Convento de Santa Paula (España)

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Monasterio de San Paula
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MonasterioaSanPaula.jpg
TipoMonasterio de clausura
UbicaciónSevilla Bandera de España
Uso
CultoIglesia católica
DiócesisArchidiócesis de Sevilla
OrdenOrden de San Jerónimo
Arquitectura
FundadorAna de Santillán

Monasterio de Santa Paula, de Monjas Jerónimas, es uno de los más representativos y de los más accesibles porque las monjas tienen una Colección Artística Permanente que se puede visitar, y desde la cual puede contemplarse parte de los claustros.

¿Quién fue Santa Paula?

Una gran patricia romana, descendiente de los Gracos y de los Escipiones, conquistadores de España, les debió su nombre de Paula. En el siglo IV, cuando lloraba su viudez, se encontró en Roma con San Jerónimo, que venía del desierto a ser intérprete de unos obispos orientales, citados a concilio por el papa español San Dámaso.

Después de haber hecho en Roma una experiencia de vida monástica, dedicados al estudio de las Sagradas Escrituras, a la recitación de los salmos y a la vida de caridad evangélica, marcharon a Tierra Santa y fundaron en Belén dos monasterios: uno de varones y otro de mujeres en el año 386.

Fundación

Este Monasterio fue fundado por Doña Ana de Santillán en 1473. Así las monjas que desde hace más de cinco siglos se han relevado por la gracia de Dios, sin pausa, dentro de estos muros, consagradas a la alabanza divina y al estudio amoroso de la Sagrada Escritura, han conservado con amor y sacrificio este patrimonio artístico que la Providencia ha encomendado a su cuidado para que lo transmitan a su vez a las nuevas generaciones para bien de la Iglesia y del mundo. Fue el primero de la ciudad de Sevilla que recibió la declaración como monumento histórico-artístico perteneciente al Tesoro Artístico Nacional mediante decreto de 3 de junio de 1913 y por eso tiene la consideración de BIC.

Hacia 1483 doña Isabel Enríquez, viuda del condestable de Portugal, promovió la edificación de la actual iglesia del convento. En los muros laterales de la cabecera se ven los sepulcros de doña Isabel, de su esposo el condestable y de un hermano de ésta, con sus emblemas heráldicos donde se combinan las armas de los Enríquez y de Portugal.

Estructura

Cuenta con dos entradas desde el exterior, una de ellas abierta a través del compás de los locutorios, que permite llegar a la puerta reglar, las dependencias de las hermanas porteras, el museo conventual y la capilla del Sagrado Corazón. La otra, de acceso a un recoleto compás que lleva hasta la iglesia y otras dependencias de servicio, muestra al exterior una portada de ladrillo que presenta un arco conopial entre baquetones. Entre los dos accesos citados se encuentra la vivienda del capellán.

Historia

Es un convento representativo del gusto de los Reyes Católicos. En la que se unen estructuras góticas, técnica constructiva mudéjar y decoración renacentista.

Como la portada del siglo XVI, decorada por ángeles y cartelas góticas realizadas por Pedro Millán, cerámicas de Niculoso Pissano y Andrea della Robbia.

La iglesia presenta una sola nave cubierta por un artesonado obra de Diego López de Arenas de1 623, el presbiterio ligeramente más elevado, se cubre con bóvedas de nervaduras. El claustro es de estilo mudéjar. El retablo mayor es obra barroca de 1730 realizada por José Fernando de Medinilla.

Destacan los zócalos realizados con la técnica de la cuerda seca, que revisten la capilla mayor junto con el escudo elaborado con la misma técnica que adorna el sepulcro de D. León Enriquez. La imagen de Santa Paula se atribuye a Andrés de Ocampo de finales del siglo XVI y podría proceder de antiguo retablo.

El Museo expone al público piezas de orfebrería y obras de arte antes relegadas en la clausura.

Zona de clausura

Cuenta con dos claustros, uno principal realizado por Diego López Bueno en el siglo XVII, se amplía el convento a consecuencia del auge de la comunidad, haciendo éste el claustro principal a costa del otro más pequeño, conocido como patio viejo. Ambos quedan comunicados entre sí mediante una arquería de cuatro vanos sobre columnas pareadas y arcos de medio punto.

El perímetro del monasterio se destina para espacios auxiliares de menor entidad arquitectónica, tales como almacenes, lavaderos, ropería, algunas celdas dispersas, sin olvidar el antiguo noviciado, con estructura diferenciada de casa.

Localización

El Convento de Santa Paula se encuentra en la calle del mismo nombre. Cercano a las Parroquias de San Julian, San Román y San Marcos, y al Convento de Santa Isabel.

Etapas de las vida jerónima

Postulantado

Postulantado Etapa 1

Es un cruce de fronteras. Hay que salir, como Abraham, de la propia tierra y familia, para ir a un mundo desconocido que se nos promete dentro de la clausura. Es todavía una prueba seglar que permite experimentar esta vida, sin compromiso alguno. Puede durar de seis meses a dos años.

Noviciado

Superada la prueba del postulantado y, admitida la postulante al noviciado, comienza éste con el rito de iniciación a la vida religiosa. Es una etapa de conversión, un largo retiro, apartado del mundo, de limitado trato con familiares, encaminado a que la novicia aprenda las exigencias esenciales de la vida religiosa y para que se ejercite en la práctica de los consejos evangélicos. Tiempo fuerte de la vida religiosa que dura dos años.

Juniorado

Es la etapa que comienza con la primera profesión y termina con la profesión solemne. Está exigido por la necesidad de una adecuada preparación y del perfeccionamiento de la formación que supera las posibilidades que ofrece el breve tiempo del noviciado, a fin de llegar al grado de madurez vocacional para aceptar de manera consciente y responsable el compromiso definitivo. Por la profesión monástica quedamos consagradas a Dios e incorporadas a la Orden de San Jerónimo. El período de los votos temporales dura tres años.

Profesión solemne

Profesión solemne

La profesión solemne es una consagración total y perpetua a Dios, en la Iglesia, a través de la Orden.

La profesión solemne no significa un estancamiento, sino un nuevo punto de arranque, ya bien consolidado en la tierra, para la ascensión hacia Dios. Como preciosa ayuda de este perfeccionamiento, al que impulsan los votos y que se desarrolla en la práctica cotidiana de las exigencias de nuestra vocación, debe perseverar también a lo largo de toda la vida monástica la formación espiritual, doctrinal y técnica.

Galería

Fuentes