Salvador Alvarado Rubio

Salvador
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Militar mexicano
NombreSalvador Alvarado Rubio
Nacimiento20 de julio de 1880
Culiacán, Sinaloa, Bandera de los Estados Unidos Mexicanos México
Fallecimiento9 de junio de 1924
Tabasco , Bandera de los Estados Unidos Mexicanos México
Causa de la muerteasesinado
Nacionalidadmexicana
Ciudadaníamexicana
Alma materautodidacta
Ocupaciónmilitar
Obras destacadasMi actuación revolucionaria en Yucatán, La reconstrucción de México, Un mensaje a los pueblos de América, Carta al pueblo de Yucatán y Mi sueño.

Salvador Alvarado Rubio. Militar y político mexicano.


Síntesis biográfica

Nace el 20 de julio de 1880 en Culiacán, Sinaloa, México.

Trayectoria

Conspiró contra el régimen porfirista. Autodidacta, fue comerciante y boticario. Lector constante del periódico magonista “Regeneración”, siente la necesidad de un cambio de las condiciones de miseria general, alcoholismo, violación de las leyes y abuso y corrupción de las autoridades.

Se incorpora al movimiento maderista en Pótam, Sonoray participa en el asalto al cuartel de Hermosillo. Lucha en las montañas del noroeste de Sonora hasta la caída de Díaz. En [[1911, bajo las órdenes de Juan G. Cabral, asciende a los grados de mayor y de teniente coronel. Combate en 1913 la rebelión orozquista y llega a ser jefe de un Cuerpo Auxiliar Federal.

Al darse el cuartelazo de Victoriano Huerta, se une al ejército constitucionalista y Carranza lo nombra coronel y jefe de la zona central de Sonora. Con la toma de Guaymas en 1914, obtiene el grado de general y se convierte en uno de los miembros más prominentes del constitucionalismo sonorense, con independencia política de Obregón. En ese mismo año, cuando José María Maytorena desconoce a Carranza, sus soldados se suman a la revuelta y es encarcelado en la penitenciaria de Hermosillo. Tres meses después es liberado por acuerdo de la Convención de Aguascalientes y asume la comandancia militar de la capital de la República nombrado por el Primer Jefe.

Se reincorpora al gobierno de Carranza establecido en Veracruz y recibe la orden de reorganizar las tropas constitucionalistas en Puebla y Tlaxcala.

Es jefe militar del sureste cuando se rebela Abel Ortiz Argumedo supuestamente a favor del villismo en Yucatán, en realidad encabezando una guerra separatista de la “casta divina” bien pertrechada por intereses norteamericanos. Carranza lo nombra comandante militar en ese estado. Derrota a los sublevados en Blanca Flor y el 19 de marzo de 1915 toma la ciudad de Mérida y queda encargado del gobierno local. Desde esta plaza, Alvarado se apoderó de los recursos que producía el henequén, cuyos precios se habían elevado por la guerra en Europa, para financiar al carrancismo en su lucha contra Pancho Villa y Zapata.

Como gobernador expide una Ley Agraria (que después cancelará Carranza) convencido de que los revolucionarios “pedimos tierra y libros… queremos independencia económica… no queremos riqueza acumulada en pocas manos… que los señores propietarios reasignen algo para aliviar las necesidades de la mayoría”… Asimismo, promulga nuevas leyes en materia de Hacienda, Trabajo, Catastro y Municipio Libre, a las que se les denominó “Las Cinco Hermanas”, por su homogeneidad en cuanto a su ánimo reformista. Paralelamente, combate los monopolios norteamericanos representados por Avelino Montes y Olegario Molina que manejan haciendas henequeneras, ferrocarriles, bancos y escuelas. Con similar propósito reorganiza la Comisión Reguladora del Mercado Henequenero para evitar el acaparamiento y la especulación de la International Harvester Co. Asimismo, funda la Compañía de Fomento del Sureste para desarrollar las comunicaciones marítimas y terrestres en la región.

Desde el punto de vista social, legisla sobre relaciones familiares, incluyendo el divorcio absoluto; libera a los mayas de la servidumbre; anula sus deudas con los hacendados y prohíbe los azotes, la retención de los hijos y otras formas de opresión; decreta la ley seca por “el engrandecimiento de nuestra raza debilitada por la esclavitud y por la degeneración producida por el alcohol.” También suprime los prostíbulos, controla sanitariamente a las prostitutas, prohíbe las corridas de toros, las peleas de gallos, los garitos, las rifas y las loterías.

Además, suprime la servidumbre doméstica sin salario y exige la indemnización por trabajos personales prestados. Organiza el primer Congreso Feminista, porque “mientras no elevemos a la mujer, nos será imposible hacer patria”. Escribe: “así como había miles de esclavos en los campos, también había en las ciudades miles de pobres mujeres sometidas a la servidumbre doméstica, en una forma que, con apariencias de paternidad, era de hecho una positiva esclavitud. El servicio de las casas ricas se hacía por docenas de pobres mujeres, indias o mestizas, que vivían encerradas, trabajando incesantemente, sin más salario que el techo, la ropa y la comida”. Así procura arraigar en todos los ciudadanos la convicción de que los estímulos a la mujer debían constituir el máximo orgullo de todo hombre libre.

En materia educativa, disuelve el Consejo de Instrucción Pública y la Escuela de Jurisprudencia por su conservadurismo; establece la primaria obligatoria y laica, así como que cada hacienda grande y mediana cuente con una primaria; introduce el sistema froebeliano y la República Escolar en cada plantel, a manera de un gobierno democrático representativo, para estimular la conciencia cívica y revolucionaria de la juventud e infancia; moderniza la educación normal; prohíbe la incorporación de escuelas religiosas de enseñanza preparatoria y profesional, y cierra colegios femeninos de monjas; aumenta el presupuesto educativo, nombra más de dos mil maestros y funda más de mil escuelas rurales, cientos de bibliotecas, escuelas para adultos y la Escuela Vocacional de Artes Domésticas.

Finalmente, reorganiza y moraliza la administración pública estatal, trata de hacer de la misma una función libre de sectarismos; implanta horarios fijos, reduce la burocracia y aumenta el sueldo de los mejores empleados públicos.

Entrega el gobierno en 1918, tras las elecciones realizadas conforme a la nueva Constitución de 1917. Al año siguiente funda el periódico El Heraldo de México en el que permite que escriban los grupos comunistas. Es ascendido a general de división en 1920. Se opone a la candidatura de Bonillas y se adhiere al Plan de Agua Prieta contra Carranza. Al triunfo de la rebelión, ocupa la secretaría de Hacienda y Crédito Público en el gobierno provisional de Adolfo de la Huerta.

El 4 de diciembre de 1923, se subleva en Jalisco en apoyo a Adolfo de la Huerta. Ahí defiende la línea de trincheras de Ocotlán, hasta ser vencido por Obregón el 11 de febrero de 1924. Es aprehendido en Colima, pero apoyado por los masones que agradecían al general Enrique Estrada, jefe de los rebeldes de la huertistas en Jalisco, haber respetado la vida de Lázaro Cárdenas cuando, herido, fue su prisionero, huye a Nueva York para presentarse con De la Huerta, quien lo nombra Jefe Militar del sureste de una rebelión ya derrotada. Vuelve a Tabasco en marzo siguiente, en donde es vencido otra vez, por los generales Lucero y Castrejón en Palenque, Chiapas. ´

Obras

Mi actuación revolucionaria en Yucatán, La reconstrucción de México, Un mensaje a los pueblos de América, Carta al pueblo de Yucatán y Mi sueño.

Fallece

El 9 de junio de 1924, muere en la hacienda de El Hormiguero, Tabasco, víctima de una traición en una emboscada cerca de Palenque a manos del teniente coronel Diego Zubiaur que cumple órdenes del coronel Federico Aparicio, militar exfelicista.

Fuentes