Sapo diabólico

Sapo diabólico
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Clasificación Científica
Reino:Animalia
Filo:Chordata
Clase:Amphibia
Orden:Anura
Familia:Ceratophryidae


Sapo diabólico. (Beelzebufo ampinga) Batracio gigante que vivió hace unos 70 millones de años. Estaba protegido por una gruesa coraza y dotado de fuertes dientes. Fue el más grande que alguna vez vivió sobre la Tierra pues media unos 41 centímetros de largo y pesaba alrededor de 4,5 kilogramos. Este tamaño habría bastado para que fuese capaz de comer dinosaurios recién nacidos.

Características generales

Nombre Científico: Beelzebufo ampinga Poseía una gruesa coraza y estaba provisto de mandíbulas y dientes poderosos. En comparación con las especies actuales de la familia Ceratophryidae, Beelzebufo era un depredador cuya boca expansiva le permitió comer presas relativamente grandes, como pequeños vertebrados, lagartos e incluso dinosaurios jóvenes. Era probablemente un anuro de tierra seca, que vivía en ambientes áridos.

Vivió durante el Período Cretáceo en lo que hoy es Madagascar., una era en que los dinosaurios ya estaban comenzando a extinguirse. Habitaba terrenos semiáridos, y cazaba sus presas sorprendiéndolas gracias a su camuflaje. Los primeros fragmentos fósiles fueron hallados en 1993

Curiosidades

Pudo haber devorado a dinosaurios recién nacidos
  • Era mucho más grande que cualquiera de sus actuales parientes sudamericanos o cualquier otra familia de ranas. Supera ampliamente las dimensiones de la "rana goliath" del oeste de África.
  • Su nombre completo es Beelzebufo ampinga, y proviene de “Beelze”, que significa “diablo” en griego, y “bufo”, que en latín significa “sapo”. Se ha agregado la palabra “Ampinga”, que significa "escudo", debido a que una parte de su cuerpo estaba protegido de esta manera.
  • Los investigadores, que descubrieron los huesos del sapo gigante en el noroeste de Madagascar, creen que este anfibio pertenece a la familia de sapos ceratophrys que vive actualmente en América del Sur.
  • Al ser descubierto en Madagascar el fósil, los científicos sugieren, a raíz del hallazgo, que existió una unión terrestre entre la Antártida y Suramérica.
  • El sapo, con una coraza gruesa y dientes, fue un anfibio tan extraordinario que incluso pudo haber devorado a dinosaurios recién nacidos, según los paleontólogos.

Fuentes