Portal:Panorama Mundial/DE LA PRENSA/2016-09-27

Con el bloqueo aún vigente

PÁGINA 12 21 de septiembre del 2016 ESPAÑA

La decisión tomada el 3 de febrero del 1962 por John F. Kennedy se mantiene inalterable y afecta también intereses de terceros países. Bancos de Europa y Asia reciben multas millonarias por operar con la isla

Gustavo Veiga*

Estados Unidos y Cuba se acercan al segundo aniversario del restablecimiento de relaciones diplomáticas. Pero la persistencia del bloqueo sobre la isla no se compadece con ese avance que parecía imposible en diciembre del 2014.

La medida unilateral de la mayor potencia planetaria no se modificó en lo sustancial y el gobierno de Raúl Castro volverá a denunciar esa política ante las Naciones Unidas el próximo 26 de octubre (cuando se celebra el aniversario de la creación del organismo).

Lo incoherente de esta situación es que en algunas áreas se profundizó el daño a la economía cubana en el período 2015-2016 si se lo compara con el anterior.

El ejemplo de la Salud Pública es el más notorio: las pérdidas subieron cinco millones de dólares. Los perjuicios se extienden en el tiempo a rubros sensibles de la economía caribeña como el comercio exterior, la alimentación, el turismo y la biotecnología, entre otros.

La decisión tomada el 3 de febrero del 1962 por el presidente John F. Kennedy se mantiene inalterable y afecta también a intereses de terceros países. Mientras Cuba no puede utilizar el dólar en transacciones internacionales, bancos de Europa y Asia –sobre todo– reciben multas multimillonarias por operar con la isla.

Consecuentes en su postura, los cubanos estudiaron área por área los daños que siguen sufriendo por la anacrónica política de su vecino.

Los principales constan en un informe de 43 páginas. Se vinculan con la resolución 70/5 de la asamblea general de la ONU titulada “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”.

El canciller Bruno Rodríguez Parrilla dijo que los perjuicios económicos directos provocados contra su país “ascendieron a no menos de 4 mil 680 millones de dólares a precios corrientes, calculados con todo rigor y de manera prudente y conservadora, con una metodología reconocida incluso por instituciones prestigiosas norteamericanas”.

El gobierno de la isla renueva cada año su trabajo sobre las consecuencias del bloqueo rechazado en la ONU por 191 votos a 2 en el 2015. Pero esta vez, a través de su diplomacia hizo más evidente la contradicción que implica esa medida con los discursos que ha dado el presidente Barack Obama sobre el tema.

En La Habana todavía recuerdan el del 22 de marzo pasado, cuando visitó el teatro Alicia Alonso: “El bloqueo solo hace daño al pueblo cubano en lugar de ayudarlo”, dijo.

Es la misma conclusión a que arribaron los cubanoamericanos que viven en Miami. En una encuesta realizada por la Universidad Internacional de Florida (FIU) en agosto, el 74,4% apoyó su eliminación.

Otro dato confirma cómo los estadounidenses en general empiezan a ignorar las recomendaciones de los congresistas que más se oponen a cualquier tipo de intercambio con la isla.

En el 2015, Cuba reportó 161 mil 233 visitantes de EEUU, casi un 56% más que los 91 mil 254 del 2014. Pero esas cifras son insignificantes si se toma en cuenta que 14,3 millones de turistas de ese país viajan al Caribe y que el 15% de ese caudal habría ido a Cuba de no estar vigentes aún varias restricciones de Estados Unidos al turismo. El dato lo tomó el gobierno de La Habana de la Organización de Turismo del Caribe (CTO, por su sigla en inglés).

Es sabido que un ingreso clave para Cuba proviene de esa actividad. La tendencia es a la subida por el aumento de los vuelos y a pesar de los daños económicos que sufre la aviación civil de la isla por el bloqueo: se valúan en poco más de 156 millones de dólares.

Otra contra que tiene el turismo cubano es que no puede apelar a los servicios de promoción de compañías en EEUU. Al contrario, dice el informe que “el país ha estado sometido a campañas procedentes de los Estados Unidos dirigidas a desacreditar” la industria local.

El texto describe cómo crecieron las pérdidas en el área de salud entre el primer y segundo años de relaciones diplomáticas. Pero, además, algo semejante ocurrió con la alimentación. La información fue recopilada por los ministerios de Industria Alimentaria y de Agricultura. En el 2015 se informaron perjuicios por 592,269,000 dólares. Este año la cifra trepó a 605,706,289. Una diferencia de casi 13 millones y medio.

En los casi 55 años de bloqueo que sufre, Cuba calcula pérdidas por 753 mil 688 millones de dólares estimados a valor oro. También fueron perjudicadas empresas de terceros países. Según el informe, eso queda muy claro en el área de finanzas. Durante los dos gobiernos de Obama “se han aplicado 14 mil millones de dólares como multas –record mundial– fundamentalmente contra bancos europeos y asiáticos”. Se cerraron cuentas, no se prestaron determinados servicios, se devolvieron operaciones.

Un ejemplo lo aportó la embajada cubana en Buenos Aires: “El 1° de abril del 2016 se conoció que el Citibank rechazó los pagos de clientes de la empresa cubana Havanatur Argentina”.

La lista de daños mensurados por La Habana es tan extensa como los que caben entre el 1962 y el 2016. Y aunque el gobierno de Castro reconoce que “se han alcanzado avances en las relaciones bilaterales como el restablecimiento de las relaciones diplomáticas y la reapertura de embajadas” los considera “insuficientes”.

Cuando presentó el informe, Rodríguez Parrilla recordó: “El presidente Obama dijo que el bloqueo no funcionó, que no ha funcionado y que hay que levantarlo; dijo que no ha funcionado para los objetivos históricos de Estados Unidos, para los objetivos de estas más de cinco décadas. No dijo que es ilegal, que es una violación del Derecho Internacional; no dijo que es una violación de los derechos humanos de los cubanos; no dijo que es inmoral, que viola toda ética; ni dijo tampoco que es cruel y provoca daños humanos”.

“Sí dijo –insistió el Canciller– que los objetivos de Estados Unidos son los mismos de hace casi 60 años y que lo que cambia son los métodos; pero hasta hoy, hasta este minuto en que nos encontramos, el bloqueo persiste con todos sus efectos, el bloqueo daña, sigue dañando a nuestro pueblo.

Es la realidad, es la verdad, son los hechos.”

Selección en Internet: Inalvys Campo Lazo

  • Periodista y escritor argentino

EEUU: 11-S, terrorismo de Estado

LA HAINE 19 de septiembre del 2016 ESPAÑA

La armazón del 11-S fue una suerte de Pearl Harbor para justificar un ambicioso y secreto diseño, el Project for a New American Century

John Saxe-Fernández*

Por fin, y bajo presión de las familias de unas 3 mil víctimas de los ataques del 11 de septiembre del 2001 (11/S), Obama desclasificó en julio pasado 29 páginas censuradas por el entonces presidente Bush en el 2002, del Informe senatorial sobre los ataques a las Torres Gemelas y al Pentágono.

El documento, bajo estricta vigilancia, se colocó en la bóveda de un sótano del Congreso. Se permitió acceso a los legisladores, con prohibición de tomar notas y bajo juramento firmado de no divulgar su contenido so pena judicial.

¿Por qué tanta restricción? Sin razones legítimas de seguridad nacional, la censura fue para encubrir la complicidad de funcionarios y agentes de Arabia Saudita en parte crucial de la armazón del 11-S, una suerte de Pearl Harbor para justificar un ambicioso y secreto diseño, el Project for a New American Century, PNAC, que incluye guerras de agresión (bajo el membrete de antiterrorismo) y un regime change en EEUU, ya que Bush asentó que la Presidencia tiene el poder de hacer a un lado estatutos aprobados por el Congreso cuando entran en conflicto con su interpretación de la Constitución.

Quien agregue las 29 páginas censuradas al contenido del informe bicameral descubre que Arabia Saudita es la nación extranjera involucrada y más mencionada en los ataques y que el secreto es porque de esas páginas se concluye que ni Irak, Afganistán, Libia, Siria, Yemen, Paquistán o Laos fueron colaboradores o encubridores de los ataques.

Además, que desde septiembre del 2000, un año antes de tomar el poder, Bush/Cheney habían decidido atacar Irak y a Hussein y no a Arabia Saudita: como parte del esquema del dominio global estaban los intereses de grandes monopolios de EEUU e Inglaterra por el acceso a yacimientos de Irak de alta calidad y bajo costo de extracción que Saddam había concesionado a firmas europeas y rusas.

Como informó un analista del MI6, una vez Bush/Cheney en la Casa Blanca la acción militar contra Irak fue inevitable y los datos se manipularon de acuerdo con las decisiones políticas.

Detrás del PNAC estaban los multimillonarios contratos de reconstrucción de Irak que gestionaría la cúpula gubernamental de EEUU en torno al cuantioso gasto de un Departamento de Defensa (DoD) con sistemas de auditoría frágiles, por decirlo con generosidad.

Bajo los neocon la canalización de riqueza de lo público a lo privado en EEUU se realiza por medio de novedosos sistemas de subrogación de cuanta función pública esté a mano: sea la evaluación estratégica, de logística, manejo de cárceles clandestinas, control de muchedumbres, interrogatorio de prisioneros (tortura), contrainsurgencia rural y urbana etcétera.

Ya en el 2004, con Bagdad e Irak hechos pedazos, Bush creó una oficina para coordinar la reconstrucción de países arrasados por EEUU y su posterior estabilización con represión, masacres de contrainsurgencia y operativos tipo Ayotzinapa.

Esa oficina en el Departamento de Estado que puso a cargo de Carlos Pascual, exembajador en Ucrania (y en México), operaría con fondos del DoD. Su misión sería acelerar el traspaso de riqueza pública a los privados agilizando la gestión de contratos.

En conferencia en un instituto en DC, reseñada por Naomi Klein, Pascual dijo que se trata de planes posconflicto para 25 países que no están, todavía, en conflicto.

Para Pascual, la reconstrucción y estabilización sería también capaz de coordinar tres operaciones totales de reconstrucción en países diferentes al mismo tiempo, con duración de cinco a siete años (ibid). Prometió que incluso los contratos de reconstrucción (de sistemas hidráulicos, electricidad, escuelas, hospitales, mercados arrasados por el bombardeo y la guerra) estarían listos a firmar antes de lanzar la guerra preventiva.

En 15 años desde el 11-S, son millones de bajas civiles, de desapariciones forzadas, de desplazados por la violencia, gran saqueo de Irak y otros países y del erario de EEUU.

Como a mediados del 2016 auditores del DoD detectaron un inexplicable faltante estimado en ¡5,6 billones (trillones) de dólares! Los creadores y operadores del PNAC y sucesores ameritan atención de las Cortes Federales y desde luego, de la Corte Penal Internacional, si es que esa instancia atiende los crímenes de guerra del liderato de naciones 'indispensables'.

Las 29 páginas, tanto como la Constitución vigente en EEUU, el hábeas corpus consagrado en la Carta Magna, las convenciones de Ginebra y en general el derecho penal internacional, son documentos con datos y principios estorbosos ya superados, según los neoconservadores de tiempos de Bush y de Obama.

En el entusiasmo de empresas y altos funcionarios por estos contratos bajo sostén de un nuevo ¿orden? global se encontrará el motor del abandono de EEUU del Derecho Penal internacional y su endoso desde el 11-S a guerras de agresión, el mayor crimen en curso según las normas derivadas de los juicios de Nuremberg.

Selección en Internet: Inalvys Campo Lazo

  • Doctor en Estudios Latinoamericanos en la Universidad Autónoma de México (Unam)

Un bandolero llamado Eduardo Cunha

PÁGINA 12 20 de septiembre del 2016 ARGENTINA

Eric Nepomuceno*

Entre fines de julio y principios de agosto Eduardo Cunha despachó emisarios para sondear la Fiscalía General de la Unión. Quería saber si había buena disposición para establecer un acuerdo de “delación premiada”, que le aseguraría penas blandas, en caso de una condena que parecía y parece inevitable, a cambio de informaciones.

Cunha lo desmintió con vehemencia durante todo el proceso que culminó con su expulsión de la Cámara de Diputados, la suspensión definitiva de su mandato (y los correspondientes fueros privilegiados) y su inhabilitación política por ocho años.

Ahora, los procesos a que respondía en el Supremo Tribunal Federal pasan a primera instancia. Uno de ellos ya fue enviado al provinciano juez de primera instancia Sergio Moro, firme admirador no confesado de los tribunales de la Santa Inquisición: más que buscar justicia a la hora de juzgar, tiene la obsesión de condenar.

Fulminado por sus pares, abandonado por sus huestes, Cunha vuelve al llano intentando aparentar la calma de un lago nórdico en invierno. Sabe que perdió casi todo su poder en la Cámara de Diputados. Sabe que es un cadáver político. Sabe que se transformó en símbolo máximo de podredumbre en un sistema político podrido. Sabe que es la imagen lapidada de un corrupto vulgar, de un bandolero desarmado.

Pero también sabe que lo que sabe puede ser letal para un número incalculable de políticos de todos los calibres, a empezar por su veterano aliado y cómplice Michel Temer. Eximio maestro del chantaje, Cunha deja claro que se sintió abandonado por traidores voraces.

Quedan, en ese enredo, al menos dos preguntas básicas. La primera: ¿qué hará ahora, cuando tanto él como su esposa, Claudia Cruz, están bajo la amenaza concreta de prisión?

No hay mucho espacio para negociación con los fiscales ávidos de aplausos de una opinión pública entorpecida por los mismos medios hegemónicos de comunicación que hasta hace pocos meses ignoraban olímpicamente los desmandes colosales del bandolero-mor de la República. Y menos para intentar alguna complacencia de la Corte Suprema.

Precavido, desde hace al menos dos meses trata de seducir a los fiscales y a la Policía Federal con la perspectiva de delatar. El eventual beneplácito de la Justicia dependerá de lo que Cunha esté dispuesto a ofrecer.

Una primera muestra surgió ayer, cuando en una entrevista del diario conservador O Estado de S. Paulo (uno de los adalides del golpe institucional que destituyó a la presidenta electa Dilma Rousseff y colocó en su lugar a un Michel Temer que sigue buscando desesperadamente una legitimidad cada vez más inviable) Cunha lanzó algunos contundentes disparos de alerta.

El blanco ha sido uno de los hombres fuertes de Temer, Wellington Moreira Franco, encargado del muy jugoso tema de las privatizaciones. La reacción de Moreira Franco fue intentar desclasificar a su acusador.

Bueno, Cunha es, efectivamente, un desclasificado ético y moral. Pero en ese terreno, Moreira Franco es un imponente competidor: su integridad tiene la consistencia de un consomé aguado. Cunha salpicó, de paso, a otro monumento de polución ética y moral, el mismo Michel Temer. ¿Amenaza velada? No: mejor considerarlo una especie de advertencia.

La otra pregunta básica: ¿cómo ha sido posible que semejante creatura, cuya trayectoria fue sólidamente pavimentada de robos, coimas, chantajes, haya reunido tanto poder, a punto de haber sido el gatillo disparador de un golpe institucional victorioso?

La respuesta es dura, pero no hay salida: eso ocurrió gracias al ambiente degradado de la política brasileña, al silencio cómplice de los medios de comunicación, a la bovina pasividad de las cortes superiores de Justicia, a la inercia de un sistema judicial tan perezoso como contaminado. A la despolitización de un electorado que se deja conducir como rebaño de terneros distraídos. Y, duro pero innegable, a la admisión, por parte del PT, de aliarse a un partido como el PMDB, plagado de traidores como Cunha, Temer y todo el resto de la pandilla.

Por décadas Cunha supo buscar financiación para campañas electorales ajenas, armando una red de deudores que luego transformaba en cómplices de sus negocios sin escrúpulo.

Con un Congreso en que existen nada menos que 28 partidos políticos, impera en Brasil un engendro llamado “presidencialismo de coalición”. O sea, ningún presidente logra gobernar sin aliarse para intentar una mayoría parlamentaria.

Ese escenario propicio a todo tipo de chantaje y de negociaciones espurias sirve de pasto generoso para el apetito desorbitado de bandoleros como Eduardo Cunha. Y sirvió para que Dilma, el PT y Lula fuesen traicionados de manera vil.

Cunha fue, quizá, el más hábil e inteligente de toda una enorme pandilla que ahora se reúne alrededor de Michel Temer. Cuando sus servicios dejaron de ser necesarios, fue defenestrado por sus pares con la frialdad de los chacales.

Sabe que perdió casi todo su poder, pero que mantiene algo de su otrora olímpica influencia, en especial sobre partidos pequeños e inexpresivos que, reunidos, suman una bancada de casi 20% de la Cámara de Diputados.

Vengativo e implacable, advirtió que no caería solo: caería disparando. Bueno, ya cayó.

Ahora vendrán los disparos.

Selección en Internet: Inalvys Campo Lazo

  • Periodista brasileño del diario argentino Página 12

El decálogo neo neoliberal

CELAG 14 de septiembre del 2016 ECUADOR

Ava Gómez* y Alejandro Fierro**

El Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica ha venido publicando una serie de análisis sobre las categorías conceptuales con las que opera la derecha del subcontinente, tanto a nivel político como mediático. Este artículo condensa los principales mensajes detectados. Pretende ser una guía sucinta de los nuevos códigos que maneja un neo neoliberalismo que se ha reciclado discursivamente para tratar de hacer olvidar los resultados catastróficos de sus políticas en los años 80 y 90.

1. Gestión eficiente. Ya no es el tiempo de las ideologías. Ni siquiera de la política. Lo que supuestamente le importa a la gente es que las cosas funcionen. El político se asimila a un empresario. Sólo se valoran los resultados.

2. Liderazgos no carismáticos. En consonancia con el concepto anterior, se precisan dirigentes sin carisma personal pero con una pátina de buenos gestores. La grisura de carácter se identifica con seriedad y responsabilidad para abordar los asuntos públicos. Se prefiere al contable de oficina antes que al líder de masas. Éste se asocia a un populismo manipulador.

3. Banalización de lo político. Frente a los grandes constructos del pasado, la política se reduce cada vez más a una suerte de presentaciones inconexas donde prima lo anecdótico. La frivolización se traviste de "humanización". Programas de variedades y entretenimiento se constituyen en el escenario preferido por los políticos, en detrimento del escenario institucional.

4. Meritocracia. Los logros son productos del esfuerzo personal y no de las condiciones sociales. La maximización de la educación es el elemento legitimador del mérito. Se presenta un sistema educativo en abstracto al que supuestamente todo el mundo tiene acceso, sin tener en cuenta la extracción de clase. Del aprovechamiento o no que haga el individuo dependerá su suerte.

5. Desarrollo y consumo. El progreso se presenta como un desarrollismo sin límites que propicia la posibilidad de un consumo calificado como "derecho" (y ocultando de esta forma los derechos legítimos como el derecho a la vivienda, sanidad, trabajo, salario digno, etc.).

6. Ineficiencia de los modelos socialistas. Son "intrínsecamente ineficientes". Su éxito a principios de siglo fue un espejismo propiciado por unos precios de las materias primas que alcanzaron máximos históricos. Una vez resituadas las cotizaciones, estas propuestas vuelven a demostrar su inconsistencia. Se teje un hilo sutil que las relaciona con los antiguos regímenes comunistas de la Europa del Este. Regresa la teoría del Fin de la Historia. El capitalismo es el único sistema válido.

7. Regreso a los referentes occidentales. Estados Unidos y Europa occidental son los modelos, en antagonismo a la autoidentificación latinoamericana de la propuesta bolivariana. Todo se valora en función de su mayor o menor parecido al Primer Mundo. Es un retorno a los complejos de inferioridad que tan funcionales han sido a las élites locales.

8. Sacralización de la unidad. Los gobiernos progresistas han polarizado a los países, enfrentando a hermanos contra hermanos. El neo neoliberalismo levanta la bandera de la unidad por encima de las diferencias de clase. No importa ser rico o ser pobre. Lo verdaderamente importante es la pertenencia a una misma nación. La lucha de clases queda invisibilizada.

9. Formalismos democráticos. Se ponen en primer plano los protocolos de las democracias electorales de origen liberal, con el voto como máxima posibilidad de ejercicio político para los pueblos. Cualquier experiencia de democracia protagónica es deslegitimada. La economía libre de mercado se considera un requisito indispensable de la democracia.

10. De la política social a la asistencial. Se elimina la consideración de las políticas sociales como derechos. Se entiende que éstas impiden el desarrollo de un país y privan a sus destinatarios de los estímulos necesarios para trabajar o emprender. Únicamente se reserva una precaria política asistencial para los sectores más vulnerables, más como contención de posibles protestas -y vuelcos electorales- que como una acción decidida a sacarles de su condición.

Selección en Internet: Inalvys Campo Lazo

  • Socióloga y Comunicadora
    • Analista habitual de TeleSur.

Alimentación rebelde

REBELIÓN 21 de septiembre del 2016 ESPAÑA

Carlos Soledad*

“Somos lo que comemos” sentenció el filósofo alemán Ludwig Feuerbach en el 1850. El padre del ateísmo antropológico utilizó esta frase para defender el derecho de las clases populares a una buena alimentación.

En aquellos tiempos la propaganda de la Iglesia aseguraba que solo debíamos preocuparnos por alimentar el alma que no necesitaba alimentos físicos. Hoy, en plena crisis de la modernidad, decidir lo que entra por nuestra boca sigue implicando actos individuales y colectivos de rebeldía capaces de trastocar radicalmente el status quo.

Aunque la producción de alimentos es suficiente para toda la humanidad y la alimentación se define como un derecho humano, mil millones de personas en el mundo pasan hambre. Esta desnutrición crónica es la principal causa de muerte por hambre en el mundo.

Según Naciones Unidas diariamente 20 mil personas fallecen de hambre, siendo el 75% de las víctimas niñas y niños menores de cinco meses.

Los alimentos no llegan porque el sistema agroalimentario internacional así lo decide. No puedes pagarlo, no puedes comerlo.

Se trata de un puñado de gobiernos y oligopolios a nivel global que decide el precio de los alimentos, la calidad de éstos y es muy beligerante contra el surgimiento de alternativas. Sus prácticas son variadas -compra masiva de tierras, imposición o levantamiento de aranceles, especulación de los precios, entre muchas otras-.

Fieles a la lógica industrial neoliberal, envenenan nuestros alimentos desde el campo y torturan a los animales para producir más con menos. La recién compra de Monsanto -la multinacional campeona en el negocio de las semillas transgénicas- por Bayer -número uno en pesticidas- significa una vuelta de tuerca más a este modelo.

A pesar de las múltiples “cruzadas” de las instituciones globales para erradicarla, el hambre no cesa. Para los movimientos sociales de abajo, es cada vez más obvio que las respuestas caritativas y los programas burocráticos nacionales e internacionales son insuficientes y hasta contraproducentes para erradicar el hambre y alimentarnos adecuadamente.

La gente cada vez se da más cuenta que la forma de pensar en que se basan los enfoques tradicionales no concuerdan con lo que en realidad hay que hacer.

Así, un nuevo marco de pensamiento ha venido construyéndose a partir de las experiencias colectivas de lucha autónoma propiciando una alimentación rebelde.

Con 23 años de vida, La Vía Campesina sigue siendo el movimiento de referencia. Con una estructura descentralizada y una perspectiva feminista clara representa a más de 200 millones de campesinas y campesinos de África, Asia, Europa y América.

Impulsor del concepto de soberanía alimentaria y en contra del agronegocio apuesta por la agricultura de pequeña escala y de proximidad como promotora de justicia y dignidad.

Uno de sus miembros más visibles es el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) de Brasil con millón y medio de militantes. Entre sus métodos de lucha destaca la ocupación de tierras improductivas para regenerarlas, convirtiéndolas en la semilla de nuevas generaciones de comunidades autosostenibles.

Slow Food es otro movimiento internacional que está cobrando fuerza. Surgió hace 30 años como oposición a la construcción de un Mc Donalds en Roma, Italia. Planteó una crítica profunda a la tendencia fast food (comida rápida) y la importancia de una gastronomía que tomara en cuenta todo el circuito alimentario, desde la tierra hasta la boca.

Criticado en su origen por centrarse en el gusto de las élites, Slow Food pasó a incorporar entre sus planteamientos, además de una alimentación sabrosa -buena-, que sea ecológica -limpia- y económicamente sostenible para las y los productores -justa-.

Entre sus principales proyectos se encuentra la protección del patrimonio alimentario en extinción, la promoción de restaurantes kilómetro cero -con platillos de proximidad y ecológicos- y el apoyo a pequeños productores del mundo que cada dos años se reúnen con otros actores en el gran evento Terra Madre. En la actualidad tiene presencia en más de 150 países, autorganizados a nivel local en convivios.

Pero más allá de los movimientos de referencia, las iniciativas individuales y colectivas han asaltado la cotidianeidad.

La explosión de grupos y cooperativas de consumo por todo el mundo bailan al son de la autonomía. La adopción de dietas vegetarianas o semivegetarianas pone el acento en la salud y en los derechos de los animales y la Madre Tierra.

La apertura de pequeños negocios y mercados ecológicos y de proximidad genera nuevas alternativas de consumo. La conquista de espacios “muertos” en la ciudad reconvertidos en huertos urbanos son las nuevas joyas de los barrios. Los comedores escolares reconvertidos en cocinas ecológicas son un espacio privilegiado de educación alternativa.

Eduardo Galeano se alegraría, el escribió “es tiempo de miedo, quien no tiene miedo al hambre, tiene miedo a la comida”. Pero ya acabó ese tiempo, estamos creando un mundo nuevo.

Selección en Internet: Inalvys Campo Lazo

  • Profesor, investigador independiente y defensor de los derechos humanos