Percy F. Alvarado

Percy Alvarado
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Guatemalteco que durante 22 años trabajó con los órganos de la Seguridad del Estado.
NombreAlvarado Godoy, Percy Francisco
Nacimiento18 de julio de 1949
pueblo de Siquinalá o de Tiquisate,
departamento de Escuintla,
República de Guatemala Bandera de Guatemala
ResidenciaLa Habana
Nacionalidadguatemalteca
Otros nombresagente Frayle
Ciudadaníacubana
Alma materUniversidad de La Habana

Percy Francisco Alvarado Godoy. Revolucionario de origen guatemalteco que como agente de la Seguridad Cubana se infiltró en la Fundación Nacional Cubano Americana, para prevenir a Cuba de sus planes y acciones terroristas.

Síntesis biográfica

Nació en el pueblo de Siquinalá, a 82 km al suroeste de la ciudad de Guatemala.[1]

Sus padres ―Carlos Conrado de Jesús Alvarado-Marín (jefe de la Guardia Civil de su región) y de Marta Alicia Godoy-Muñoz (mas tarde la agente Gladis de la seguridad cubana)― le infundieron los ideales revolucionarios por los cuales él ha luchado toda su vida.

Cuando Percy tenía solo 4 años, el padre ―que ya había conocido en la ciudad de Guatemala al todavía desconocido Ernesto Che Guevara―, se vio involucrado en el conflicto que siguió al golpe de estado de 1954 en Guatemala ―provocado por la CIA contra el popular presidente Jacobo Árbenz―. La familia entera, padre, madre y cuatro hijos tuvieron que exiliarse precipitadamente en Argentina, donde vivieron en la más extrema miseria, hasta que se vincularon al Partido Comunista de ese país, que les facilitó una vivienda.

Poco después del triunfo de la Revolución cubana (1 de enero de 1959), Carlos Alvarado Marín se trasladó a La Habana para reencontrarse con Guevara. El argentino le apodaba «Capitán Naipe» (por la afición del guatemalteco al juego de cartas) lo empleó como colaborador suyo en el Banco Nacional de Cuba. El 9 de abril de 1960, Alvarado padre trajo a Cuba al resto de su familia.

En 1963, Carlos Alvarado Marín ―vinculado con Manuel Piñeiro Losada (comandante Barbarroja), Bernardo Alvarado Monzón, Manuel Galich y otros― se convierte en el agente Mercy, colaborador de Tania la Guerrillera (Tamara Bunke). Carlos Conrado de Jesús Alvarado Marín falleció en 1997, con 75 años.

Agente de la seguridad cubana

Percy Alvarado llegó con su madre y sus hermanos a Cuba el 9 de abril de 1960, apenas un año después del triunfo de la Revolución cubana.

En abril de 1961, en los días de la invasión por Playa Girón, su madre enardecida disparó con un revólver calibre 38 contra los aviones que atacaban Ciudad Libertad.

Su padre se integró a las Milicias Nacionales Revolucionarias y luego formó parte de la Inteligencia Cubana, donde cumplió algunas misiones con el seudónimo de Mercy. Más adelante su hijo continuaría con esta noble tarea, y como un cubano mas asumió el papel de colaborador secreto de los Órganos de la Seguridad del Estado durante 22 años. Este trabajo anónimo permitió servir en un lugar privilegiado a la Revolución cubana, porque es donde precisamente estaba el mayor sacrificio. Parafraseando a uno de Los Cinco Héroes ―combatientes antiterroristas cubanos prisioneros en Estados Unidos―, Gerardo Hernández Nordelo, le digo muchas veces, que lástima no tener mil vidas para pagarle a Cuba lo que ha hecho por nuestro pueblo.

"Fraile", nombre de combate de Percy, se infiltró en el ala terrorista de la criminal Fundación Nacional Cubano-Americana, la misma que tenía como plan siniestro el colocar explosivos plásticos en el Cabaret Tropicana y otras instalaciones turísticas para causar muerte y destrucción. Gracias a su trabajo se pudo descubrir y detener algunas de las acciones que los terroristas de la mafia de Miami pretendían ejecutar. Lamentablemente no se llegó a conocer todo lo que tenían planificado, puesto que Posada Carriles y sus cómplices estaban contratando mercenarios en Centroamérica para llevar adelante los atentados que tuvieron lugar en algunos hoteles de Cuba en el año 1997, los mismos que provocaron la muerte del italiano, Fabio Di Celmo.

Todos aquellos que lo atacan y denigran, no trascenderán como ha logrado hacerlo su ejemplo por más de cuatro décadas y como lo hará para las generaciones futuras.

Este agente de la seguridad cubana que penetró la Fundación Cubano-Americana tiene sobrados motivos para condenar las acciones de los connotados terroristas. Evidentemente, existen sobrados motivos por cuanto la vida le dio la singular oportunidad de vincularse a estos individuos. Participó en sus planes, observó su odio acérrimo hacia la Revolución y la figura de Fidel, y vio con que impunidad desde territorio norteamericano y con la mayor indolencia fraguaban realizar acciones que provocarían muertes y numerosos daños.

Tuvo esa oportunidad muy peculiar de tener muy cerca a estos individuos, de conspirar con ellos, de observar la falta de escrúpulos al planear acciones como voladuras de instalaciones turísticas y del Cabaret Tropicana, así como preparar atentados contra Fidel y otros líderes de la Revolución.

Fuentes