y la técnica en la cultura contemporánea se propuso humanizarla en beneficio de las nuevas generaciones de América.

La ciencia y lo bello

Ejemplo singular de hombre de formación esencialmente humanística, que comprendió a plenitud la necesidad de poseer una cultura integral a la altura de su tiempo, fue Martí. Poeta que anotó en un cuaderno hace más de 100 años: No hay verdad moral que no quede expresada, por la mejor de las comparaciones poéticas, como un hecho físico. En carta escrita a María Mantilla poco antes de morir en tierra cubana escibió: Donde yo encuentro poesía mayor es en los libros de ciencia, en la vida del mundo, en el orden del mundo, en el fondo del mar, en la verdad y la música del árbol, y su fuerza y amores, en lo alto del cielo, en sus familias de estrellas, y en la unidad del universo que encierra tantas cosas diferentes, y es todo uno… Confesó haberse extasiado ante la incomparable belleza de ciertos trabajos científicos, constituye una evidencia de que no se reduce a la ilusión de un poeta de imaginación desbordada el vínculo que advirtió entre ciencia y poesía.

A la altura de la época

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Martí refleja la arraigada convicción

“… educar es depositar en cada hombre toda la obra humana que le ha antecedido: es hacer de cada hombre resumen de todo el mundo viviente, hasta el día en que vive… ”.

Y deriva la insistencia al hacer énfasis sobre la vertiente científica y técnica de la educación, dice claramente:

“ En tiempos teológicos, universidad teológica. En tiempos científicos, universidad científica. Pues ¿Qué es ver una cosa, y no saber que es?... Que la enseñanza científica vaya como la savia en los árboles, de las raíz al tope de la educación pública. Que la enseñanza elementalmente científica: que en vez de la historia de Josué, se enseñe la formación de la tierra”.

En el siglo del progreso

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El sigo XIX es uno de los más pletóricos en descubrimientos e invenciones en la historia de la humanidad. “Siglo de ferrocarriles, de electricidad y de máquinas es el nuestro…”, al decir de Martí. En la época de José Martí no se registraban trabajos notables en Cuba, en disciplinas tales como las Matemáticas, la Física o la Química, pero si sobresalieron aportes en la Medicina y la Biología.

Su visión de la física

El Héroe Nacional, fundador del Partido Revolucionario Cubano escribió versos renovadores y fue paralelamente un observador atento del desarrollo que alcanzaban entonces las ciencias naturales. Del libro El sol cambia su posición en el especio, publicado en los primeros años de la década de los 80 del siglo pasado, Martí dijo: el astro rey no puede ser considerado como un cuerpo en reposo; del mismo modo que realiza anotaciones sobre el análisis que hace del espectro solar y las sustancias que se encuentran en la atmósfera, haciendo alusiones a otros libros sobre la materia y al genial Isaac Newton.

Su visión de la Petrografía

Maravillan sus artículos sobre Petrografía en los cuales explica sus fundamentos e importancia práctica; o el de los minerales de carbono, donde se atreve a predecir que “la fabricación artificial del diamante es un triunfo posible para la ciencia que tarde o temprano se ha de obtener.

Su visión geológica

En “Formación geológica de Cuba”, hace una reseña de un artículo publicado en El Engineering acerca de los arrecifes coralinos que rodean la isla. La Revolución Socialista ha hecho realidad el ideario martiano y el desarrollo de la ciencia y la tecnología en el país marcha con paso firme, se hace necesario el análisis de esta faceta poco conocida del Héroe Nacional para que los científicos puedan conocer y esclarecer que el hombre de letras, el revolucionario, el humanista, el soldado no estuvo nunca reñido con el divulgador científico, el soñador, el visionario de la ciencia.

Fuente

  • Revista Juventud Técnica No. 265. 1989.