Portal:Panorama Mundial/DE LA PRENSA/2016-09-06

Brasil después de la democracia

REBELIÓN 1 de septiembre del 2016 ESPAÑA

¿Qué rumbo tomará el descontento popular?

Ignacio Díaz

¿Y ahora qué? La pregunta resuena en cada rincón de América Latina. La incógnita por el futuro del país más grande de la región está instalada en casi todas las sedes de gobierno del mundo y miles de organizaciones políticas y sociales intentan anticipar las consecuencias de lo que ha ocurrido. Un proceso de impeachment (juicio político) sin base jurídica llegó hasta la última instancia, puso al mando del país a un presidente no electo y revirtió una decisión tomada en las urnas por 54 millones de personas hace menos de dos años.

La clausura de esa instancia política fundamental, pese a la notoria pérdida de popularidad de quien fue electa presidente, Dilma Rousseff, plantea un dilema central para el futuro nacional y latinoamericano. Si las democracias burguesas se sostienen basadas en ell voto de los ciudadanos casi como única instancia de participación popular, ¿por dónde se canalizará el descontento social sin esa posibilidad?

El sistema político brasileño está atravesado por la corrupción, como muestran los avances judiciales del proceso denominado Lava Jato, y cada vez se aleja más del grueso de la población, que reclama elecciones anticipadas para elegir un nuevo presidente. Michel Temer apenas tiene el apoyo de entre un 10 y un 14% de los brasileños según encuestadoras pero, sin haber sido elegido, podría ocupar el cargo máximo del país hasta el 1 de enero del 2019.

GIRO POLÍTICO

El débil gobierno al mando del país se propone tareas de gran magnitud e impopularidad, que probablemente deterioren aún más su pequeña base de sustentación social. La silbatina masiva que recibió en la inauguración de los Juegos Olímpicos en el estadio Maracaná, de Río de Janeiro, y lo hizo desistir de participar de la ceremonia de cierre junto al primer ministro japonés Shinzo Abe (Tokio será la próxi­ma sede olímpica) le demostró a Temer que su punto de partida es el repudio generalizado.

Su objetivo no es sin embargo ganar apoyos masivos, aunque necesita garantizarse un margen mínimo de gobernabilidad. La Federación de Industrias de San Pablo (Fiesp) y otras importantes organizaciones empresariales; los grandes capitales extranjeros, (“los mercados”), y fuerzas políticas de derecha como el Partido de la Social Democracia Brasileña (Psdb) son sus verdaderos apoyos. A cambio, debe llevar adelante los planes de ajuste que le exigen. Por eso el Psdb no afloja la presión y llevará hasta el final su denuncia ante el Tribunal Supremo Electoral contra la candidatura Rousseff-Temer del 2014 por financiamiento ilegal, que en última instancia podría anular el resultado de la elección. No buscan eso, pero reclaman un mayor ajuste fiscal. Temer tiene su primera presentación internacional en China, en la actual cumbre del G-20. Allí buscará celebrar reuniones bilaterales, firmar nuevos acuerdos comerciales con la nación asiática y captar inversiones extranjeras. Irá con un anzuelo: el amplio plan de privatizaciones que prevé anunciar e implementar para reducir el elevado déficit fiscal, agravado desde la suspensión de Dilma.

Después, en Brasilia, se discutirá el centro del programa que burló las urnas. Tres proyectos fundamentales llegarán al Congreso en cuanto sea posible: las reformas laborales y jubilatorias y una enmienda constitucional para impedir el aumento real del gasto público.

Los contenidos: aumento en diez años de la edad mínima jubilatoria y en cinco del tiempo necesario de las contribuciones; reducción de derechos laborales, como el aguinaldo, horas extras, vacaciones, duración de la jornada; prohibición constitucional del crecimiento del gasto real en educación, salud y viviendas durante 20 años. “Va a imponer que las reglas del trabajo sean firmadas solo entre las dos partes, obreros y patrones. Y promete aprobar una ley en el Congreso que libere la venta de tierras al capital extranjero”, advirtió el fundador del Movimiento Sin Tierra (MST), João Pedro Stedile.

A esto hay que sumarle medidas concretas contra la agricultura familiar; obligatoriedad de pagar planes de salud; cierre de las fronteras a los refugiados sirios; recortes en programas educativos; eliminación de la exclusividad de Petrobras para la explotación de los yacimientos de petróleo en aguas profundas; retiro del paquete de leyes anticorrupción enviado por Dilma al Congreso.

Otro giro de envergadura se desenvuelve ya en el campo de la política internacional. Durante los gobiernos de Lula y Dilma, Brasil confrontó a Estados Unidos en la región, apoyó la incorporación de Venezuela al Mercosur, trabajó en la edificación de Unasur y fundó el grupo Brics junto a China, Rusia, India y Suráfrica. Con José Serra –del Psdb– en la cancillería, Brasilia se desplaza nuevamente hacia la órbita de Washington.

OBSTÁCULOS SOCIALES

En este nuevo escenario la cuestión clave a dilucidar es cuánto margen social tiene Temer para encarar las medidas que se le exigen, más allá de tener el apoyo de ambas cámaras en el Congreso. Hasta ahora, decenas de fuerzas sindicales, estudiantiles y campesinas –entre otras– vinculadas al Partido de los Trabajadores (PT) y otros sectores de izquierda se han organizado en torno al Frente Brasil Popular, para formar una gran alianza “en defensa de la democracia y de otra política económica”.

Si bien su objetivo inmediato fue enfrentar el golpe parlamentario con fachada institucional, se reunieron en torno a cuatro puntos: defensa de los derechos de los trabajadores; ampliación de la democracia y la participación popular; campaña por reformas estructurales (del Estado, política, del poder judicial, de la seguridad pública, de los medios de comunicación, agraria, urbana, de salud, de la educación y tributaria) y defensa de la soberanía nacional.

Otra alianza de organizaciones, pero sin la presencia formal del PT, es el Frente Pueblo Sin Miedo. Ambos ya tienen casi un año de existencia y tienden a la confluencia. Sin embargo todavía no ha habido grandes movilizaciones de masas y, pese a la creciente insatisfacción social, los que salen a las calles por ahora son sólo los militantes.

Ante la posibilidad del llamado a una huelga general, Stedile explicó que “el movimiento sindical encuentra dificultades. Hace 28 años no se realiza en el país una huelga política y la clase obrera, muy joven, no tiene experiencia. Por eso estamos discutiendo con las bases la practicidad de una huelga general”. Pero advirtió que “la lucha de los campos se intensificará”, con crecientes movilizaciones y ocupaciones de tierras. “Hay un proyecto de ley para liberalizar la venta de las tierras brasileñas al capital extranjero. Los movimientos campesinos han amenazado que si el proyecto se convierte en ley, cada hacienda vendida al capital extranjero será inmediatamente ocupada”, desafió.

Pese a las dificultades y la fragmentación actual, las condiciones para la re-emergencia del movimiento popular brasileño ya están dadas y su poder potencial es demasiado grande para un gobierno que carece de apoyos significativos en la población. Aunque en lo inmediato no se espera una explosión social que revierta la acción del Congreso, no se puede descartar una salida anticipada de Temer.

Otro frente para el exvicepresidente de Dilma es el judicial. Si bien la ley protege al Presidente contra cualquier denuncia por delitos cometidos antes de asumir el cargo, la declaración del empresario Marcel Odebrecht (de la constructora más grande del país) en el caso Lava Jato amenaza con reducir todavía más la popularidad de Temer, que le habría pedido dinero para la campaña del 2014, canalizado ilegalmente a través de Petrobras. Su círculo de funcionarios también puede sucumbir ante las delaciones de los “arrepentidos”. Entre ellos José Serra, acusado por el empresario de recibir 23 millones de reales “por fuera” para su campaña presidencial del 2010.

Pese a todo, una de las ruedas institucionales sigue su movimiento y los partidos ya están en campaña para las elecciones municipales del 2 de octubre. A un mes de la votación, predominan las denuncias cruzadas de corrupción y otros delitos contra una larga lista de candidatos. Será la primera vez que los partidos se sometan a las urnas desde que las investigaciones judiciales por corrupción salpicaron a miembros de casi todas las fuerzas políticas. La prueba es importante para el PT, el Psdb y el Pmdb de Temer. Para el partido de Lula, al que algunos exigen que se le declare ilegal, el eje está puesto ahora en la movilización social.

OBSTÁCULOS ECONÓMICOS

La continuidad de la recesión, con una caída del PIB estimada en 3,5% para este año, el desempleo por encima de un 11% y el alto déficit fiscal ensombrecen los pronósticos favorables que busca instalar el gobierno de Temer. Según el presidente en funciones la economía ya da “señales de recuperación”, las empresas y familias elevan la confianza, y en el 2017 Brasil volverá a crecer. Una de las señales serían las ganancias que los capitales financieros están obteniendo en la Bolsa de San Pablo. Otra es la fuerte apreciación del real frente al dólar durante los últimos ocho meses.

La principal exigencia empresarial es la reducción del déficit. Pero el Pmdb profundizó el rojo de las cuentas fiscales al aumentar salarios de funcionarios públicos y jueces y multiplicar la cantidad de cargos para nombrar en el Congreso, con la inconfundible intención de garantizar el avance y aprobación definitiva del proceso de impeachment. Este año el déficit no bajará de los 170 mil millones de reales (53 mil millones de dólares) y la meta para el 2017 es llevarlo a 139 mil millones de reales (43 mil millones de dólares) con los ingresos que se esperan de las privatizaciones.

En el terreno industrial, la producción fabril aumentó 1,1% de mayo a junio, pero registró una caída interanual del 6% y una baja semestral de 9% según información oficial. Datos de julio mostraron el desplome de la producción de automóviles: 15,3% en doce meses, por una merma de 20,3% en la demanda de nuevos vehículos.

Los 12 millones de brasileños desempleados y los 10,3 millones a los que se considera “trabajadores informales”, incluyendo los que pasan el día en los semáforos, y ganan hasta medio salario mínimo (440 reales) siguieron creciendo en los últimos meses, según datos de la FGV.

Pese a la falta de empleos, Temer cortó de inmediato el plan de vivienda gubernamental, que procuraba construir dos millones de casas en dos años y generar 1,3 millones de empleos, según cálculos de la Fundación Getulio Vargas (FGV).

FUTURO DEL PT

El 16 de agosto Dilma y Lula fueron formalmente imputados y serán investigados por “obstrucción de la justicia” en el caso Lavo Jato, que develó el esquema de sobornos pagados por grandes constructoras con eje en la estatal Petrobras. La acusación señala que estaban al tanto del sistema de coimas y quisieron bloquear las investigaciones.

Lula eligió apostar a una campaña internacional para denunciar una persecución política y judicial en su contra, cuyo fin sería impedir su candidatura en el 2018. Busca reconstruir el PT desde la movilización de las bases en las calles.

Dilma decidió enfrentar a los senadores y dar un mensaje público al pueblo brasileño en apoyo a la convocatoria a elecciones anticipadas. Propuso un pacto por la unidad nacional, el desarrollo y la justicia social como “único camino para salir de la crisis” y sostuvo el lema “ni un derecho menos”. También habló del “agotamiento del sistema político” y planteó que es necesario “superar la fragmentación de los partidos, transparentar el financiamiento electoral, fortalecer la fidelidad partidaria y dar más poder a los electores”. Por último, defendió con argumentos claros su honestidad y señaló la ilegalidad del impeachment, pero no hizo autocrítica sobre el rumbo que imprimió a su gobierno el año pasado tras dar la espalda a sus votantes.

¿Se recuperará el PT de este último golpe? Es la gran incógnita. Y no sólo para Brasil. El partido estaba debilitado, desmotivado y desmovilizado hace tiempo. Su posibilidad de resurgir depende ahora de la reacción social que provoquen el golpe y el nuevo programa de gobierno.

Selección en Internet: Melvis Rojas Soris

El escenario regional después de Dilma

LA JORNADA 2 de septiembre del 2016 MÉXICO

Raúl Zibechi*

La destitución de Dilma Rousseff por el Senado más conservador desde 1964 (año del golpe de Estado contra João Goulart) cierra el ciclo progresista que se inició con la asunción de Luiz Inacio Lula da Silva el primero de enero del 2003. Siendo Brasil el país más importante de la región y el que marca tendencias, estamos ante una inflexión irreversible en el corto plazo, donde las derechas conservadores imponen su agenda.

El panorama regional sudamericano aparece claramente dominado por la alianza entre el capital financiero, Estados Unidos y las derechas locales, que muestran un dinamismo difícil de acotar a corto plazo. Hay que remontarse a principios de la década de los 90 del siglo pasado para encontrar un momento similar, pautado por el triunfo del Consenso de Washington, el auge del neoliberalismo y el derrumbe del bloque socialista.

Sin embargo, sería equivocado pensar que estamos volviendo al pasado, por más que algunos analistas crean que se están perdiendo "conquistas". La realidad indica que la región camina hacia adelante pero, en lo inmediato, lo que tenemos enfrente no es la sociedad igualitaria y justa con la que soñamos, sino un inminente choque de trenes entre los de arriba y los de abajo, y luchas entre clases, razas, géneros y generaciones. Hacia ese desenlace va la humanidad, y ese es el futuro a mediano plazo que se avizora en la región.

En rigor, este panorama ya se venía perfilando desde hace varios años, cuando aún gobernaban los progresistas, por la creciente alianza de hecho entre las clases medias (viejas y nuevas) y los más ricos, en gran medida por el triunfo de la cultura consumista, despolitizadora y conservadora que impulsaron esos mismos gobiernos. Pero lo que importa, mirando hacia adelante, es el mentado choque de trenes.

Una nueva derecha se ha impuesto en la región. Una derecha que no tiene escrúpulos legalistas, que no está dispuesta a respetar los modos de las democracias, que pretende arrasar los sistemas educativo y de salud tal como los conocimos. En Brasil la nueva derecha ha puesto en pie el movimiento Escola Sem Partido, que ataca la educación pública, vapulea el legado de Paulo Freire y pretende controlar estrictamente a los docentes.

Habrá que volver con más detalle sobre este "movimiento", que promueve la disociación entre "educar" (responsabilidad de la familia y la Iglesia) e "instruir" (transmisión de conocimiento, que es la tarea de los profesores). Si los proyectos de ley que ingresaron al parlamento fueran aprobados, una porción de los docentes podría ser sancionada por "adoctrinamiento ideológico", por hablar de la realidad del país, ya que en las aulas, pregonan, no debe existir la libertad de expresión. En esa realidad no sólo entra lo político, sino incluso la violencia contra las mujeres. Apenas una muestra de lo que viene.

Para comprender por dónde va la nueva derecha no hay que mirar atrás, o sea, el periodo de las dictaduras, sino a personajes como la primera ministra británica, Theresa May, quien asegura estar dispuesta a usar armas nucleares aunque le cuesten la vida a inocentes. O como Hillary Clinton, que considera a Vladimir Putin el "nuevo Hitler". No son declaraciones aisladas o fuera de contexto, es el estado de ánimo de las nuevas derechas, guerreristas, dispuestas a arrasar naciones enteras, como ya hicieron con media docena de países en Asia y Oriente Medio.

Para que haya choque de trenes tiene que haber dos fuerzas antagónicas en disputa. Eso es lo que se viene perfilándose en la región. Hemos recorrido las nuevas luchas estudiantiles y populares en Brasil, los movimientos que ganan protagonismo en Colombia y las nuevas resistencias negras, entre otras.

A ellas deben sumarse la renovada fuerza del movimiento campesino en Paraguay; la resistencia al modelo soyero-minero en Argentina, y, en los últimos meses, al ajuste del gobierno de Macri; las importantes movilizaciones de las mujeres contra la violencia machista, como la realizada en Perú en agosto; la persistencia de los movimientos indígenas en Ecuador y Bolivia.

Se abren nuevas e imprevistas resistencias. En agosto hubo enormes movilizaciones en Chile, dos grandes marchas de más de un millón de personas contra el sistema privado de pensiones (Afp), y un cacerolazo, que anuncian el comienzo del fin de un sistema que fue la clave de la acumulación de capital en el régimen pospinochetista. Nueve de cada 10 jubilaciones son menores de 220 dólares, o sea, menos de 60% del salario mínimo, por lo que la población reclama el fin del sistema privado.

Lentamente se va abriendo paso entre los sectores populares la convicción de que la corrupción es sistémica, como el narco y los feminicidios, y que no importa si gobierna la derecha o la izquierda, porque las cosas seguirán más o menos igual. La prometida reforma educativa en Chile, que el Partido Comunista utilizó como argumento para abandonar la calle e ingresar al gobierno de Michelle Bachelet, se diluyó en las negociaciones con el empresariado y se sigue priorizando la enseñanza privada, como denuncia la nueva ofensiva estudiantil.

En esta etapa, el sistema no puede realizar reformas en favor de los pueblos, porque no tiene margen económico ni político. La economía funciona como una máquina que extrae, expropia y concentra los bienes comunes. La política se reduce a fuegos de artificio y deja paso, cada día con mayor evidencia, a la policía para dirimir los conflictos. La principal diferencia entre los colores que gobiernan es de velocidades en la aplicación de un modelo que no deja otra alternativa que la resistencia.

La destitución de Rousseff por un Senado infestado de corruptos podría ser la ocasión para reflexionar sobre la inconveniencia de seguir confiando en los mal llamados "representantes", que están allí para devolver favores al capital, y apostar con mayor energía a la organización. Nadie lo hará por nosotros.

Selección en Internet: Melvis Rojas Soris

  • Escritor y pensador uruguayo

La Ofensiva Monroe

BARÓMETRO INTERNACIONAL 5 de septiembre del 2016 VENEZUELA

Néstor García Iturbe*

Si analizamos al situación en América Latina en los momentos actuales, podemos llegar a la conclusión de que Estados Unidos está enfrascado en una verdadera ofensiva, la Ofensiva Monroe. Al parecer, el señor Obama como parte de su legado intenta dejarle a su sustituto una situación lo más beneficiosa posible para Estados Unidos en América. En Tal sentido está trabajando desde hace un buen tiempo, ha sido una labor en la que las fuerzas conjuntas del Departamento de Estado, la CIA, el Pentágono y Wall Street se han coordinado para llegar a la situación en que ahora nos encontramos. Las actividades desarrolladas han estado comprendidas entre lo que ahora se llama “diplomacia suave”, el “hakeo” de elecciones para alterar sus resultados, la organización de grupos opositores, el estrangulamiento económico y la ampliación de bases militares que en un momento determinado puedan utilizarse para la intervención militar. No se ha dejado nada al azar. Como referencia algo distante pudiéramos poner lo que sucedió en Honduras con el derrocamiento de un gobierno elegido por la mayoría de la población. También pudiéramos citar lo sucedido en Paraguay, en este caso utilizando otros medios, pero con un resultado similar: la salida del poder del presidente constitucional. Dentro de las acciones más recientes pudiéramos citar a Argentina, donde al parecer los “hackers” del Pentágono pudieron realizar su labor y mostrar un resultado que no está acorde con los verdaderos sentimientos del pueblo de esa nación. El régimen neoliberal implantado por Macri, no se ha de demorado en tomar medidas que perjudican la economía de los ciudadanos y beneficia las grandes empresas. El caso Dilma en Brasil, aunque tiene sus características muy peculiares, se está dirigiendo por el mismo método con que resolvieron el problema de Paraguay. Las acusaciones contra Dilma son totalmente falsas y mal intencionadas, pero Estados Unidos ha logrado comprar un buen número de diputados que seguirán las órdenes impartidas de que, suceda lo que suceda, Dilma no pueda regresar a la presidencia. Es evidente que ella cuenta con el apoyo de la gran mayoría de la población, sin embargo, esto no se refleja en las actuaciones del gobierno de Temer que a cada momento da pasos hacia la entrega total a sus aliados imperiales. Ante la situación de la mandataria sacada del poder, ahora han iniciado una ofensiva contra Lula, para evitar por todos los medios que este pueda aspirar en las próximas elecciones y, nuevamente, el pueblo tome el poder en Brasil. El imperio piensa en todo y no quiere arriesgar lo que ha ganado. El imperio ataca todos los días a Venezuela, en distintos frentes, con métodos variados, tratando de poner en jaque al gobierno venezolano y de crear las condiciones propicias para su derrocamiento. Aquí también los “hackers” del Pentágono jugaron su papel y lograron la mayoría de diputados, como primer paso para el derrocamiento constitucional del Gobierno Revolucionario. Lo más importante de todo es que el Gobierno de Maduro continúa con el poder en sus manos, que ese poder responde a los intereses de la mayoría de la población, que la lucha contra los aliados de Estados Unidos ha fortalecido las huestes revolucionarias, que hora ven más claro lo que está sucediendo y comprenden que no pueden permitir que suceda en su país lo que está pasando en Argentina y Brasil. La lucha contra Evo en Bolivia se ha estado desarrollando durante meses, con algunas treguas, pero manteniendo los ataque contra su gobierno. Los éxitos económicos de Bolivia y los cambios en la economía de la población, reflejados en el último informe del gobierno, nos dan una idea de lo que ha perdido la clase dominante estadounidense, cuyo objetivo es que toda esa riqueza termine en sus bolsillos, no en las manos del pueblo boliviano. Los últimos acontecimientos sucedidos en Bolivia, donde la mano de la CIA se ha puesto de manifiesto, es una alerta que Evo ha tomado muy seriamente y a la que estamos seguros responderá en la forma adecuada. La situación en Ecuador también está teniendo su afectación como consecuencia de la acción estadounidense. Recuerden que Correa estuvo detenido en un intento de Golpe de Estado, que se han desarrollado fuertes luchas contra empresas estadounidenses que explotaban las riquezas petroleras de Ecuador y que aspiran a continuar haciéndolo sin mayores contratiempos. El Pentágono, con las vinculaciones que mantiene en Ecuador, está trabajando fuertemente en función de los intereses de estos grandes consorcios. No puede decirse que Centro América se encuentra tranquila, marchando por una senda de progreso. Precisamente en Nicaragua se han manifestado acciones que tratan de afectar el gobierno de Daniel Ortega, entre otras, el resurgimiento de la contra, todo lo cual dirigido y financiado por Estados Unidos. En cuanto a Cuba, los intereses estadounidenses de borrar del mapa la Revolución Cubana, se ponen de manifiesto diariamente y en casi cada acción del gobierno de Obama relacionada con la Isla. En este caso se trata de fortalecer la subversión política ideológica con el fin de dividir al pueblo cubano y hacerlo más débil en la lucha contra el imperio. Parte de la estrategia es trata de fortalecer económicamente al sector privado con la esperanza de que un mayor poder económico implique un mayor poder político. También dentro de sus propósitos están el desviar a la juventud de sus verdaderos intereses y crear una casta de artistas cuya obra promueva el apartarse de los principios y valores revolucionarios. Promover intereses particulares que se contrapongan a los intereses colectivos, fortalecer el individualismo sobre el colectivismo. Tratar de explotar situaciones que la Revolución Cubana debe resolver relacionadas con la economía, la igualdad racial, sexual y social, es el propósito. La Ofensiva Monroe se desarrolla en estos momentos, con la mayor fuerza posible, mientras el mundo se encuentra entretenido siguiendo el espectáculo organizado con motivo de las elecciones en Estados Unidos, donde los candidatos se dedican a criticarse entre sí, no explican lo que harán para beneficiar al pueblo y no tocan los problemas internacionales, guerras e injerencias en los asuntos internos de otros países en los que están implicados, para que todo se siga desarrollando como está planificado. El imperio sigue su agitado curso.

  • Analista político cubano

La verdad sobre las cárceles femeninas de series como Orange is the New Black

EL DIARIO 26 de agosto del 2016 ESPAÑA

Estados Unidos tiene la proporción de mujeres encarceladas más alta del mundo

Christia Mercer*

En Estados Unidos viven el 5% de las mujeres de todo el mundo y el 33% de las mujeres encarceladas. Una proporción mayor, tanto per cápita como en términos absolutos, que en cualquier otro lugar. Aunque esto solo supone el 7% del total de prisioneros en esa nación, las estadísticas no reflejan las singulares y horribles circunstancias a las que muchas mujeres encarceladas se enfrentaron antes de ser condenadas.

Son chicas que fueron víctimas cuando eran pequeñas, fueron ignoradas en precarias escuelas y desprotegidas por los servicios sociales. Chicas que abandonaron el instituto, que se automedicaron con alcohol o con drogas ilegales y, después, cometieron errores que las lanzaron de lleno a un sistema carcelario de escala industrial.

La realidad sobre las dificultades de estas mujeres nos explota en la cara en un nuevo informe publicado hace unos días por el Vera Institute of Justice y el Safety and Justice Callenge. Dice que las mujeres conforman el grupo demográfico que más rápido crece en las cárceles de EEUU. También cuenta que esta situación es la que agrava las desventajas sociales a las que hacen frente.

Estados Unidos hace un flaco favor a la población de mujeres prisioneras al encerrarlas sin haberles dado una primera oportunidad en la vida, mucho menos una segunda.

Un impactante 32% de mujeres encarceladas en Nueva York fueron víctimas de violación antes de ser arrestadas. En la prisión de Nueva York en la que enseño como voluntaria a través de Justice in Education Initiative de la Universidad de Columbia, el 82% de las mujeres sufrió graves abusos psicológicos o sexuales cuando eran pequeñas y el 75% vivió violencia física por parte de sus parejas durante la edad adulta.

Aunque cerca del 18% de los residentes de Nueva York son negros, un estudio muestra que las mujeres negras constituyen el 42,6% de las reclusas; muchas de ellas vienen de barrios económicamente deprimidos en los que hay escuelas poco adecuadas y poco apoyo para las chicas problemáticas que han sufrido abusos.

De las ocho mujeres a las que impartí clases a través del programa de Columbia este verano, siete eran negras. En el momento de las detenciones, el 43% de las que están en prisiones de Nueva York no han terminado el instituto y más de la mitad tiene problemas relacionados con el abuso de algunas sustancias.

He llegado a conocer bien a algunas de ellas. Se supone que a clase no vamos a hablar de temas personales, pero no puedes enseñar literatura y filosofía en prisión sin descubrir algún trauma del pasado, temores presentes o qué tipo de personas han terminado detrás de los barrotes.

Mis estudiantes son tan realistas que no pestañean al repasar los errores que cometieron cuando eran adolescentes o las terribles cosas que les hicieron cuando eran niñas. Escucho los ecos de los abusos que sufrieron cuando discuten el futuro de Casandra e Ifigenia en la trilogía de la Orestíada de Esquilo, en la artimaña mal intencionada que protagoniza Malvolio en Noche de Reyes de Shakespeare o en la pureza de alma de Sócrates cuando, en calma, bebe cicuta en su celda.

Hace aproximadamente dos milenios, Clemente de Alejandría resumió la visión de muchos de sus contemporáneos así: "Actuar es el sello de hombre. Sufrir es el sello de la mujer". Tendrían que pasar cientos de años de lucha antes de que las mujeres se considerasen aptas para ser miembros activos de la sociedad y para que se desterrase la idea de tratarlas como a víctimas naturales por nacimiento.

La esclava Sojourner Truth se levantó entre abucheos y gritos en 1853 y defendió los derechos de las mujeres –también los de las mujeres negras– cuando reconoció: "A todas nosotras nos han hundido de tal manera que nadie pensó que podríamos volver a levantarnos".

Esto ha persistido, pero mis estudiantes se están levantando y creando sus propias primeras oportunidades. A pesar del alambre de espino, de los muros de acero y del constante miedo a los abusos y al aislamiento, han aprendido a centrarse en las tareas de las clases, haciéndolo lo suficientemente bien como para entrar en el programa de Columbia.

A pesar de tener que tomar apuntes a mano y hacer exámenes en aulas asfixiantes, se deleitan al entender ideas profundas. Me dan constantemente –a mí, que supuestamente soy la experta– nuevas percepciones sobre sutilezas filosóficas y literarias de los libros que llevo enseñando años.

Estas mujeres se merecen una segunda oportunidad. Barack Obama ha hecho hincapié en la importancia de la clemencia para los prisioneros, concediendo más conmutaciones y perdones que los últimos nueve presidente juntos y más que ningún otro presidente en casi un siglo. Y como la junta de libertad condicional de Nueva York tiene un mal registro a la hora de ver redención incluso en los reclusos con mejores comportamientos, mis estudiantes tienen un muro más alto que escalar cuando ya no han podido caer más bajo.

Pero si nuestro presidente y otros a los que nunca les han faltado oportunidades empiezan a hablar de estas mujeres, de los abusos que sufrieron cuando eran niñas y animan a la junta de libertad condicional a que les otorgue clemencia, quizá empecemos a ver un atisbo transformador de libertad. Las juntas que conceden clemencia y los gobiernos quizá podrían dar una segunda oportunidad a las mujeres que no tuvieron la primera.

Selección en Internet: Inalvys Campo Lazo

  • Educadora estadounidense