Movimiento 26 de julio en Pilón

Movimiento 26 de julio en Pilón
Información sobre la plantilla
Mov.26 de Julio.jpg
Fecha:enero de 1955
Lugar:Casa de los Sánchez
País(es) involucrado(s)
Bandera de Cuba Cuba
Ejecutores o responsables del hecho:
Celia Sánchez, Frank País, Pedro Miret

Movimiento 26 de julio en Pilón. Durante la Prisión Fecunda se gestó la idea de la creación de la organización revolucionaria – M-26- 7, idea que se materializó en los meses de mayo y junio de 1955 tras la salida de Fidel Castro y sus compañeros de prisión.

Creación del Movimiento 26 de Julio en Pilón

La reunión inicial para su creación se efectuó en la casa de Orestes Quesada; “las células no tenían una estructura de dirección definida pero cada una tenía un jefe. En Pilón era Oreste Quesada, en Ojo de Agua, Ezequiel Saborit y en Sevilla Juan León. Posteriormente el número de miembros creció y se creó una filial de jóvenes con misiones de propaganda y sabotaje.

Los miembros de dichas células provenían en lo fundamental de la ortodoxia y desde el punto de vista clasista la mayoría eran obreros y campesinos evidenciándose de esta forma lo que Fidel Castro escribiera a Melba Hernández el 4 de octubre de 1955. “No verán en nuestro “Movimiento” la presencia de ningún Fico, un Gerardo Vázquez y comparsa, sino gente nueva, humilde, luchadora, pobre, que no ha ocupado nunca ningún ministerio ni actas de senadores y representantes, ni participado nunca en ningún negocio turbio o transacción politiquera “

Inicios del Movimiento 26 de Julio en Pilón

En los inicios se reunían en La Marina, barrio cercano al mar y se discutían los problemas que atravesaba la República Neocolonial; se coordinábans las acciones a realizar, tales como, distribución de propaganda, venta de bonos, colectas de dinero para la compra de armas, zapatos, ropas y medicinas 13.

Se realizó el entrenamiento militar básico dirigidos por Víctor Boronat y otras veces por la propia Celia; esto lo hacíamos en el cementerio, en las Ruinas (Ruinas de los ingleses NA), la Manteca y Boniato. En la práctica de tiro del cementerio participaron Raúl Ramírez, Larramendi, Fidel Peña, Aldo Peña, Ignacio Pérez, Santiago León, Antonio Sosa, Luis Enrique Carracedo y otros compañeros. En la Manteca se realizaba en la finca de Pepe León, los jueves, aprovechando la visita de los vecinos ese día, al centro espiritual que había en Ojo de Agua.

Las orientaciones iniciales del movimiento en el territorio se recibían desde Manzanillo, a través de Alberto (Beto) Pesant, con el que Celia mantenía contactos permanentes.

Estructura del Movimiento 26 de Julio en Pilón

La estructura organizativa del “Movimiento” creado era flexible y funcional. Además de la Dirección Nacional, encabezada por Fidel Castro, se crearon órganos dirigentes a nivel de provincias y municipios, compuestos por un coordinador y dirigentes de las diversas secciones: de propaganda; finanzas, acción y sabotaje de la juventud y los estudiantes y la obrera .También se tomaron medidas para crear la red de “delegaciones” del “Movimiento” entre los emigrados cubanos en Estados Unidos, México, en los países de América Central, Venezuela y otros países con el fin de llevar a cabo la propaganda, la recolección de medios y el suministro de armas a Cuba”.

De este modo surgen las primeras células del M.- 26-7, en Pilón, una en Ojo de Agua, una en Sevilla y otra en Pilón propiamente, organizadas por Celia Sánchez Manduley, en la cual recayó la responsabilidad de la dirección del “Movimiento” en la zona. Las células a su vez, para mayor operatividad y seguridad de sus miembros estaban subdivididas en pequeños grupos de cuatro o cinco compañeros encabezados por un jefe principal. El número de grupos no ha sido posible precisarlo, pero se conoce que entre los miembros fundadores del M.-26-7 en este territorio se encontraban Adolfo Figueredo, Orestes Quesada, Fidel Peña Escalona, Ricardo Sánchez (luego traidor), Gerardo González (luego traidor), José Raúl Ramírez y Juan León.

La estructura organizativa del “Movimiento” creado era flexible y funcional. Además de la Dirección Nacional, encabezada por Fidel Castro, se crearon órganos dirigentes a nivel de provincias y municipios, compuestos por un coordinador y dirigentes de las diversas secciones: de propaganda; finanzas, acción y sabotaje de la juventud y los estudiantes y la obrera .También se tomaron medidas para crear la red de “delegaciones” del “Movimiento” entre los emigrados cubanos en Estados Unidos, México, en los países de América Central, Venezuela y otros países con el fin de llevar a cabo la propaganda, la recolección de medios y el suministro de armas a Cuba”.

De este modo surgen las primeras células del M.- 26-7, en Pilón, una en Ojo de Agua, una en Sevilla y otra en Pilón propiamente, organizadas por Celia Sánchez Manduley, en la cual recayó la responsabilidad de la dirección del “Movimiento” en la zona. Las células a su vez, para mayor operatividad y seguridad de sus miembros estaban subdivididas en pequeños grupos de cuatro o cinco compañeros encabezados por un jefe principal. El número de grupos no ha sido posible precisarlo, pero se conoce que entre los miembros fundadores del M.-26-7 en este territorio se encontraban Adolfo Figueredo, Orestes Quesada, Fidel Peña Escalona, Ricardo Sánchez (luego traidor), Gerardo González (luego traidor), José Raúl Ramírez y Juan León.

Celia Sánchez y el Movimiento 26 de Julio en Pilón

El M-26-7, en la costa suroeste de Oriente y bajo la dirección de Celia, tenía una gran operatividad. Nadie mejor que ella, su capacidad organizativa y sus amplias relaciones, podían ser capaces de recibir y brindar el apoyo necesario a los expedicionarios y asegurar el posterior internamiento del destacamento expedicionario en la Sierra Maestra. Sobre los hombros engañosamente frágiles de la inquieta luchadora, recaería la responsabilidad de preparar las condiciones que pudieran garantizar el éxito de todo el plan para la inicios de la nueva fase de lucha, y asegurar quizás la vida misma de Fidel y los demás expedicionarios (...) su labor de organización de la red de recepción del Desembarco del Granma, la proyectará a los primeros planos de la Revolución Cubana, posición cimera que sabrá mantener a partir de ese momento hasta su muerte por obra de su esfuerzo, su abnegación, su lealtad inquebrantable con Fidel y con el pueblo.

A principios de enero de 1956 llegan a Pilón Frank País y Pedro Miret, acompañados por otros militantes manzanilleros. Bajo la sombra de una frondosa mata de mango de la casa de los Sánchez tuvieron lugar las conversaciones entre los visitantes y Celia, fue aquí cuando conoció a Frank surgiendo entre ambos una corriente de mutua simpatía. Como resultado de estas discusiones quedó facultada, como coordinadora del M-26-7, en todo el aparato clandestino del “Movimiento” en la costa, incluido Manzanillo, que debía servir como una especie de base general de operaciones; quedó definido asimismo que actuaría siempre en relación con Frank y bajo la orientación general y directa de este desde Santiago.

Ante Celia se plantearon tres tareas fundamentales de apoyo a los expedicionarios: apoyo militar en acciones combativas concretas, facilidades de transporte para el rápido traslado de los combatientes y ayuda de la población campesina en abastecimientos y uso de casas, fincas como campamentos, información y servicios como prácticos. Para ello y apoyada en las células, Celia realizó un trabajo de reclutamiento y organización. En los días previos al desembarco el “Movimiento” disponía en toda la costa de militantes listos para entrar en acción y que en muchos casos estuvieron acuartelados en espera de la orden de lanzarse a combatir.

Un aporte significativo en términos de información fue el contacto directo establecido meses antes del desembarco entre Celia y Randol Casío- conocido de Celia desde la infancia y hermano de la que había sido su maestra en los años infantiles en Media Luna- quien era piloto personal del General Río Chaviano, jefe del Regimiento número uno de Santiago de Cuba.

La información recibida permitió deducir los esquemas operacionales de patrullaje naval de la zona donde debía efectuarse el desembarco. Meses antes del desembarco, Celia había sustraído de un buque anclado en Pilón una carta náutica y algunos mapas con datos e información general acerca de las características de las costas y las profundidades del mar en las zonas probables para el desembarco. Estos documentos le fueron entregados a Pedro Miret quien los trasladó a México en su último viaje.

Enlaces externos

26_de_Julio

Movimiento_26_-_7_en_el_central_José_Martí

Fuente

Monografía histórica del Municipio.