Melanoma metástasico

Melanoma metastásico
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Concepto:Suele hacerlo primero a los ganglios linfáticos cercanos. También puede propagarse a través del torrente sanguíneo. Suelen detectarse metástasis distantes de un melanoma en la piel, el hígado, los pulmones, los huesos y el cerebro. Si el melanoma está en una pierna o en un brazo, las metástasis se suelen encontrar primero en las zonas más altas de esa pierna o ese brazo.

Melanoma metastásico: Es un tipo de melanoma que ha evolucionado a un estadio de la enfermedad en el que las células tumorales, en lugar de permanecer localizadas, se han diseminado a otras zonas del cuerpo.

Formas de presentación

El comportamiento biológico del melanoma puede presentar varias fases: una en la que el crecimiento de la tumoración es radial y, por lo tanto, no puede producir metástasis, y otra en la que el crecimiento es vertical. Esta fase implicará que el melanoma aumenta de grosor y que la tumoración invade las capas más profundas de la piel y el tejido bajo esta y tendrá capacidad de producir metástasis linfáticas o sanguíneas. El desarrollo de metástasis es, por tanto, el resultado de una serie de eventos tales como la existencia de células separadas del tumor primario, la invasión de la membrana basal, la migración hacia el torrente sanguíneo o a la circulación linfática por donde pueden llegar a producir la invasión y crecimiento en otros órganos, como el hígado, el intestino grueso, etcétera.

Causas

Hay una serie de factores de riesgo que aumentan las posibilidades de sufrir un melanoma. Los más importantes son: la presencia de antecedentes de melanoma familiar, tener un número elevado de nevus y haber tenido un melanoma previamente. Como factores ambientales destaca la radiación solar ultravioleta. No hay una causa concreta para que el melanoma acabe desarrollando un crecimiento vertical y, por lo tanto, tenga riesgo de producir metástasis. Sin embargo, el desarrollo del tumor es más frecuente y más agresivo en pacientes que tienen inmunosupresión: pacientes con inmunodeficiencias primarias, linfomas, tratamie

Sintomas

Las manifestaciones del melanoma metastásico son similares a las del melanoma. En la mayoría de los casos suelen ser el cambio en el tamaño, la forma, el color y la sensación de un lunar ubicado en el cuerpo. Sin embargo, los pacientes con este tipo de cáncer además tendrán otros síntomas en función del órgano en el que aparezca la metástasis. Además, hay que estar atentos a cualquier síntoma como la pérdida de peso sin justificación o la aparición de dolores de cabeza y dolores óseos. El motivo es que el melanoma tiene la capacidad de hacer metástasis en cualquier órgano.

Prevención

En el caso de un paciente que ya ha tenido un melanoma es muy importante que se revise la cicatriz y la zona que rodea a esta en busca de granitos, puntos, nódulos o heridas. También es fundamental tocarse la cuenca ganglionar (la axila, la ingle o el cuello, dependiendo de dónde ha tenido el melanoma) buscando si hay irregularidades. Asimismo, para prevenir la metástasis se emplea el tratamiento adyuvante. Este tratamiento se da a los pacientes con melanoma con riesgo intermedio-alto de metástasis y en estadio III (enfermedad metastásica regional ganglionar).

Tipos

No existen tipos, como tal del melanoma metastásico, pero sí hay formas que están más asociadas a la posibilidad de desarrollar metástasis:

  • Melanoma nodular: El grosor de estos melanomas suele ser mayor, un aspecto que influye en la probabilidad de que haga metástasis.
  • Melanoma desmoplásico: Es una variante clínico patológica poco frecuente cuya manifestación clínica más común es una lesión banal que posteriormente desarrolla un tumor profundo, fibroso y con predominio de células fusiformes.

Este tipo se caracteriza por tener tendencia a las recidivas locales múltiples con gran capacidad de infiltración local y desarrollo de metástasis.

  • Melanoma ocular: Según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), supone menos del 5 por ciento de los melanomas y no parece que tenga relación con la exposición solar.

Este tumor puede afectar a la coroides, al cuerpo ciliar y, en ocasiones, al iris. La mortalidad es muy elevada porque tiende a la diseminación hepática.

Diagnóstico

Cuando el especialista ha diagnosticado el melanoma, el estudio de la lesión primaria y las exploraciones complementarias ayudarán a determinar si el cáncer tiene metástasis. Las pruebas que se utilizan son:

  • Mapeo de ganglios linfáticos: El especialista inyectará una sustancia radiactiva cerca del tumor. Esta sustancia viajará por los conductos linfáticos hasta el ganglio y el médico podrá obtener información sobre si el cáncer se ha diseminado.
  • Exploración con PET: Esta prueba es la más eficaz para comprobar si existe metástasis. El médico inyectará en la vena del paciente una cantidad pequeña de glucosa radiactiva y, a continuación, el escáner rotará alrededor del cuerpo para tomar imágenes de los lugares que usan esa glucosa. Los tumores malignos son más visibles (brillan en las imágenes) porque al estar más activos consumen más glucosa que las células normales.
  • Análisis de sangre: La analítica de sangre aportará información sobre la lactato deshidrogenasa (LDH), enzima relacionada con la carga tumoral en los estados más avanzados del melanoma.

Tratamientos

Por lo general, el melanoma metastásico es incurable. Por este motivo las terapias que los especialistas suelen aplicar son paliativas. No obstante, en los últimos años se están produciendo muchos adelantos en investigación que están revolucionado las circunstancias de este tipo de cáncer. Los tratamientos actuales son:

  • Quimioterapia e inmunoterapia: Tal y como señalan desde la SEOM, en la actualidad el tratamiento de la enfermedad diseminada tiene que ir precedido por la determinación de la mutación V600E de BRAF (un gen que codifica las proteínas implicadas en la señalización del receptor de crecimiento epidérmico provocando la división celular y el crecimiento incontrolado) en el tejido tumoral.
  • Radioterapia: El tratamiento con radioterapia está indicado para el control sintomático de las metástasis óseas dolorosas, la compresión medular o las metástasis cerebrales.
  • Cirugía: En algunos pacientes que tienen la enfermedad metastásica localizada, la intervención quirúrgica con el objetivo de extirpar las metástasis puede prolongar la supervivencia del paciente, siempre y cuando sean accesibles, de pequeño a mediano tamaño y con una o pocas localizaciones.

Además, también puede administrarse en el tratamiento local de recidivas tumorales y de metástasis en tránsito. Para los melanomas sin mutación BRAF, o para los mutados BRAF que hayan progreso pese a la administración del tratamiento, los especialistas pueden administrar agentes para estimular la actividad antitumoral de los linfocitos T citotóxicos. La terapia con quimioterapia clásica ha quedado relegada a los casos en los que estos fármacos no funcionan o no están disponibles.

Pronóstico

  • El melanoma metastásico causa más de 900 muertes cada año en nuestro país, según el informe las cifras del cáncer en España 2020, elaborado por la Sociedad Española de Oncología Médica.
  • En los pacientes con melanoma, la supervivencia a los 5 años es la siguiente:
  • Estadio I (enfermedad limitada a la piel. Bajo riesgo): 98%
  • Estadio II (enfermedad limitada a la piel. Riesgo intermedio-alto): 90%
  • Estadio III (enfermedad metastásica regional ganglionar): 77%
  • Estadio IV (enfermedad metastásica a distancia): 25%, pero este dato está cambiando gracias a la introducción de las nuevas terapias en el arsenal terapéutico del melanoma.

Fuentes

  • www.cigna.com › melanoma-metastasico-hw206142
  • cuidateplus.marca.com › Enfermedades › Cáncer
  • www.cancer.net › tipos-de-cáncer › opciones-de-tratam...