Protuberancia anular

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Encéfalo: Protuberancia anular
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Protuberancia anular lateral.jpg
Corte sagital del encéfalo en el que se puede observar la protuberancia anular
Latínpons
TATronco encéfalico
ComponentesPorción posterior o dorsal y porción anterior o ventral
ArteriasArteria vertebral y arteria basilar
NerviosNervio vestibulococlear, Nervio facial, Nervio trigémino y Nervio abductor
SistemaSistema Nervioso Central
PrecursorMetencéfalo
Enlaces externos
MeSHProtuberancia anular

Protuberancia anular. Estructura del Sistema Nervioso Central (SNC) también denominada por algunos anatomistas puente de Varolio o puente del tronco encefálico[1], representa desde la base del encéfalo un rodillo blanco, grueso, que limita caudalmente con el extremo superior de la médula oblongada, y cranealmente, con los pedúnculos cerebelares; entre sus funciones cumple la de conectar a la médula oblongada con los hemisferios cerebrales. En la protuberancia anular se localizan los núcleos para el quinto, sexto, séptimo y octavo (V, VI, VII y VIII) pares de nervios craneales y en su límite lateral existe una línea que une los nervios trigémino y facial, denominada línea trigéminofacial.

Origen embriológico

Del metencéfalo, que es una estructura constituida por placas basales y alares, se forman dos nuevos componentes: el cerebelo, que actúa como centro de coordinación para la postura y el movimiento, y la protuberancia que sirve de vía para las fibras nerviosas, entre la médula espinal y la corteza cerebral y cerabelosa. Cada placa basal del mesencéfalo contiene tres grupos de neuronas motoras: el grupo eferente somático medial que da origen al núcleo del nervio abductor, el grupo eferente visceral especial que contiene los núcleos de los nervios trigémino y facial y el grupo eferente visceral general cuyos axones se distribuyen en las glándulas submaxilares y sublinguales[2]. La capa marginal de las placas basales del metencéfalo se expanden sirviendo de puente para las fibras nerviosas que conectan la corteza cerebral y la cerebelosa con la médula espinal. En consecuencia esta porción recibe el nombre de puente o protuberancia anular.

Descripción

Tiene la forma de un rodillo grueso semejante a un semianillo o puente dispuesto transversalmente, en el que se distinguen 2 caras (anterior y posterior). La cara posterior está oculta por el cerebelo y forma la parte superior de la fosa romboidea o piso del IV ventrículo. La cara anterior es visible y en ella se destaca un depresión media vertical llamada "surco basilar", huella de su relación con el tronco basilar, formado por la unión de las arterias vertebrales[3].

En los límites laterales de esta cara emergen los nervios trigémino (V – quinto par craneal) que indican los lugares donde el puente se continúa con los pedúnculos cerebelosos medios, los que se extienden hacia el cerebelo.

Por el surco protuberancial inferior emergen 3 pares de nervios craneales: por encima de las pirámides los nervios abductores (VI – sexto par craneal) y por encima de los funículos laterales los nervios faciales (VII – sèptimo par craneal) y vestibulo cocleares (VIII – octavo par craneal)

Núcleos

En la protuberancia anular se describen una serie de núcleos centrales, que pueden ser divididos en: núcleos propios o no asociados a nervios craneales y núcleos asociados a nervios craneales. Entre los propios se describen:

Por otra parte entre los asociados a nervios craneales se encuentran:

  • Núcleo pontino del trigémino (V) (Sensitivo).
  • Núcleo motor especial del trigémino (V) (Motor visceral especial).
  • Núcleo motor somático del abductor (VI).
  • Núcleo motor especial del facial (VII) (Motor visceral especial).
  • Núcleo salivatorio superior, VII (Vegetativo o motor visceral general).
  • Núcleo del tracto solitario, VII, IX y X (Sensitivo).
  • Núcleos Vestibulares (son 4) y Cocleares (son 2) (VIII) (Sensitivos).



Funciones

Teniendo en cuenta sus funciones se puede definir a la protuberancia anular como un órgano de conducción y un centro funcional.

  • Órgano de conducción: Por la protuberancia pasan las vías sensitivas que van de la médula al cerebro y viceversa. Como todas las fibras han cruzado, sea en la médula sea en el bulbo raquideo[4], todas las fibras de la protuberancia se relacionan con el lado opuesto del cuerpo.
  • Centro funcional: La protuberancia anular es el centro de la estación; sin este órgano, no podemos quedarnos de pie y caeríamos inmediatamente. Además, es un centro de asociación que interviene en las emociones y determina los fenómenos fisiológicos que las acompañan como la aceleración del pulso, de la respiración, etc.

Lesiones protuberanciales

Síndrome de Millard-Gübler.
  • Hemiplejía alterna protuberancial (Síndrome de Millard-Gübler; lesión a nivel del pie del puente). Esta lesión afecta la vía piramidal antes de cruzarse y los núcleos del VII par y a veces el núcleo del VI par que se encuentra rodeado por las fibras del VII par en su origen. Está caracterizado por: una hemiplejía que afecta solamente el brazo y la pierna del lado opuesto a la lesión. Parálisis facial de tipo periférico del lado de la lesión. Corresponde a una lesión en la parte anterior de la protuberancia, que interesa el haz piramidal antes de la decusación, pero habiéndosele desprendido ya el fascículo geniculado que incluye las fibras relativas al núcleo del VII par.
  • Síndrome de Foville inferior o "Foville protuberancial" , está caracterizado por la posible presencia del Síndrome de Millard-Gübler según se ha descrito, parálisis de la mirada conjugada (el enfermo mira hacia el lado opuesto de la lesión). En este caso, la lesión, además de afectar las fibras piramidales y las del nervio facial, interesa el fascículo longitudinal medio[5] (ya cruzado), por lo que la desviación de la mirada se hace en sentido opuesto a la de las lesiones pedunculares.



Véase también

Referencias

  1. Comité Internacional de Nomenclatura Anatómica: Nómina Anatómica, quinta edición. Editorial Williams-Wilkens. Baltimore, 1983.
  2. Tolkin B. P. Embriología general. Editorial MIR. Moscú, 1990.
  3. Nomencaltura anatómica ilustrada. Editorial Salvat. Barcelona, 1998.
  4. Terminología anatómica española e internacional. Instituto Cubano del Libro. La Habana, 1970.
  5. Diccionario Terminológico de Ciencias Médicas, undécima edición. Editorial Científico-Técnica. La Habana, 1984.

Fuentes

  • Guyton A. C., Hall J. E. Tratado de Fisiología Médica. Editorial Interamericana McGraw-Hill, Nueva York, 1998. ISBN 970-10-1339-9
  • Rosell Puig W, Dovale Borjas C, Álvarez Torres I. Morfología Humana II. Editorial Ciencias Médicas. La Habana 2002. ISBN 959-7132-73-
  • Arana I. R, Rebollo M. A. Neuroanatomía, tercera edición. Ediciones Revolucionarias. La Habana, 1966.
  • Llanio Navarro R, Perdomo González G y coautores. Propedéutica clínica y semiología médica. Tomo 2. Editorial Ciencias Médica. La Habana. 2005. ISBN 959-7132-87-7 (Obra completa) ISBN 959-7132-89-3 (Tomo 2)
  • Barraquer-Bordas L. Neurología fundamental. Instituto Cubano del Libro. La Habana, 1967.
  • T. W. Sadler. Langman Embriología Médica con orientación clínica. Octava edición. Editorial Médica Panamericana, Madrid 2005.
  • M. Prives, N. Lisenkov, V. Bushkovich. Anatomía Humana III. Editorial Mir, URSS, 1984. ISBN 5-03-000891-8
  • R. D. Sinelnikov. Atlas de Anatomía Humana III. Editorial Mir, URSS, 1986.