Pastor Águila Juvier

Pastor Águila Juvier
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Maestro y Poeta
NombrePastor Águila Juvier
Nacimiento26 de julio de 1891
Rodas
Fallecimiento24 de octubre 1987
Venezuela (Ciego de Ávila)
Otros nombresEl Maestro Pastor

Pastor Águila Juvier. Pedagógo ejemplar y poeta reconocido de la provincia Ciego de Ávila.

Síntesis biográfica

Nació en Rodas el 26 de julio de 1891, quinto hijo del matrimonio compuesto por Manuel Águila Arteaga y Ángela Juvier. Fue bautizado en Abreu e inscripto en el juzgado de Rodas.

Su padre fue mambí, combatió en la Guerra de los Diez Años y en la Guerra de 1895-1898. La familia Águila-Juvier sufrió las penurias económicas, y las enfermedades, propias de las guerras. Pastor fue enviado a vivir con su madrina en el central Lino, donde existían mejores condiciones y jugaba libremente en el campo.

Al enterarse el mayoral que el niño era hijo de insurrecto, exigió que lo enviaran a Rodas. De nuevo en aquel lugar encontró una hambruna generalizada producto a la reconcentración decretada por Valeriano Weyler; unido a lo cual sufrió la pérdida de uno de sus hermanos. Al finalizar la guerra, el padre regresó a donde estaban su esposa e hijos.

Con el dinero obtenido del licenciamiento del Ejército Libertador se trasladó con su familia a vivir a Sagua, y posteriormente a Rodas. En este último lugar fue que Pastor y sus hermanos pudieron iniciar sus estudios de la primaria, en una escuela pública. Allí culminó Pastor ese nivel de enseñanza, pero no pudo continuar porque tuvo que ponerse a trabajar en el campo —como narigonero de bueyes— para ayudar al sustento de su familia.

Por entonces inició su amistad con el barbero Lino, con el que se inició en el oficio de barbero y del que escuchó numerosos relatos de Historia y cuentos. Su economía mejoró en algo. Comenzó a dedicarle tiempo a la lectura de historia y poesías. En 1908 escribió sus primeros versos, los que dedicó a su prima. Se trasladó a La Habana donde trabajó como ayudante de barbero, y también aprovechó para estudiar mecanografía y matricular en la Escuela de Artes y Oficios. Inició sus primeros pasos como maestro: 1913-1916.

En 1912 regresó a Rodas y se preparó para los exámenes de maestro público. Se presentó a los mismos en la ciudad de Santa Clara, aprobando y obteniendo el diploma correspondiente. Entre las asignaturas examinadas estuvieron Aritmética, Composición, Dibujo, Geografía, Historia de Cuba y Elementos de Ciencias Naturales.

Al año siguiente, 1913, obtuvo plaza de maestro en la Escuela Pública No.18 en Ciego Montero. Entre 1914-1916 trabajó en la Escuela Pública mixta No.2 de Soledad de Cartagena; además impartió clases particulares y comenzó a colaborar con la prensa local de Rodas. En Junio de 1916 llegó Pastor a tierras avileñas.

Comenzó a trabajar como barbero, primero en el batey del central Stewart y luego en el poblado Simón Reyes donde en 1917 abrió una barbería que nombró Orfeo. En agosto de 1918 comenzó a trabajar como maestro público en la escuelita de Mameyal y Domínguez, perteneciente al distrito escolar de Ciego de Ávila.

En 1919 trabajó durante ocho meses en la escuela pública del costero poblado de Júcaro. Por la labor desempeñada y el prestigio alcanzado logró obtener plaza fija de aestro en la Escuela Pública para varones No14, en la localidad de Simón Reyes, donde impartió clases en la enseñanza primaria, desde segundo hasta el sexto grado.

Labor educativa

Entre 1916-1955 su labor educativa la desarrolló en la Escuela Pública para varones No14, en la localidad de Simón Reyes, donde durante 44 años entregó lo mejor de sí como educador.

La misma, a los efectos de su estudio, la autora la agrupa en seis vertientes esenciales: educación intelectual, educación moral-patriótica, educación ambiental, educación laboral, educación física, y comunicación con padres y estudiantes.

Educación intelectual

Su afán en enseñarles a escribir de forma correcta hizo, que en sus clases trabajara con dedicación en ello: con mucha paciencia, amor y habilidad enseñó, cómo hacer los rasgos en las hojas de caligrafía con las modestas plumas de puntos de que se disponía en su escuelita, corrigió los problemas ortográficos y les enseñó a escribir poesías.

Como maestro impartió diversas asignaturas como Lectura, Aritmética, Escritura, Lenguaje, Geografía, Estudios de la naturaleza, Historia, Dibujo, Educación Física, Educación para la Salud, Agricultura, Educación moral y cívica, y Trabajo manual.

El planeamiento de clases siempre se caracterizó por su limpieza y orden. En su aula multinivel, con alumnos desde el segundo hasta el sexto grado, los organizó por filas. A los alumnos con mayores dificultades los atendió incluso en su casa.

Educación moral-patriótica

En sus clases y actividades se recitaban y dramatizaban sus poesías por los alumnos, en la que está presente el amor a la patria, los símbolos patrios, el respeto y admiración por las luchas independentistas y por sus próceres. Entre esas poesías las dedicadas a Cuba, al Himno Invasor, al Escudo Nacional, al Himno Nacional, y a la familia de los Maceo-Grajales (le escribió poesías a cada uno de los hijos, entre ellos Antonio Maceo, al que le escribió tres), al Apóstol, y a próceres como: Carlos Manuel de Céspedes, Ignacio Agramonte Loynaz, Máximo Gómez Báez, Perucho Figueredo, Rosa La Bayamesa, Calixto García y Flor Crombet.

El contacto directo de sus alumnos con protagonistas de las luchas por la independencia contra el colonialismo español fue otra de sus prácticas: cuando se impartían los temas referentes a las luchas independentistas, se visitaban por sus alumnos la humilde casa de un veterano de la Guerra de 1895-1898 que vivía cerca de su escuela. Allí se cantaba el Himno Nacional, y se tomaba notas de los relatos y anécdotas del viejo mambí.

Educación ambiental

El estudio de la historia local lo combinó con el amor hacia la naturaleza. Al visitar con sus alumnos los fortines de la Trocha Militar de Júcaro a Morón —donde explicaba el heroísmo de los mambises al cruzarla— lo hacía como parte de una excursión pues creaba condiciones para que nadaran, cazaran, pescaran y en ese tiempo se sintieran en condiciones de campaña.

Cuando impartía clases sobre determinadas plantas, ríos y piedras, llevaba a sus estudiantes a que observaran estas, combinándoles así la teoría con la práctica. La siembra de un árbol por cada alumno en el área del patio de su escuelita, se convirtió en práctica sistemática, los de grados superiores ayudaban a los más pequeños y les mostraban con orgullo el árbol que antes ellos habían plantado. En los terrenos cercanos se sembraban árboles frutales y legumbres. Los productos que se obtenían los compartía por igual entre sus alumnos.

Educación laboral

El vínculo de la teoría y la práctica, la desarrolló no sólo con la naturaleza, sino también con actividades manuales, enseñándolos a trabajar con maderas, haciendo pequeñas mesas, buroes.

Educación física

En sus clases desarrolló la práctica del deporte y juegos deportivos, incluso en ocasiones compartió con sus alumnos juegos en tiempo del receso. Comunicación con padres y estudiantes: A pesar de tener un carácter recto y mantener la disciplina en su aula, siempre mostró cariño a sus alumnos, y mantuvo excelente comunicación con sus padres a los cuales les explicaba la importancia de que sus hijos estudiaran

El ocaso

(1956-1987)

Tras su jubilación en Febrero de 1956, aunque no se mantuvo alejado de la labor de enseñar, pues ayudó a todo el que se le acercó en busca de conocimientos, dedicó más tiempo a su inquietud de poeta.

Labor como escritor

En 1953 participó en un evento nacional de poesía dedicado a José Martí y la revista Oriente de Cuba le publicó el poema “José Maceo y Grajales”. A partir de 1955 se publicaron sistemáticamente poesías en la revista “Letras”. Obtuvo ese mismo año el premio del concurso nacional ‘’Emilio Núñez Rodríguez’’.

A partir de Febrero de 1956 se jubiló, continuó escribiendo poesías, sin dejar de brindar sus conocimientos a todo aquel que le pedía ayuda. También se encargó de atender los jardines del parque de la localidad en que residía y colaboró en los círculos de interés creados en el municipio.

En 1957 el periódico habanero Proa, publicó sus poemas “José María Aponte” y “Plácido”. En el siguiente año trabajó en la redacción del relato autobiográfico “A Nastán o casi un Mambísito”. Al triunfar la Revolución su espíritu creador, con 67 años de edad, retomó antiguos bríos, y escribió sus poema En brazos de la Gloria, Inmolación y En un vuelo hacia la Gloria. En 1960 fue declarado Asociado al Liceo Literario Revolucionario Camilo Cienfuegos.

Inspirado en el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz le dedicó una poesía donde expresa su admiración hacia el “Fuerte Adalid en el Cuartel Moncada…”. En 1973 a pesar de su avanzada edad, motivado por las actividades conmemorativas por el aniversario 105 del inicio de las gestas independentistas por el Padre de la Patria, escribió el poema “Carlos Manuel de Céspedes”.

En 1983 durante las actividades por el Día del Libro Cubano, rodeado de la ternura de su familia, vecinos y ex-discípulos, fue homenajeado en la librería de su localidad. En diciembre de ese año fue nombrado Miembro de Honor de la Brigada Hermanos Sainz del municipio Venezuela, territorio donde residía desde hacia más de seis décadas y en el que era tan admirado por su labor educativa y consagración a sus pobladores.

En 1985 recibió reconocimientos de las direcciones municipales de Cultura y del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Ciencia, Cultura y el Deporte de su municipio Venezuela.

Muerte

Falleció el 24 de octubre de 1987. Contaba al morir con 96 años, había dedicado su vida a la noble profesión de maestro y al cultivo de la poesía. Dejó tras sí el ejemplo por el que tanto lo admiró y admira su pueblo

Valores

  • Entrega total al magisterio.
  • Amor a la historia de la Patria, a sus símbolos y a los próceres que lucharon por la independencia.
  • Dominio profundo de las materias que impartía.
  • Ejemplo de moral y modestia.
  • Combinación de la teoría y la práctica.
  • Exigencia en el aprendizaje de sus alumnos.
  • Empleo de la poesía en función de la formación patriótica.
  • Amor a la naturaleza.
  • Carácter recto, pero amigable y comprensivo con sus alumnos.
  • Elevado nivel de comunicación con los padres de sus alumnos.
  • Correcta organización y limpieza en sus planeamientos de clases.
  • Pulcritud en el vestir.
  • Compartir con los alumnos en sus juegos

Fuentes