Prúrigo actínico


Prúrigo actínico
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Prúrigo actínico. También referida como prúrigio de Hutchinson, defiere suficientemente de la erupción poliforma lumínica para poder ser considerada como una entidad diferenciada. Es una afección rara, caracterizada por pápulas parecidas a la del prurigo simple y por placas eccematosas. La aparición más frecuente es en niños expuestos a la luz solar.

Patogenia

La asociación de HLA es fundamental en el prurigo actínico; ha sido aclaratoria por la ausencia de tal aclaración en la EPL, lo cual determina que se trata de 2 entidades distintas. Un infiltrado linfocítico dérmico perivascular y un aumento del eritema en el prurigo actínico después de la aplicación tópica de prostaglandina, sugiere la posibilidad de una [[inflamación inmunológica.

Características Clínicas

El cuadro clínico conforma un exantema intensamente pruriginoso que se inicia, por lo general, en niños menores de 10 años, con una incidencia familiar por encima del 50 % de los casos. La atopia familiar y personal ocurre con mayor frecuencia que en sujetos normales. La erupción no se relaciona exactamente con la exposición solar. Como elemento principal del cuadro lesional clínico se destacan las pápulas y los nódulo eritematosos, y con lesiones secundarias las escoriaciones, las costras, y en ocasiones, la eccematización y la liquenificación que tipifican las manifestaciones clínicas.

La localización preferencial de las lesiones es en la cara, el labio inferior y la parte distal de los miembros, mientras que las áreas proximales de los miembros y la frente están generalmente respetadas o mínimamente lesionadas. Las nalgas son sitios de predilección. En la cara pueden aparecer manchas o cicatrices lineales. En los pacientes también pueden aparecer conjuntivitis crónica.

Histopatología

Los hallazgos son inespecíficos, o los de una dermatitis subaguda o crónica, Puede observarse acantosis irregular con espongiosis epidérmica y costras con un infiltrado linfocítico dérmico. Las pruebas cutáneas con irradiación monocromática confirman la sensibilidad a luz en casos dudosos. La histopatología es inespecífica, pero la infiltración linfocítica perivascular y las alteraciones epidérmicas pueden ayudar a un diagnóstico. El prurigo nodular, la dermatitis atópica, picadura de insectos y la porfiria eritropoyética pueden ser excluidas.

Tratamiento

El uso de pantallas solares con filtros de alta gradación y las medidas generales de protección, así como el PUVA y los nuevos avances de fotoprotección pueden ser útiles. En casos resistentes al tratamiento, la talidomida en dosis de 50-100 mg diarios, siempre que se ajuste de acuerdo con la respuesta, es frecuentemente efectiva, pero hay que cuidar el riego de la teratogenicidad y de una posible neuropatía. La cloroquina es inefectiva.

Fuente

  • Tomado del Libro Dermatología / Dr.Julián Manzur Katrib, Dr. José G. Díaz Almeida, Dra .Marta Cortes Hernández. —La Habana: Editorial Ciencias Médicas; 2002 310 p.il, pág. 102