Rodococosis equina

Rodococosis equina o Neumonía granulomatosa
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Rodococosis equina o Neumonía granulomatosa: Es una enfermedad infectocontagiosa, febril, aguda que puede derivar a crónica. Afecta a los potrillos de 2 a 4 meses de edad y es provocada por Rhodococus equi. Causa cuadros de bronconeumonía abscedal con síntomas de fiebre, jadeo, taquipnea, tos, secreciones muco purulentas bilaterales, y puede también provocar cuadros de diarrea y hasta llegar a la producir la muerte del potrillo.

Definición

Enfermedad infectocontagiosa. Afecta el tracto respiratorio de los potrillos, son susceptibles los equinos y varias especies domésticas y salvajes. No es estacional y tiene un período de incubación de 12 a 72 horas. Es una zoonosis.

Epizootiología

Son varios los microorganismos capaces de provocar neumonía o abscesos pulmonares en los potrillos. Si bien Rhodoccus equi es la bacteria que con mayor frecuencia se ha aislado, otros gérmenes como Streptococcus equi, Streotococcus zooepidemicus, Actinobacillus equuli, Bortedella bronchiseptica, Escherichia coli, Salmonella sp., Pseudonomas aeruginosa y Pasteurella sp., son también responsables de la enfermedad.

Cuando el agente causal es S. zooepidemicus, los animales afectados manifiestan una temperatura de 40,5 – 41.5ºC y severa disnea. Se presenta en potrilo de 30 – 40 días de edad que, luego de un mejoramiento parcial, mueren al cabo de 20 días de padecimiento a pesar del tratamiento realizado. La necropsia muestra abscesos pulmonares de amplia extensión. Por otra parte, las infecciones por B. bronchiseptica son muy resistentes a la terapia antibiótica, por lo que el cultivo de microorganismo y el posterior antibiograma es lo más indicado para asegurar un tratamiento eficaz.

Rhodococcus equi, antes denominado Corynebacterium equi, es una bacteria de distribución universal presente en la tierra, el aire y el agua. Incluido en el orden Actinomycetales, es la especie más patógena del género Rhodococcus. Habita en el intestino de varias especies animales, especialmente en caballos. Ataca a potrilo de 1.5 – 3.5 meses de edad, los cuales aún no son inmunocompetentes. La bacteria es endémica en algunas zonas y causantes de severos cuadros neumónicos en animales que aspiran polvo contaminado. Además, es considerado un oportunista que puede aprovechar una enfermedad viral previa como Influenza o Rinoneumonitis y agravar el cuadro respiratorio. El 3% de la mortalidad de potrillo en todo el mundo es debida a neumonías por R equi.

En la especie humana, R.equi es el microorganismo más comúnmente asociado a patologías pulmonares en pacientes con deficiencia inmunológica por padecer el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), neoplasias hematológicas o por recibir tratamiento prolongados con drogas corticoesteroides, entre otros. No obstante, se han reportado casos de personas afectadas que no presentaban deficiencia inmunológica. La tasa de letalidad es de 25 – 50% en pacientes inmunosuprimidos y del 10% en inmunocompetentes.

Bacteriología

Rhodococcus equi es una bacteria Gran positiva, anaerobia facultativa, encapsulada y no esporulada. Es un germen no móvil, catalasa positiva y parcialmente ácido resistente. R. equi es pleomórfico, ya que adopta formas en L, en V o en empalizada. Forma colonias pequeñas abundantes y de color blanco cremoso, que con el tiempo se vuelven grandes y de color rojo salmón. Es resistente a la desecación y a los desinfectantes comunes. Sobrevive en el interior de neutrófilos y macrófagos.

El microorganismo es un saprófito que se desarrolla bien en presencia de materia fecal, principalmente en épocas estivales o de altas temperaturas. La consecuencia es una elevada contaminación de las pasturas y un peligro potencial de infección para los animales a campo.

Patogénesis

R. equi es un patógeno intracelular. Invade y se produce en los polimorfonucleares y macrófagos alveolares de los potrillos, resistiendo la fagocitosis. La gravedad del cuadro es directamente proporcional al número de gérmenes inhalados que llegan a los pulmones. Las bacterias provocan una piemia persistente y una bronconeumonía supurativa bilateral, afectando en mayor medida a las porciones anteriores de los pulmones de los potrillos. No es frecuente que se produzcan lesiones metastásicas en el hígado, riñones, articulaciones o sistema nervioso. En raras ocasiones pueden presentarse empiema pleural. En el intestino grueso, R. equi produce manchas rojizas en la superficie serosa y linfadenitis abdominal purulenta con formación de abscesos de tamaño considerable en el mesenterio.

Sintomatología

Hay aumento de la temperatura que oscila entre 39 y 41.5ºC, una severa disnea, tos intensa y ruidos auscultables en toda el área pulmonar. Es frecuente la secreción mucopurulenta bilateral por los ollares. Los abscesos pulmonares diseminados empeoran el cuadro, ya que se instala una severa bacteriemia que puede provocar la muerte si los potrillos no son tratados. En determinadas ocasiones existen cuadros diarreicos. El curso de la enfermedad puede ser agudo, pero lo frecuente es que adopte la forma subaguda o la crónica. En los potrillos mayores. La enfermedad es algo benigna que en aquellos de menor edad.

Diagnóstico

La química sanguínea revela un alto tenor de fibrinógeno plasmático, superior a 500mg/dl. El hemograma presenta valores variables de anemia y la presencia de una elevada leucocitosis neutrofilica, que puede ser superior a 50000/mm³. La imagen radiográfica demuestra zonas alveolares irregulares y consolidadas de tipo nodular. Por medio del lavado transtraqueal se obtienen muestras para posteriores cultivos bacteriológicos. La técnica de fijación del complemento y la prueba de inmunodifusión en agar confirman el diagnóstico de neumonía a Rhodococcus equi.

Diferencial

Necropsia

Rhodococcus equi muestra áreas de bronconeumonía bilateral en lóbulos apicales y focos purulentos en el parénquima del pulmón. Los ganglios mediastínicos están aumentados de tamaño y con áreas purulentas. También está afectando el aparato digestivo con agrandamiento de los ganglios mesentéricos y en ocasiones abscesos en hígado y riñones. R. equi se encuentra en el pus concentrado que hay dentro de los abscesos.

Tratamiento

Es muy importante efectuar un cultivo y antibiograma precoz para determinar el quimioterápico más eficaz a emplear. De esa forma es posible que el potrillo pueda recuperarse y evolucione favorablemente. R. equi es sensible a la rifampicina, eritromicina, sulfadiazina y gentamicina.

La asociación de rifampicina y eritromicina por vía oral ha dado muy buenos resultados tras la administración continua durante 1 – 2 meses. Ambos fármacos penetran en los abscesos y en el interior de los macrófagos para destruir a los gérmenes allí presentes, merced a su liposolubilidad. Las penicilinas, tetraciclinas y cefalosporinas de tercera generación son inactivas contra R. equi. Los animales deshidratados se tratan con soluciones electrolíticas balanceadas. Permanecerán en boxes limpios y sin polvos, guardando reposo hasta el alta clínica.

Profilaxis

Se recomienda el uso de vacunas en yeguas preñadas, 40 y 15 días antes de parir, especialmente en zonas donde la enfermedad es endémica.

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