Reserva de la biosfera Sierra de Grazalema

Reserva de la biosfera Sierra de Grazalema Bandera de España España
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Localización
CordilleraCordillera Bética
País(es)Bandera de España España
Provincia(s)Cádiz y Málaga
Características
Superficie53.411 ha
TipoParque Natural Reserva de la Biosfera

El Parque Natural de Sierra de Grazalema se localiza entre las provincias de Cádiz y Málaga con una extensión de 51.695 Has. en la zona más occidental de la Cordillera Bética. Tierra de frontera entre el reino musulmán de Granada y Castilla entre los siglos XIII y XIV, esta serranía fue lugar de frecuentes contiendas.

Historia

Fue la primera Reserva de la Biosfera declarada como tal en el territorio español (enero 1977) y Parque Natural por la Junta de Andalucía en 1985 . Surge así un hábitat humano muy concentrado, donde los pueblos se encaraman sobre las cumbres y laderas quedando plenamente integradas en el paisaje. Este marco cultural único, propio de muchas civilizaciones del cinturón de montañas que rodean el Mediterráneo, persiste en nuestros días a pesar del transcurso de los siglos.

Un total de 13 municipios se hallan incluidos, en mayor o menor extensión, en la superficie del Parque : Grazalema, Zahara de la Sierra, Villaluenga del Rosario, Benaocaz, Ubrique, El Bosque, Prado del Rey y el Gastor de la provincia de Cádiz y Benaoján, Montejaque, Cortes de la Frontera, Jimena de Líbar y Ronda en la provincia de Málaga.

Esta serranía gaditana se levanta entre los 600 y 1600 m. sobre los valles y depresiones circundantes. Es una zona de agrestes relieves, con valles de paredes verticales como la "Garganta Verde", cuya profundidad alcanza los 400 m. También son frecuentes las cuevas o grutas entre las que se encuentran el "Complejo Hundidero-Gato", la mayor cueva de Andalucía o la "Cueva de la Pileta", conocida en todo el mundo por sus vestigios prehistóricos.

Aunque la mayor herencia cultural procede de la civilización musulmana, existen numerosos restos romanos de ciudades antecesoras de las actuales: «Iptuci» (Prado del Rey), «Ocuri» (Ubnque), «Acinipio» (Ronda),...También, costumbres y aprovechamientos muy estrechamente vinculados al medio natural han llegado hasta nuestros días prácticamente intactos.

En la actualidad las economías locales se articulan en torno a actividades que permanecen como la ganadería y sus derivados (productos de alimentación y tejidos de lana). A éstas se han sumado el turismo y el cuidado del monte, orientados a la conservación de sus condiciones ambientales actuales.

Formando parte de las provincias de Cádiz y Málaga encontramos un conjunto de localidades que parecen escalar entre las montañas como racimos de casas blancas que nos ofrecen una visión original y pintoresca de esta zona conocida como Pueblos Blancos. Su nombre proviene de la antigua costumbre de los habitantes de encalar las fachadas de sus casas, adornándolas con macetas de flores de vivos colores, creando un espectáculo de color para la vista, al que se une el dorado del sol, el marrón de la montaña, el verde de la serranía y el azul del cielo.

Fauna:

Numerosas especies de aves habitan en el Parque, aunque quizá por su tamaño y majestuoso vuelo sean las rapaces las que más llamen nuestra atención. De una de ellas, el buitre leonado, se encuentran aquí las mayores colonias de Europa. También conviven en ella muy diversos tipos de águila: imperial, calzada, culebrera, perdicera, real, así como otras especies como el azor o el alimoche. En ella también podemos encontrar la cabra montesa, ciervos y corzos.

Son más de 200 las especies de vertebrados catalogadas: 7 especies de peces, 34 entre anfibios y reptiles, 44 de mamíferos y más de 130 especies de aves. Muchas de ellas están incluidas en algunas de las normativas de protección nacional e internacional:

Flora:

Olmos, sauces y álamos son las especies que forman los característicos bosques galería siguiendo el curso de los ríos y arroyos, y que pueden contemplarse por ejemplo en el curso alto del río El Bosque. Todas estas especies hasta un total de 90 están representadas en el Jardín Botánico. Dentro de las especies botánicas más destacadas en este terreno se encuentran las encinas, los alcornoques y los quejigos, aunque la especie más admirada de todas es el Pinsapo, cuyos bosques aparecen a partir de los mil metros de altura. La llamada amapola de Grazalema, de color ladrillo, es exclusiva de esta zona.

PINSAPO

(Abies pinsapo Boiss).

Es una reliquia del pasado, de los bosques de coníferas del Terciario, superviviente de la última glaciación hace 15.000 años.

El pinsapo es un árbol que puede alcanzar hasta 30 metros. Tiene un porte piramidal o cónico y las ramas están dispuestas horizontalmente con hojas en forma de aguja quedando en forma radiada.. El troco es recto y suele cubrirse de musgo por la humedad y sombra que les rodea.

Otra de sus curiosidades es que es un árbol hermafrodita ya que tiene flores de ambos sexos. Las flores femeninas están en la parte alta del árbol. Da como fruto piñas cilíndricas cuyos piñones están sujetos a modo de escamas y al llegar la maduración se desprenden y son llevados por el viento hacia las flores masculinas que se encuentran en la parte baja del árbol, a modo de brotes en las puntas de las ramas. Esta polinización se produce de un pinsapo a otro. Florece de abril a mayo y los piñones maduran en septiembre u octubre.

ALCORNOQUE

(Quercus suber) De la familia de las fagaceas, es un árbol que puede llegar a los 20 metros, de hoja perenne. Se desarrolla en clima húmedo y el suelo de arenisca es el más apropiado para su desarrollo. Crece en altitudes superiores a los 400 metros, pero sin sobrepasar los 1000 metros, ya que el fuerte viento de levante impide su desarrollo. En la Sierra del Aljibe se encuentra el bosque de Alcornoques más extenso de la península. Su floración va desde abril hasta principios del verano. Los frutos, las bellotas, son muy apreciadas como alimento del ganado porcino, y maduran desde septiembre a enero. El mayor aprvechamiento del alcornoque es el de su corteza, muy gruesa, esponjosa y ligera que recibe el nombre de corcho.

ACEBUCHE

(Olea europaea) De la familia de las oleáceas, es un árbol de copa redondeada y densa con tronco grueso, retorcido, de color gris, pero se suele presentar como arbusto pudiendo formar matorrales, aunque suele acompañar a las encinas y en menor proporción, a los alcornoques y quejigos. La mayor zona de acebuche de la península se encuentran en la provincia de Cádiz, donde ocupan algo más de 17.000 hectáreas de las 19.000 presentes en Andalucía. Las ramas tienen extremos espinosos y las hojas son perennes. Las flores, en racimos, son blancas. Florece en mayo o junio y el ganado aprovecha su fruto, la acebuchina, que madura en otoño e invierno. Es una especie muy longeva, que resiste la sequedad y el calor, pero es sensible a las heladas.

ENCINA

(Querqus rotundifolia)

La encina, de la familia de las fagaceas, es el árbol más característico de España. Es de copa amplia, redondeada y densa. Las hojas son perennes y casi redondeadas. Florece en primavera y sus frutos caen en otoño. La bellota de la encina es muy característica, de forma ovoide y con un sombrerillo que cubre la base. Es la mejor para el alimento del ganado porcino ya que los cerdos criados con esta belllota producen jamones de mejor calidad. Tiene un crecimiento rápido y es uno de los árboles mis longevos. Crece en todo tipo de suelos, es muy resistente al frío, al calor y a la sequía, y se localiza hasta los 1.400 metros. La corteza es muy apreciada y sirve para curtir cueros,

QUEJIGO

(Quercus faginea) De la familia de las fagáceas, el quejigo es un árbol que puede llegar hasta los 30 metros pero se puede encontrar también en forma de arbusto. Tiene copa amplia, robusto y sus hojas son simples y de color verde oscuro. Florece antes que la encina, en abril o mayo, y su fruto, las bellotas, tienen pedúnculo corto y maduran en septiembre u octubre.

Se desarrolla en óptimas condiciones sobre suelos calizos y es resistente a los cambios climáticos. Los bosques de quejigos protegen el suelo ya que evitan la erosión y el exceso de insolación, aunque suelen encontrarse mezclados con encinas, alcornoques.

Fuentes