Universidad Popular José Martí

Artículo de referencia


Universidad Popular José Martí
Universidad de la habana.jpg
Frente de la Universidad de La Habana, donde entre 1923 y 1927 funcionó la Universidad Popular José Martí
AcrónimoUPJM
TipoUniversidad popular
UniversidadUniversidad de La Habana
Fundación3 de noviembre de 1923
FundadorJulio Antonio Mella
Cierre12 de julio de 1927
Localización
Direcciónciudad de La Habana,
República de Cuba Bandera de Cuba

La Universidad Popular José Martí fue una universidad cubana que funcionó entre 1923 y 1927 dentro del campus de la Universidad de La Habana.

La creación de la Universidad Popular José Martí, el Movimiento de la Reforma Universitaria y la Protesta de los Trece (encabezada por Rubén Martínez Villena, 1899-1934), marcaron una trilogía de hechos relevantes ocurridos durante ese año (1923) en la vida política y cultural de Cuba.

La Universidad José Martí fue fundada el 3 de noviembre de 1923 por el líder estudiantil Julio Antonio Mella (1903-1929). Tuvo como objetivo la educación de los sectores populares, estrechando alianzas entre los obreros, los estudiantes y la intelectualidad cubana a favor de la cultura del pueblo. El proyecto aseguraba no sólo la formación cultural sino además ideológica. Mella, su creador y organizador, la llamó «la hija querida de mis sueños».[1]

Sin embargo, en el año 1927 fue clausurada por órdenes del dictador Gerardo Machado, acusada de «peligroso foco de propaganda comunista».[2]

Historia

Julio Antonio Mella, fundador de la Universidad Popular.

La idea surgió en el Primer Congreso de Estudiantes celebrado entre el 14 y el 26 de octubre de 1923, año que se caracterizó por la agitación universitaria frente a los desmanes de la tiranía de turno. Al evento asistieron 128 delegados en representación de 53 instituciones debatiéndose un total de 33 ponencias en las sesiones plenarias, con temas estrechamente relacionados con la reforma de la enseñanza secundaria; las modificaciones al plan de estudios de Derecho; cambios en la estructura de la enseñanza universitaria y secundaria, además de temas económicos, políticos, culturales y sociales. La enseñanza media (Institutos, Escuelas Normales y colegios privados), tuvieron delegados. En la magna cita el Directorio estudiantil presentó además, en su programa la necesidad de la reforma radical de la Universidad, tema que fue tratado un mes antes del Congreso.

En el cónclave, cuyo lema central proclamaba «Todo tiempo futuro tiene que ser mejor», se tomaron acuerdos trascendentales, a pesar de la composición heterogénea de este Congreso, tales como Fundar la Confederación de Estudiantes de Cuba y la Declaración de Derechos y Deberes del Estudiante, condenar la penetración imperialista norteamericana en las Antillas, Centroamérica y Filipinas; condenar el colonialismo, solicitar que Cuba establezca relaciones diplomáticas con la entonces Unión Soviética; condenar la actuación de imperialismo yanqui en Cuba, demandar la derogación de la Enmienda Platt y Rechazar la Doctrina Monroe y el Panamericanismo, así como crear la Universidad Popular José Martí, inspirada según palabras de Mella, en el propósito de abrir una senda de luz para la generación de los obreros cubanos.[3]

Fundación de la Universidad Popular José Martí.
La Universidad Popular es una institución para todos y un camino abierto para tener un futuro mejor.
Julio Antonio Mella

En la noche del domingo 28 de octubre de 1923 se clausuró la reunión, que entonces adoptó el nombre de Primer Congreso Revolucionario de Estudiantes. En esa ocasión se anunció que, días más tarde, el sábado 3 de noviembre de 1923, se comenzaría a trabajar en la Universidad Popular José Martí. En la sesión final del encuentro, Mella se refirió a la creación de ese centro, cuando le correspondió el uso de la palabra y dijo que

al proponer su fundación (el Congreso) se había inspirado en el propósito de abrir una senda de luz para la generación de nuestros obreros (…) La Universidad Popular es una institución para todos y un camino abierto para tener un futuro mejor.[4]

Inaugurada en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, el 3 de noviembre de 1923, con una matricula de 400 estudiantes ligó a obreros e intelectuales con los sindicatos, como prueba de la transformación que debía asumir el nuevo organismo educacional para llevar el conocimiento a los más humildes. Fue dirigida por un Consejo o Junta con Mella al frente. El proyecto estuvo dirigido a elevar el nivel cultural y político ideológico del proletariado y a despertar su conciencia clasista sobre la base de la defensa de los principios de justicia social que interesaban a todos, bajo el interés esencial de lograr la unión de los obreros con los estudiantes e intelectuales.

Su creador y organizador, señaló entonces el alcance que habría de tener el nuevo organismo educacional dejando claro su objetivo al plantear:

Preparar esas nuevas generaciones es la tarea que viene realizando la Universidad Popular José Martí, ella tiene fe en los nuevos principios, en los hombres que piensan nuevo y actúan nuevo; saltamos, pues, por encima de los que creen que lo actual es perfecto, sacrifiquémonos, no por el placer de sacrificarnos, sino por el placer que se experimenta al realizar una buena acción. Defendamos la luz de la cultura que ilumina el mañana glorioso; y, guiados por sus esplendorosos rayos, obreros y estudiantes unidos avanzaremos hacia la conquista de la libertad.
Julio Antonio Mella[5]

El curso comenzó el 20 de noviembre de 1923 en la Facultad de Derecho, en horario nocturno y en sus aulas se impartió Historia de la Humanidad y de Cuba, Literatura, Gramática, Matemática, Psicología y Lógica, Homicultura, Maternidad y Profilaxis Sexual, Economía Política y Social, Legislación del Trabajo, Moral Antidogmática y Rudimentos de Ciencias de las Religiones; además de explicarle a los obreros los fundamentos del sistema de explotación a que estaban sometidos, ejemplificando especialmente con los trabajadores azucareros, sector mayoritario en el país. En sus clases se aplicaba el método dialéctico-materialista, y en sus normativas se destacaron el reconocimiento al antidogmatismo, al método científico-pedagógico y a la justicia social. Estableció la dirección conjunta de profesores y obreros para la entidad, y reconoció el objetivo de formar en el proletariado una mentalidad culta, completamente nueva y revolucionaria.

Ofreció cursos de primera enseñanza, escuela de analfabetos y escuela nacional, además de conferencias que contaron con la colaboración de profesores universitarios y de destacados intelectuales como Eusebio Adolfo Hernández y Emilio Roig de Leuchsenring. Junto a los estudiantes y graduados que se iniciaron con Julio Antonio Mella, sobresalieron Sara Pascual, Leonardo Fernández Sánchez, Alfonso Bernal del Riesgo y Eusebio Adolfo Hernández, a quienes se unieron poco después Rubén Martínez Villena (1899-1934), Raúl Roa (1907-1982) y Gustavo Aldereguía Lima (1895-1970).

Según el Registro de Asociaciones en el que fue inscrita la universidad, la presidencia de la institución estuvo a cargo de José Zacarías Tallet, mientras que Jorge A.Vivó aparecía como su secretario.

Primeros encuentros

Julio Antonio Mella mezclado entre los primeros obreros estudiantes de la universidad.

Las primeras clases tuvieron lugar en el Aula Magna de la Universidad de La Habana. Condenada y perseguida, sobre todo a partir del gobierno de Gerardo Machado, la Universidad Popular se vio obligada a mover constantemente su sede, desde la propia Universidad hasta diferentes locales sindicales, como la Federación de Torcedores de La Habana, la Federación Obrera de Bahía, la Hermandad Ferroviaria y otros locales en San Antonio de los Baños, Regla, Guanabacoa y Marianao.

Las aulas de la Universidad Popular José Martí pudieron expandirse al resto de las provincias del país a pesar de la represión y las enormes dificultades para la comunicación propias de la época. También logró organizar ciclos de conferencias dominicales con temas sociales. Entre ellos se destacó el impartido por Julio Antonio Mella en el entonces cine Wilson, ubicado en Belascoaín y San Rafael. El exitoso desarrollo del curso escolar hizo que el 15 de diciembre del propio año 1923, en un acto efectuado en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, Mella afirmara:[6]

Se abrieron las puertas del máximo centro docente de Cuba para los humildes, que por su ruda labor diaria para ganar el pan, no pueden recibir las enseñanzas superiores. El camino está abierto, por él marcharán a la consecución de mejores tiempos con la extensión de mejores ideales.
Julio Antonio Mella

La importancia que Mella concedió a la UPJM tuvo expresión especial cuando en enero de 1926 tuvo que partir clandestinamente hacia México. En esa ocasión encargó su dirección a Rubén Martínez Villena (1899-1934), quien de inmediato asumió la nueva tarea. Rubén rápidamente se convirtió en el principal conductor de los cursos regulares y en eficaz organizador de las actividades colaterales de la singular universidad. Junto a esa labor, asumió la impartición de las asignaturas Legislación Obrera y Antiimperialismo, que Mella había ofrecido hasta su encarcelamiento. También contribuyó a que los estudiantes comprendieran mejor los problemas de ese sector, sus necesidades y las vías para la solución de sus exigencias. Todo ello fue posible por el prestigio intelectual, el talento político y la sensibilidad revolucionaria que caracterizaron a Villena. Al propio tiempo, la Universidad Popular también facilitó al joven líder el proseguir la tradición magisterial de la familia, esta vez en el ámbito obrero, sector al cual Rubén entregó su vida.

La Universidad Popular no sólo fue una escuela para los trabajadores, fue, simultáneamente, un centro de formación de revolucionarios, incluidos sus profesores. La propia convivencia con los obreros, el conocimiento y la profundización en sus problemas, identificó a los profesores con los intereses de los alumnos, afianzando sus conductas revolucionarias. El dinamismo que le imprimió Rubén a la universidad de los trabajadores se reflejó en las actividades extraescolares que se desarrollaron, entre ellas, charlas y conferencias, veladas artísticas, emisión y distribución de manifiestos, panfletos y otros medios de agitación y propaganda, llegando a crear la revista América Libre, nacida en 1927 como órgano extraoficial de la UPJM y que fue concebida como una publicación mensual, logrando existir y circular entre abril y julio del propio año. Esta fue una revista de índole latinoamericanista y antimperialista que recogió algunos de los artículos que Mella elaboró durante su exilio mexicano.

Con la Universidad Popular se destruye el monopolio de la cultura que ostentan los grupos de poder, y lleva a los sectores populares un saber complejo y dúctil, generalizado, consciente.
Julio Antonio Mella, a finales de 1924

Y advertía que la nueva institución se dedicaba a trabajar por la emancipación de los hombres. Esta llegó a contar con una matrícula de 500 trabajadores. Durante su existencia se pronunció contra la corrupción del gobierno de Alfredo Zayas Alfonso y los crímenes de Gerardo Machado.

Estatutos

Sus estatutos recogían en esencia el pensamiento de Julio Antonio Mella. En su primer artículo rezaba:

La clase proletaria funda, profesa y dirige la Universidad Popular.

Se dividía en cuatro secciones:

  • Sección de Analfabetismo,
  • Sección de Segunda Enseñanza,
  • Sección de Estudios Generales
  • Sección de Conferencias.

De acuerdo con los Estatutos, la institución estaría regida por una comisión de estudiantes de la Federación Estudiantil Universitaria de la Universidad de La Habana, y por igual número de estudiantes del plantel, designados en asamblea. Asimismo, del centro serían separados los profesores que violaran lo reglamentado; es decir, quienes no profesaran una enseñanza científica y antidogmática, y quienes no defendieran los principios de justicia social.

Los estudiantes de la Universidad Popular tendrían los mismos derechos e iguales deberes ―declarados por el Primer Congreso Nacional de Estudiantes― que el resto de los estudiantes.

Alcance

En las aulas de la Universidad Popular José Martí se formaron muchos de los primeros dirigentes revolucionarios del proletariado cubano y fue cimiente de la obra que en la esfera de la preparación cultural y política de los trabajadores lograron desarrollar en los años que siguieron, la Confederación Nacional Obrera de Cuba, la Confederación de Trabajadores de Cuba, y el primer Partido Comunista de Cuba.

La Universidad Popular, iniciada por Julio Antonio Mella, Rubén Martínez Villena y otros muchos revolucionarios, contribuyó a la creación de la conciencia antiimperialista de los trabajadores y el pueblo cubano, cuando en sus aulas pudo explicarse el significado de la penetración económica de la oligarquía financiera norteamericana en los países latinoamericanos.

Clausura

La Universidad pudo mantener sus actividades hasta 1927, en franco desafío a las persecuciones y a la represión del régimen de Gerardo Machado. En el mes de julio de 1927, el régimen inició la causa n.º 1428 por delito de rebelión, y popularizada como causa del comunismo, dirigida contra los profesores de la Universidad Popular. En una parte del sumario no. 967/27 de dicha causa, se establecía que:[7]

Desde el mes de abril de 1926, con el objeto de transformar el régimen republicano actual y sustituirlo por el del Partido Comunista, se ha venido haciendo propaganda en comités, conferencias, periódicos, revistas, folletos, hojas sueltas y actuación personal y colectiva, para introducir, como lo han verificado, esas ideas en el Ejército, la Marina, los obreros y los campesinos, habiéndose establecido en distintos lugares, centros de reuniones que se titulan: Universidad Popular José Martí y que su fin no es otro que continuar por ese medio y en esos lugares la propaganda revolucionaria con el objeto de conseguir adeptos y en momento determinado producir una revolución armada para el logro de sus propósitos.
Causa judicial contra los profesores de la Universidad Popular

En este y otros párrafos del auto de dicha causa se aprecian dos elementos esenciales: la presencia de un movimiento contestatario fuerte, que preocupaba al régimen, y la realización de un importante esfuerzo unitario revolucionario también desde la cultura para sustentarlo y ampliarlo, que coadyuvaría al avance de las luchas populares hasta la consecución de sus anhelos libertarios.

Por orden del dictador Gerardo Machado y como parte de la represión desatada contra el movimiento progresista cubano que luchaba contra la condición de colonia impuesta por el imperialismo estadounidense, el 12 de julio de 1927 fue clausurada la Universidad Popular José Martí y, junto a ella, su órgano difusor, la revista América Libre. Sobre ese malogrado intento educacional, Mella escribió un folleto en 1927 que publicó en México, bajo el título: El cuarto aniversario de la Universidad Popular José Martí, en el que expresó:

Las aulas se han cerrado pero las páginas de los libros se abren. [...]
La Universidad Popular José Martí vive. Muchos han caído. Muchos más caerán. Pero todavía no se ha matado una sola idea, un solo principio.
Julio Antonio Mella

Fuentes