Parque de Ferrera

Parque de Ferrera
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Jardin Parque Ferrera.jpg
Localización
País(es)Bandera de España España
Provincia(s)centro de Avilés, AsturiasBandera de España España
Características
Superficie272.000
TipoParque Nacional

El parque de Ferrera es un parque público de estilo inglés situado en pleno centro de Avilés, Asturias. Durante siglos fue el terreno que los diferentes marqueses poseían para su disfrute en la parte trasera del Palacio de Ferrera; pero en la segunda mitad del siglo XX fue el objetivo de arduas negociaciones entre el ayuntamiento de la ciudad y sus propietarios con el fin de convertirlo en un espacio público que finalmente sería inaugurado por el rey Juan Carlos I el 19 de mayo de 1976.1​

Tiene cuatro puertas de entrada y además un paso construido para unirlo con la Casa Municipal de la Cultura ya que el parque alberga la antigua Hemeroteca Avilesina.cuenta con trece parques públicos que ocupan una superficie de 272.000 metros cuadrados. El mayor (81.000 metros cuadrados) y más utilizado es el de Ferrera, uno de los más importantes y vistosos de Asturias.


Historia

  • Durante siglos fue propiedad de los sucesivos marqueses de Ferrera, formando parte de la finca del palacio del mismo nombre. El Ayuntamiento de Avilés lo adquirió para uso público, siendo inaugurado por el Rey Juan Carlos I en mayo de 1976.

El 19 de mayo de 1976 los Reyes de España dieron fe, con su presencia, acompañados del alcalde Ricardo Fernández, del traspaso de la propiedad de este morrocotudo jardín, abandonado, del marqués de Ferrera –en pleno centro de la ciudad– al pueblo de Avilés.

Fue la mayor reconquista de suelo para ocio, jamás habida en la historia avilesina. De bosque nobiliario pasó a ser parque público. De igual forma que años más tarde los dos escudos del palacio del noble se convertirían en cinco estrellas hoteleras, con lo que se esfumó gran parte de aquel poder de los Ferrera, resumido en detalles como el de que a mitad del siglo XIX eran dueños de cerca de 90 de las 600 casas habitables existentes en Avilés.

Aquella primera conquista social la llevó a cabo la corporación del alcalde Fernando Suárez del Villar, pagando 91 millones de pesetas (547.000 €) por 81.564 metros cuadrados de parque inglés.

En 1998 otro gobierno local –con Agustín González, al frente– le añadió el refinado jardín francés, situado a la trasera del palacio, residencia privada que –en tiempos de Santiago Rodríguez Vega, como alcalde– mudó a Ferrera Palace.

Poseedor de 93 especies, el parque –abrazado por las milagrosas y porticadas calles barrocas de Rivero y Galiana– tiene tres fuentes, cinco puertas, paseos con nombres de poetas muertos y hasta la modernidad del wifi.

La llegada de los ayuntamientos democráticos, en 1979, propició una espectacular proliferación de zonas verdes para el ocio. Por ejemplo, las dos corporaciones, presididas por Manuel Ponga plantaron en Avilés seis parques (Versalles, La Luz, El Pozón, La Magdalena, Carbayedo y La Carriona). Revolución botánica que ennobleció la calidad de vida. Algo histórico.

Pero el Ferrera lidera esta sublevación de ocio y frescura, más extensa que el San Francisco de Oviedo. Y no lo comparo con el Central Park de Nueva York, porque no tiene ardillas. Sin embargo a veces se llena de focas, fenómeno artístico de singularidad mundial conocido como ‘Seal Parade’.

El Ferrera Park es la santísima bendición vegetal de esta marítima y monumental villa «a la que no llega el encaje de las olas», como escribió Luís Amado Blanco, uno de los poetas que tiene alameda en el Ferrera.

Dividido

Está dividido en dos partes claramente diferenciadas: el parque de “estilo inglés” y el “Jardín Francés”. El primero combina espacios abiertos de pradería, estanque acuático y zonas boscosas con ejemplares centenarios de tejos, cedros, pinos, robles, abedules, castaños, etc. El segundo posee todos los elementos que definen un jardín palaciego: arbolado, pérgolas, fuentes y trazados singulares de boj configurando los parterres.

Flora

Este es el espacio verde más grande de Avilés, y cuenta con innumerables ejemplares de árboles y plantas, tanto autóctonos como procedentes de otros países. Este parque era, en sus inicios, propiedad de los marqueses de Ferrera, que lo usaban como jardín botánico para nutrirse de alimentos. Tras diversos problemas económicos fue vendido al consistorio local. Desde entonces, el parque se ha convertido en un importante atractivo turístico de la villa y un espacio ideal para disfrutar de la naturaleza en pleno centro urbano. Además, el parque de Ferrera también alberga los dos árboles más viejos de la comarca; un tejo y una haya roja. Los expertos estiman que el tejo pueda tener más de 400 años, por lo que ya se encontraba en la finca antes de que el palacio fuera construido.

Estilo inglés

El parque de Ferrera, de estilo inglés, está dotado de abundante mobiliario de descanso, además de servicios como: zonas señalizadas y técnicamente dotadas para el ejercicio deportivo que consiste en un circuito señalizado que incluye aparatos gimnásticos. Está complementado con: hemeroteca, zona infantil de juegos, templete musical, aula de medio ambiente, etc.

  • Tiene cinco entradas: por las calles Galiana, Rivero, Cervantes, del Marqués y a través del vestíbulo de la Casa Municipal de Cultura.

La utilización ciudadana de esta parque es masiva. Sin lugar a dudas, es el pulmón del centro de la ciudad.

Fuentes