Puerto, fortalezas y conjunto monumental de Cartagena
| Puerto, fortalezas y conjunto monumental de Cartagena | |
|---|---|
  Nombre descrito en la Lista del Patrimonio de la Humanidad. | |
 Una muestra de las bellezas de la ciudad colonial. | |
| Coordenadas | 10°25′N 75°32′O |
| País |  Colombia |
| Tipo | Cultural |
| Criterios | iv, vi |
| N.° identificación | 285 |
| Región | Latinoamérica y Caribe |
| Año de inscripción | 1984 (VIII sesión) |
El sitio, Puerto, fortalezas y conjunto monumental de Cartagena, está situado en la costa norte de Colombia en una bahía protegida frente al Mar Caribe. La ciudad cuenta con el más extenso y uno de los más completos sistemas de fortificaciones militares en América del Sur. Un sistema de zonas divide la ciudad en tres barrios: San Pedro, con la catedral y numerosos palacios de estilo andaluz; San Diego, donde vivían los comerciantes y la clase media, y Gethsemani, el "barrio popular". El sitio fue incluido en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en 1984.
Sumario
Descripción
Cartagena, junto con La Habana y San Juan de Puerto Rico, fue uno de los tres puertos más importantes de las Antillas. Es un ejemplo sobresaliente de la arquitectura militar de los siglos XVI y XVIII, la más extensa en el Nuevo Mundo y uno de los más completos. El 1 de junio 1533, el madrileño Don Pedro de Heredia fundó Cartagena de Indias en un pequeño archipiélago de la costa en el Caribe. Situado en el Golfo de Darién, a 100 km al oeste de la desembocadura del Río Magdalena, Cartagena utiliza las ventajas tanto de su posición y de su sitio: una estrecha franja de tierra separada del continente por una sucesión de bahías que ofrece un buen anclaje y por estrechos canales que constituían una excelente defensa natural. Un siglo más tarde, era donde se guardaban todos los tesoros robados de los indios de la Nueva Granada, antes de ser trasladados a España. Cartagena se enriqueció en palacios, jardines, conventos e iglesias, adoptándose los estilos catalán y andaluces.
En 1586, al más famoso ingeniero militar de la Corona de España, Bautista Antonelli, le fue ordenada la fortificación de la ciudad. Su obra, finalmente terminó en el siglo XVII; hizo de Cartagena un bastión inexpugnable, que resistió con éxito los ataques del Barón Pontis hacia 1697. En el siglo XVIII, las nuevas incorporaciones dieron al conjunto fortificado su actual amplitud. El sistema inicial de fortificación incluye sólo el recinto urbano, el puerto abaluartado de San Matías en la entrada al paso de Bocagrande, y la torre de San Felipe del Boquerón que controlaba la Bahía de las Animas. Poco a poco, todos los pases fueron dominados por fuertes: San Luis, San José y San Fernando en Bocachica, San Rafael y Santa Bárbara en Pochachica (el paso al suroeste), Santa Cruz, San Juan de Manzanillo y San Sebasi de Pastellilo alrededor del interior de Bahía, San Felipe de Barajas, en el peñón que domina la ciudad por el este y se protege el acceso al istmo de Cebrero. Las fortificaciones de San Felipe de Barajas en Cartagena, protegieron la ciudad durante numerosos asedios, dándole su carácter y reputación inexpugnable. Ellos se describen como la obra maestra de la ingeniería militar española en América.
Al abrigo de las formidables defensas, la ciudad siguió creciendo. El plan, característico de las fundaciones coloniales del siglo XVI, ilustra un sistema de zonificación rigurosa, dividido en tres cuartas partes que corresponden a las principales categorías sociales: San Pedro, San Diego y Getsemaní.
El casco antiguo conserva todo el encanto de la época colonial, con sus calles estrechas flanqueadas por hermosos portones y balcones salientes. Por la entrada de la Puerta del Reloj, la principal del recinto amurallado, se accede a la Plaza de los Coches, donde antaño se celebraba el mercado de esclavos. El barrio de San Pedro, donde residían los nobles y los notables, aún conserva monumentos de alta calidad, como la catedral (1575-1612), la Iglesia y Convento de San Pedro Claver, la iglesia de Santo Domingo, y el edificio que una vez fue el monasterio de San Diego. En el Palacio de la Inquisición, una bella estructura con una magnífica puerta interior en estilo barroco, el Tribunal del Santo Oficio llevó a cabo sus funciones, al juzgar casos de brujería y heréticas. Hoy en día alberga un museo histórico y arqueológico, el Palacio de Gobierno, y el hogar de Marquia de Valdehoyos.
El barrio de San Diego, al nordeste, era el lugar donde los comerciantes y artesanos de la clase media residían; al suroeste, en una pequeña isla que se unió poco a poco a tierra firme, aparece Getsemaní, el barrio popular. En el sector norte de la ciudad amurallada se encuentra la Plaza de los Coches, bajo cuyos arcos se almacenaron municiones y equipos militares, y donde las tropas se estacionaron durante el período colonial, fuera de los perímetros de los muros del Monasterio de la Popa, construido en la cima de una colina que domina toda la ciudad.
Criterios para la fundamentación
- Criterio (iv): Cartagena es un ejemplo destacado de la arquitectura militar de los siglos XVI, XVII y XVIII, la más extensa del Nuevo Mundo y uno de los más completos.
- Criterio (vi): Cartagena, junto con La Habana y San Juan, Puerto Rico (ya inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial), era un eslabón esencial en la ruta de las Indias Occidentales. La propiedad se inscribe en el tema general de la exploración mundial y las grandes rutas marítimas comerciales.
Integridad
Dentro de los límites del Puerto, Fortalezas y conjunto monumental de Cartagena, se encuentran todos los edificios, estructuras y espacios necesarios para expresar su valor universal excepcional. La propiedad, de 192,32 ha es de tamaño suficiente para garantizar adecuadamente la representación completa de las características y los procesos que transmiten la importancia del bien, y no sufren de efectos adversos del desarrollo y / o negligencia.
Autenticidad
Los componentes que conforman el Puerto, Fortificaciones y conjunto monumental de Cartagena, son auténticos en cuanto a la ubicación y el entorno, las formas y diseños, y los materiales y sustancias. La vivienda constituye un ejemplo excepcional de la arquitectura militar española de los siglos XVI, XVII y XVIII, y las obras de fortificación existentes siguen siendo auténticos ejemplos de los trabajos de algunos de los ingenieros militares más importantes de este período, entre ellos Juan Bautista (Giovanni Battista) Antonelli, Juan de Herrera y Sotomayor, Antonio de Arévalo, Ignacio Sala y Juan Bautista MacEvan.
Varios cambios se han producido en el tiempo hasta el puerto y monumentos de esta ciudad viva y su entorno, especialmente en relación con el desarrollo y el incremento del turismo. Los proyectos de renovación y de infraestructura se han desarrollado o están en proceso de desarrollo en la ciudad, entre ellas un nuevo sistema de transporte urbano conocido como "Transcaribe". Estos cambios tienen el potencial de poner en peligro la autenticidad de la propiedad. Los cambios en los usos a causa de los efectos del turismo también podrían tener un impacto negativo sobre la autenticidad de las funciones y del espíritu del lugar. Las obras de dragado en el canal de Bocachica constituyen un factor de riesgo para las fortificaciones.
Requisitos de protección y de gestión
La propiedad del Puerto, Fortalezas y conjunto monumental de Cartagena, se comparte entre los particulares, las instituciones, la Iglesia Católica Romana y las autoridades del gobierno nacional y local. El centro histórico fue declarado Monumento Nacional en virtud de las disposiciones de la Ley No. 163 de 1959. Otros instrumentos jurídicos para la protección de la propiedad incluyen la Ley N ° 32 de 1924 (conservación y mejora de los monumentos de Cartagena), Ley N ° 11 de 1932 (Comisión de Monumentos Históricos y Turismo); Ley No. 5 de 1940 (Ley de Monumentos nacionales), la Ley N º 49 de 1945, el Decreto 264 de 1963 (que reglamenta la Ley N º 163 de 1959), la Ley N º 397 de 1999 (Ley General de Cultura ), y la Ley N º 1185 de 2008 (las intervenciones requieren previa autorización del Ministerio de Cultura). A nivel local, el Decreto 977 de 2001 aprobó el Plan de Ordenación Territorial (Plan de Ordenamiento Territorial, POT), que tiene una sección dedicada al centro histórico. Organizaciones que se ocupan de la gestión de la propiedad incluyen, a nivel nacional, el Ministerio de Cultura, la Dirección de Patrimonio, el Grupo sobre Protección de Bienes de Interés Cultural, y el Consejo de Monumentos Nacionales, y a nivel local, el Secretario de Planificación (Gobierno del Distrito de Cartagena), el Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena (IPCC), la Sociedad de Mejoras Públicas y la Corporación del Centro Histórico de Cartagena. A nivel local hay una cierta superposición de funciones entre los organismos oficiales y no gubernamentales, que a veces resulta en un sistema bastante complicado de la gestión. Hay una zona de amortiguamiento 304.09 - ha ("zona de influencia").
Para mantener el Valor Universal Excepcional del bien con el tiempo será necesario finalizar, aprobar, adoptar y aplicar el Plan de Protección y Manejo Especial (PEMP) del Centro Histórico de Cartagena; completar la delimitación de todos los elementos del sistema de fortificación; emprender las medidas prioritarias identificadas para la conservación del conjunto de las paredes y la ciudad fortificada; definición y ejecución de un plan sistemático de las intervenciones y el seguimiento de las murallas y fortificaciones vecinas; dando al entorno natural único de la bahía de Cartagena la mejor protección posible, y la creación de una amplia zona donde ordenanzas limitarían la altura de la construcción contemporánea, el fortalecimiento de las actividades residenciales y relacionados con el turismo, el cambio de uso inadecuado de los edificios y el desarrollo de proyectos estratégicos en el centro histórico y de su "zona de influencia", y asegurar que las intervenciones, incluidas las relacionadas con el proyecto Bocachica "Transcaribe" y el dragado de canal, no comprometan el Valor Universal Excepcional, la autenticidad y la integridad de la propiedad. Una aclaración de las misiones y funciones y un trabajo más articulado entre los diversos actores sociales (oficiales y los grupos no gubernamentales) sería deseable, para mejorar el diálogo y el trabajo en común entre ellos.
