Silencio roto (película de 2001)

“Silencio roto”
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Drama | Bandera de España España
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"Película española que muestra la vida en un pueblo pequeño tras la Guerra Civil Española en los años 1944-1948"
Nombre“Silencio roto”
Estreno2001
GuiónMontxo Armendáriz
DirectorMontxo Armendáriz
Producción GeneralMontxo Armendáriz, Puy Oria
Dirección de FotografíaGuillermo Navarro
RepartoLucía Jiménez, Juan Diego Botto, Mercedes Sampietro, Álvaro de Luna, María Botto, Rubén Ochandiano, María Vázquez, Joseba Apaolaza, Pepo Oliva, Jordi Bosch
Premios2001: Premios Goya: Nominada a Mejor actor revelación (Rubén Ochandiano)
ProductoraOria Films
PaisBandera de España España

Silencio roto; es una película dramática de España del año 2001; dirigida y escrita por Montxo Armendáriz, protagonizada por Juan Diego Botto, Lucía Jiménez, Mercedes Sampietro y Alvaro de Luna entre otros; con una duración de 110 minutos, no recomendada a menores de 13 años.

Sinopsis

Invierno del año 1944. Lucía (Lucía Jiménez), una chica de 21 años, vuelve a un pequeño pueblo de la montaña en el norte de España. Allí se reencuentra con sus amigos de la infancia y con Manuel (Juan Diego Botto), un joven y tímido herrero que, tras la espantosa Guerra Civil, colabora con los maquis, los guerrilleros que no se resignan a la victoria del franquismo y resisten ocultos en el monte. Lucía no tarda en sentirse atraída por Manuel, por su sonrisa y por el valor de los hombres que continúan peleando por sus ideas, aun a costa de sus propias vidas. Cuando Manuel está a punto de ser detenido, decide huir a la montaña. Lucía descubre entonces la inhóspita realidad que oculta el monte y también que, por las solitarias calles del pueblo, sólo deambulan la represión política, el silencio, el horror y el miedo. A pesar de todo el sufrimiento, la pasión que siente por Manuel hace que la joven mantenga viva la ilusión y la esperanza, soñando que algún día llegarán tiempos mejores y más felices.

Comentarios

El cineasta Montxo Armendáriz da voz a los maquis y recupera las ilusiones e ideales políticos de estos guerrilleros antifranquistas en su último filme, “Silencio roto”. Juan Diego Botto, Lucía Jiménez, Mercedes Sampietro y Alvaro de Luna, entre otros, protagonizan esta película cuya finalidad es recuperar un trozo de nuestra memoria histórica y reflejarla con toda la objetividad posible, para que su conocimiento contribuya a un mayor y mejor entendimiento entre las personas y los pueblos, según ha explicado el propio Armendáriz. La voluntad de “Silencio roto”, rodada íntegramente en un pueblecito navarro del Valle de Arce, es dejar constancia de una época de nuestra reciente historia, que se ha tratado de silenciar y olvidar y que en la actualidad vemos reproducida en los horrores de Kosovo, Colombia o Chechenia, explicó Armendáriz, quien ha pretendido contar los acontecimientos reales del invierno de 1944 desde el lado de los perdedores y de las mujeres. De ahí que la protagonista de “Silencio roto” sea una mujer, Lucía (Jiménez), una joven que vive en un pequeño pueblo de montaña. Cuando conoce a Manuel (Botto), un joven herrero que colabora con los maquis antifranquistas ocultos en el monte, se siente atraída por él. Cuando Manuel huye al monte, Lucía descubre la inhóspita realidad que oculta la montaña y, también, que por las vacías calles del pueblo sólo deambulan el silencio, el horror y el miedo. "Yo no he vivido esta historia, pero el miedo a todo era una característica general de la España de la posguerra y más en zonas donde había guerrilla", ha señalado Arméndariz en referencia al dolor que queda patente en “Silencio roto”. Pero dentro de la subjetividad del director de cintas como Las cartas de Alou, Historias del Kronen, 27 horas o Secretos del corazón, era fundamental mantener la objetividad y la distancia. No es una historia política ni de buenos y malos, sino el reflejo de la condición humana, porque me interesaba el comportamiento y la pericia humana, ha apuntado Armendáriz, que se ha basado en hechos reales documentándose en libros, películas y novelas sobre maquis, además de hablar con los propios protagonistas que cuentan ahora con edades comprendidas entre los 80 y los 90 años. Y es que, hablar de aquel período histórico hace pensar en las barbaridades semejantes que aún se cometen en el mundo. Hablar de nuestro pasado es entender los porqués de nuestro presente; es recordar que la intolerancia genera violencia y que ésta, a su vez, es el germen de la sinrazón más absoluta, ha agregado el director de “Silencio roto”. Así como Armendáriz tenía claro que quería trabajar con Juan Diego Botto y Mercedes Sampietro, la búsqueda del resto del reparto tuvo sus complicaciones. De hecho, hicieron falta cerca de dos meses para dar con todos los protagonistas. Es una suerte encontrar un guión así y un director como Montxo, ha apuntado Juan Diego Botto, que ya trabajó junto al cineasta en Hitorias del Kronen. La primera semana de rodaje pensé que no podría hacerlo, pero Montxo Armendáriz te coge de la mano y te lleva. Te fías de él porque sabe muy bien lo que está contando, ha indicado un actor que ha afrontado “Silencio roto” como todo un reto. Conocía poco de los maquis y ha sido apasionante descubrir parte de la “Historia de España” y de unas personas que estaban olvidadas, verdaderos héroes que dieron su vida por unos ideales justos, ha subrayado Botto. También Lucía Jiménez (La buena vida, Una pareja perfecta, No se lo digas a nadie, El arte de morir, Kasbah y Tinta roja) señaló que Silencio roto ha sido un reto personal. No sabía si podría estar a la altura, pero confiaba en Montxo Armendáriz, que tiene las cosas muy claras y me dejé llevar, ha apostillado. Tampoco lo tenía muy claro Álvaro de Luna cuando leyó el guión de “Silencio roto”. Recibí el guión y tuve la sensación de que el personaje no me iba nada, ha explicado el veterano actor, que ha calificado a Armendáriz de director autor.

Si en Secretos del corazón los protagonistas eran los niños, en Silencio roto, producida por el propio Armendáriz, el cineasta ha omitido toda presencia infantil a excepción de un niño que no habla en toda la cinta. Todo está pensado adrede. El niño es el espectador de ese mundo del dolor, y el mensajero y enlace, ha concluido Armendáriz. (elmundo.es)

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Principales Intérpretes

Escenas de la película

Críticas

  • Montxo Armendáriz regresa a su momento histórico predilecto y lo hace con una historia donde los sentimientos arrebatados y la introspección llevan el peso de la película. “Silencio roto” es una pieza más en el puzle que el director navarro compone con mimo y paciencia sobre la posguerra española. “Tasio” y “Secretos del corazón” son los antecedentes inmediatos (también desde el punto de vista puramente formal) de esta historia de maquis, de hombres que se “tiran al monte” para morir por sus ideas y plantar cara al fascismo. Armendáriz demuestra sentirse cómodo en esta geografía emocional con personajes que han surgido de su propia imaginación y, en gran parte, del testimonio real de esas personas que vivieron en la clandestinidad más absoluta y en pleno estado de guerra, durante muchos años después de abril de 1939. “Silencio roto” es, por lo tanto, un acercamiento a la vertiente menos épica y más cotidiana, a la que ha pasado más desapercibido, de este movimiento de rebelión contra la dictadura. La dramática historia de lucha y la relación imposible de amor entre Lucía y Manuel se encuentran excelentemente arropadas por la fotografía de Guillermo Navarro plagada de contrastes y por la partitura de Pascal Gaigne, que subraya momentos sin arrebatar protagonismo a la narración visual. Pero donde "Silencio roto" cobra su verdadera fuerza y alcanza sus mejores momentos es en la parcela interpretativa. Montxo Armendáriz demuestra que uno de sus grandes fuertes es la dirección de actores y gracias a un ejemplar casting de secundarios (entre los que destacan los soberbios Álvaro de Luna y Mercedes Sampietro, y los jóvenes María Botto y Rubén Ochandiano) consigue dar a su historia una dimensión coral, de donde cobra toda su fuerza y relevancia. Sin embargo, todo el peso del filme recae en la pareja de enamorados que conforman Juan Diego Botto y Lucía Jiménez. Él confirma su talento intermitente para este oficio y alcanza uno de sus mejores registros; ella se consolida como una de las mejores actrices jóvenes de la actualidad y compone un personaje valiente y lleno de coraje, que sintetiza a la perfección la voz silenciosa de la historia, la de aquellos que no se echaron al monte y se limitaron a luchar, día a día, contra el enemigo en su propio terreno. Por lo tanto, “Silencio roto” constituye una obra necesaria, que en manos de Montxo Armendáriz resulta agradable para el espectador, tierna y emotiva, pero que esconde una profunda reflexión social y política sobre un momento histórico que el director navarro intenta desentrañar, desde hace casi dos décadas, con su cámara sin perder un ápice de fidelidad a su consolidado y reconocible estilo y sin dejar de lado su vocación de compromiso de dar voz a aquéllos que la historia quiso dejar de lado. (Fernando Bernal. La butaca)
  • Frente al errático deambular del cine español en estos dos últimos años, “Silencio roto” sorprende gratamente por su solidez dramática y por la elegancia de su estilo. Armendáriz avanza seguro por los caminos abiertos en Secretos del corazón y continúa su revisión del pasado a través de una historia de sentimientos escondidos en un entorno rural sometido, además, a la presión de una guerra no reconocida, de una guerra nunca acabada. Como Andoni Erburu en la película anterior, en esta Lucía Jiménez llega al escenario del drama y asume el papel de intérprete de unos personajes y unos acontecimientos que siempre conocemos a través de sus ojos, unos ojos que se esmeran en la comunicación de sensaciones, dudas y certezas, ternuras y dolores, solidaridad e indignación. Siendo "Silencio roto" una película con un gran personaje protagónico, es, curiosamente, también un drama coral que se bifurca en senderos narrativos diversos a los que a veces solo accedemos en un breve tramo de ese recorrido que se intuye mucho más extenso. Las tramas secundarias confieren a esta película una riqueza y una verdad que tienen mucho que ver con la novela del XIX, pero también con las tendencias más avanzadas del cine contemporáneo, es decir, combinan la construcción dramática férrea con la apertura, la complejidad y la sugerencia. En definitiva, cine moderno arrogantemente anclado en el más noble clasicismo. Naturalmente, la película tiene una trama central y un tema: la lucha de los guerrilleros antifranquistas en las montañas del norte entre los años 1944 y 1948, pero contada por los de abajo, por las mujeres que esperan, colaboran, añoran, temen y sufren. Pero Armendáriz, que evidentemente quiere hacer una reflexión histórica y política, la sostiene sobre una estructura literaria que se vertebra por la veracidad de todos y cada uno de los personajes que intervienen en la historia, abriendo puertas a mundos muy ricos a los que tan solo se nos permite asomarnos para dejar después en libertad nuestra imaginación. Magníficamente fotografiada por Guillermo Navarro, cuenta, además, con un reparto excelente dominado por la sinceridad que imprime a la protagonista Lucía Jiménez. Detrás de ella siempre hay ocasión de admirar el trabajo exquisito de actores veteranos como Mercedes Sampietro, Álvaro de Luna, Alicia Sánchez, Helio Pedregal o Asunción Balaguer, espléndidos todos ellos. Entre los más jóvenes, María Botto sabe crear un personaje muy difícil, que camina de la ilusión a la amargura, siempre en segundo término, y María Vázquez, ya adivinada en alguna serie de TV, es el gran descubrimiento, tanto porque ella lo hace muy bien, como porque uno se queda con ganas de seguirla, sin duda, triste historia futura de su estupendo personaje. Para aquellos que quieran conocer mejor lo que pasó por estos pagos hace solo medio siglo. Lo mejor: el rigor narrativo, la planificación, Mercedes Sampietro. Lo peor: que algunos esperen ver una de maquis y se encuentren con una de Secretos del corazón. (Fotogramas)

Premios

  • Premios Goya: Nominada: Mejor actor revelación (Rubén Ochandiano)
  • Asociación de Escritores Españoles: Mejor Actriz Secundaria
  • Toulouse Cinespaña: Mejor Película. Gran Premio del Jurado. Mención Especial

Referencias

Fuentes