Martín Miguel de Güemes

Martín Miguel de Güemes
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Militar y patriota argentino
Nacimiento8 de febrero de 1785
ciudad de Salta,
provincia de Salta,
gobernación de Tucumán,
virreinato del Río de la Plata,
Reino de España Bandera de España
Fallecimiento17 de junio de 1821 (36 años) 
aldea de Cañada de la Horqueta,
provincia de Salta,
República Argentina Bandera de Argentina
Ocupaciónmilitar y político
PredecesorMiguel Francisco Aráoz
SucesorJosé Francisco Ignacio de Gorriti
Partido políticoEjército patriota

Martín Miguel de Güemes (Salta, 8 de febrero de 1785 - Cañada de la Horqueta, 17 de junio de 1821) fue un militar y patriota argentino. Luchó contra las dos invasiones británicas a la ciudad de Buenos Aires (en 1806 y 1807), y en 1810 unió sus tropas a la triunfante Revolución de Mayo, que independizó a Argentina de España. En noviembre de ese año contribuyó a la victoria de las fuerzas rioplatenses en Suipacha. Fue elegido gobernador de la provincia de Salta.

Escudo de armas de la aristocrática familia Güemes.

Síntesis biográfica

Trayectoria militar

Descendiente de una acaudalada familia que le pudo brindar una esmerada educación, cursó estudios en el Colegio de San Carlos de Buenos Aires.

Desde la adolescencia manifestó una clara vocación militar y desde los 14 años sirvió en el regimiento de infantería de su ciudad natal. Participó luego en la defensa de Buenos Aires durante las invasiones británicas. Santiago de Liniers le nombró en 1807 su ayudante y teniente de su escolta de granaderos.

Tras la Revolución de Mayo (25 de mayo de 1810), se incorporó a las fuerzas independentistas, siendo destinado al Alto Perú (actual Bolivia). Formó parte de las tropas victoriosas en Suipacha, el 7 de noviembre de 1810. Regresó a Buenos Aires y colaboró en el sitio de Montevideo.

Al morir su padre en 1808 regresó a Salta para hacerse cargo del patrimonio familiar. Abrazó luego el movimiento independentista de 1810 y formó un grupo de caballería con el que se situó en Humahuaca, con objeto de interponer una fuerza patriota entre las filas realistas del Alto Perú y del Río de la Plata.

Combatió en las batallas de Cotagaita y Suipacha, pero tuvo divergencias con Juan José Castelli y volvió a Salta.

Regresó definitivamente a Salta en 1815. Gracias a su experiencia militar, pudo ponerse al frente de la resistencia a los realistas, organizando al pueblo y militarizando la provincia. El 15 de mayo de 1815 fue electo gobernador de su provincia, cargo que ejercería hasta 1820.

A fines de noviembre de 1815, tuvo una controversia con el traidor militar argentino José Rondeau, jefe de las tropas del Alto Perú, quien intentó quitarle 500 fusiles a los gauchos salteños, para entregárselos al ejército del norte, que tras la derrota independentista en Sipe Sipe, se encontraba varado. Güemes se opuso, pues significaba desarmar prácticamente a la provincia. Ignacio Álvarez Thomas, director supremo provisional de las Provincias Unidas del Río de la Plata, medió en el conflicto, decidiendo que Salta continuara con sus métodos de guerra gaucha (guerra irregular o guerrilla) bajo la conducción de Güemes.

Muy poco después, el Congreso de Tucumán designó director supremo a Juan Martín de Pueyrredón. El nuevo jefe del ejecutivo viajó a Salta ante las críticas y sospechas de muchos porteños, que dudaban de la capacidad militar de Güemes y sus gauchos, y quedó tan conforme que ordenó que el ejército del norte se retirara hasta Tucumán y ascendió al caudillo salteño al grado de coronel mayor. José de San Martín apoyó la decisión de Pueyrredón y confirmó los valores militares y el carisma de Güemes, confiándole la custodia de la frontera norte del país.

A principios de 1817, Güemes fue informado sobre los planes de invasión a Salta de unos 3500 hombres bajo el mando del general José de la Serna. Eran veteranos vencedores de Napoleón Bonaparte. Güemes puso a la provincia en pie de guerra, y organizó un verdadero ejército popular en partidas de no más de veinte hombres. El 1 de marzo de 1817, logró recuperar Humahuaca y se dispuso a esperar la invasión. Los realistas, que acamparon en las cercanías, habían recibido refuerzos y ya sumaban 5400. La estrategia de Güemes fue una aparente retirada con tierra arrasada, pero con un permanente hostigamiento con tácticas guerrilleras. En estas condiciones, las fuerzas del general José de La Serna e Hinojosa llegaron a Salta el 16 de abril de 1817. El boicot de la población salteña fue absoluto y las tropas sufrieron permanentes ataques relámpago.

Las noticias que llegaron desde Chile confirmando la victoria de San Martín en Chacabuco, hicieron que De la Serna decidiera emprender la retirada hacia el Alto Perú con sus fuerzas prácticamente desmoralizadas.

En marzo de 1819, se produjo otra invasión realista a la devastada provincia, pero los auxilios de las clases altas de Salta no llegaron nunca por temor a que Güemes aumentara su poder con los gauchos armados, a quienes solo reconocían como peones de sus haciendas. El gobernador Güemes tomó la decisión de aplicarles impuestos forzosos sobre sus fortunas y haciendas.

En 1820, la lucha entre las fuerzas directorales y los caudillos del Litoral llegó a su punto culminante con la victoria de los federales en Cepeda. Caían las autoridades nacionales y comenzaba una prolongada guerra civil. En ese marco, se produjo una nueva invasión española. San Martín, desde Chile, le pidió a Güemes que resistiera y le reiteró nuevamente su absoluta confianza, nombrándolo Jefe del Ejército de Observación sobre el Perú.

Derrota

El año 1821 fue sumamente duro para Güemes, porque a la amenaza de un nuevo ataque español se sumaron los problemas derivados de la guerra civil. Debía atender dos frentes: al norte, los españoles; al sur, el gobernador de Tucumán, que aliado a los terratenientes salteños, hostigaba permanentemente a Güemes, quien sería derrotado el 3 de abril de 1821.

Deposición del cargo de gobernador

El Cabildo de Salta, dominado por los sectores conservadores, aprovechó la ocasión para deponer a Güemes de su cargo de gobernador. Pero a fines de mayo Güemes irrumpió en la ciudad con sus gauchos y recuperó el poder. Todos esperaban graves represalias, pero éstas se limitaron a aumentar los empréstitos forzosos a sus adversarios.

Asedio final

Estas divisiones internas debilitaron el poder de Güemes y facilitaron la penetración española en territorio norteño. Los sectores poderosos de Salta no dudaron en ofrecer su colaboración el enemigo para eliminar a Güemes.

El coronel salteño a las órdenes del ejército español José María Valdés, alias Barbarucho, buen conocedor del terreno, avanzó con sus hombres y ocupó Salta el 7 de junio de 1821. Valdés contó con el apoyo de los terratenientes salteños, a los que les garantizó el respeto a sus propiedades.

Muerte

Güemes, que se había refugiado en casa de una hermana, al escuchar unos disparos decidió escapar a caballo, pero en la huida recibió un balazo en la espalda. Llegó gravemente herido a su campamento de Chamical con la intención de preparar la novena defensa de Salta. Reunió a sus oficiales y les transfirió el mando y dio las últimas indicaciones.

Murió el 17 de junio de 1821 en la Cañada de la Horqueta.

Fuente