Quiste de plexos coroideos

Quistes en los plexos coroideos
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Quistes en los plexos coroideos: Los quistes de plexos coroideos son defectos morfológicos significativos como marcadores ecográficos, que frecuentemente se asocian a aberraciones cromosómicas y relacionadas con la edad materna.

Características

La presencia de pequeños quistes en los plexos coroideos se observa en alrededor del 1% de todos los fetos estudiados ecográficamente entre las 15 y 24 semanas de gestación, por lo que constituyen un hallazgo relativamente frecuente. Estos quistes se producen por el atrapamiento de líquido cefalorraquídeo dentro de las glándulas que lo producen en los plexos coroideos, y suelen desaparecer espontáneamente alrededor de la semana 24 de gestación.

En sí mismos, los quistes de los plexos coroideos no pueden ser considerados patológicos, ya que se ha observado que, cuando no están asociados a otras patologías, no conllevan un mayor riesgo para la salud del feto durante el embarazo o del recién nacido tras el parto.

Aspectos más importantes

  • Pueden ser bilaterales, el número y tamaño es variable
  • Disminuyen rápidamente de tamaño y desaparecen a las 26-28 semanas de gestación
  • No tienen significado patológico, pero pueden asociarse con unas determinadas cromosomopatías tales como la trisomía 18 y la trisomía 21.
  • Es importante el control ecográfico, para descartar anomalías asociadas.

Otras alteraciones

Se ha observado que cuando los quistes de los plexos coroideos se asocian a otras alteraciones visibles por ecografía, se incrementa en más de 40 veces el riesgo de que el feto padezca una rara enfermedad denominada Síndrome de Edwards o Trisomía 18. Esta enfermedad resulta que el feto posee un cromosoma 18 de más, y generalmente produce la muerte del feto durante el embarazo o inmediatamente después del parto.

Es una enfermedad rara, que afecta a entre 1 de cada 4000 y 1 de cada 8000 recién nacidos vivos, y es más frecuente cuanto mayor es la edad de la madre en el momento del parto. El Síndrome de Edwards puede ser diagnosticado mediante el estudio del cariotipo fetal, a partir de las células fetales existentes en el líquido amniótico (obtenidas mediante amniocentesis), o a partir de células de la sangre fetal (obtenidas mediante cordocentesis). Por este motivo, cuando en un estudio ecografico se observan quistes en los plexos coroideos asociados a otras anomalías fetales se suele recomendar la realización de un estudio del cariotipo fetal.

Pero por otra parte, cuando en el estudio ecografico no se detecta ninguna otra anomalía (es decir, cuando los quistes del plexo coroideo se observan aisladamente), el riesgo de que el feto padezca un síndrome de Edwards se incrementa en sólo en una pequeña proporción (estimada en unas 7 veces).

Fuentes