Sobrecarga del grano

Sobrecarga del grano.
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Clasificación:Trastornos digestivos del rumen.

Sobrecarga del grano. Enfermedad aguda de los rumiantes, caracterizada por indigestión, estasis ruminal, deshidratación, acidosis, toxemia, incoordinación, colapso y, frecuentemente, la muerte.

Etiología y patogenia

La enfermedad es más común en el ganado que ha tenido acceso accidental a grandes cantidades de hidratos de carbono, especialmente grano. También es común en vacuno de cebadero, cuando se les incorpora demasiado rápido a dietas muy ricas en grano.

El trigo, la cebada y el maíz son los más fácilmente digestibles y la avena, el menos. Son causas menos comunes la indigestión por manzanas, uvas, pan, pasta de hornear, remolachas azucarera y forrajera o por grano para fermentación húmedo y agrio, que no ha ferrnentado completamente en la fábrica de cerveza.

La cantidad de alimento necesaria para producir la enfermedad aguda depende del tipo de grano, la experiencia previa de! animal con ese grano, sus estados nutricional y físico y de la naturaleza de la microflora. El ganado bovino acostumbrado a dietas con alto contenido en grano puede consumir de 15 a 20 kg de grano y padecer sólo enfermedad moderada, mientras que otros animales sufren enfermedad aguda y mueren después de comer 10 kg de grano.

La ingestión de cantidades tóxicasde carbohidratos altamente fermentables es seguida, a las 2-6 h, de un cambio en la población microbiana del rumen. El número de bacterias grampositivas (Streptococcus bovis) aumenta notablemente, lo que tiene como resultado la producción de grandes cantidades de ácido láctico.

El pH del rumen desciende a :0;5, lo que destruye los protozoos, microorganismos celulolíticos y microorganismos consumidores de lactato y perjudica la motilidad ruminal.

El pH reducido permite que los lactobacilos utilicen los carbohidratos y produzcan cantidades excesivas de ácido láctico. La adición del ácido láctico y su al, ellactato, a los solutos existentes en el líquido ruminal, origina una elevación sustancial en la presión osmótica , que tiene como resultado el desplazamiento de grandes cantidades de líquido al interior del rumen causando deshidratación.

La temperatura corporal normalmente está por debajo de lo normal, 36,538,5 °C; sin embargo, en los animales expuestos al sol en tiempo caluroso, puede estar aumentada hasta 41°C. La respiración tiende a ser superficial y rápida, con una frecuencia de hasta 60 a 90 respiraciones por mino La frecuencia cardíaca normalmente aumenta de acuerdo con la intensidad ]de la acidosis; el pronóstico para los animales con frecuencias de 120 a 140 latidos por min es malo. La diarrea aparece frecuentemente y suele ser profusa.

Diagnóstico

El diagnóstico normalmente es obvio si se conoce la historia, puede confirmarse con los hallazgos clínicos, un pH ruminal bajo y mediante el examen de la microflora del rumen, cuando solamente está afectado un animal y no hay antecedentes de exceso de alimentación, el diagnóstico es menos obvio, pero los signos clínicos -un rumen quieto con sonidos de burbujeo, diarrea, ataxia Y una temperatura normal- son característicos.

Aunque la paresia del parto (p 834) puede asemejarse a la sobrecarga del rumen, la diarrea y la deshidratación no son típicas, la intensidad de los sonidos cardíacos está reducida y la respuesta a las inyecciones de calcio suele ser espectacular. La mastitiscoliforme sobreaguda y la peritonitis difusa aguda también pueden ser similares a la sobrecarga, pero un examen cuidadoso normalmente revelará la causa de la toxemia.

Para evitar el aumento del pH por la exposición al aire, el líquido del rumen, obtenido por medio de sonda gástrica o por paracentesis, debe examinarse rápidamente. por lo general, el pH en animales alimentados con forraje es 6-7; en los alimentados con grano, 5,5- 6.

Valores inferiores a éstos sugieren fuertemente la sobrecarga y un pH de <5 indica acidosis intensa. El papel indicador de pH de amplio intervalo (2-11) es adecuado para su uso en el campo. El líquido ruminal puede examinarse al microscopio. A bajo aumento se ven normalmente 5-7 protozoos por campo.

En presencia de acidosis, los protozoos están virtualmente ausentes. Una tinción de Gram del líquido revelará un cambio de bacteria s predominantemente gramnegativas en el animal sano, a predominantemente grampositivas en animales con ácidosis.

También se observa aumento dellactato sanguíneo y de las concentraciones de fosfato inorgánico, hipocalcemia leve y pH urinario reducido, aunque rara vez es necesario comprobar estos valores para llegar a un diagnóstico fiable.

El problema diagnóstico consiste en evaluar correctamente qué animales necesitan tratamiento vigoroso sacrificio, cuáles son los que necesitan tratamiento de apoyo, cuáles padecen solamente una indigestión leve que se corregirá por sí sola si se restringe la ingestión de agua y grano y se proporciona heno y ejercicio, y cuáles no necesitan nada más que el cuidado y alimentación rutinarios. En un brote de sobrecarga que afecta a varios animales, es necesario identificar aquellos que requieren el tratamientomás intensivo y aquellos que se recuperarán con una mínima terapia médica.

Si el ganado se examina mientra todavía está comiendo, es posible que algunos de los animales del grupo estén en cada una de estas categorías, por lo que es necesaria una vigilancia estrecha para reducir las pérdidas a un mínimo. El ganado que se examina cuando ya está comiendo en exceso o poco tiempo después, no debe recibir más concentrado ni agua, sino cantidades suficientes de heno de buena calidad durante un máximo de 24 h y se le debe obligar a hacer ejercicio periódicamente.

Los que presentan aspecto normal al final del primer día, probablemente estén en buen estado de salud, aunque, incluso si sólo uno está enfermo, se deben vigilar todos estrechamente dura\1te 48 h.

Tratamiento

Para todos los animales que se sospecha que han comido grandes cantidades de concentrado, es importante restringir la ingestión de agua durante las primeras 18-24 h. Si la sobrecarga es seria, debe considerarse el sacrificio; en los animales de ceba próximos al final de su período de engorde, puede ser la solución más económica.

Se debe usar una sonda de gran calibre (2,5 cm de diámetro interior Y 3 metroS de largo) y añadir suficiente agua para distender la fosa paralumbar izquierda; se deja entonces que salga por gravedad para evacuar lo que se pueda. La repetición del procedimiento unas 15 a 20 veces logrará los mismos resultados (y necesitará aproximadamente el mismo tiempo) que efectuar una rumenotomía para vaciar y lavar el rumen sifonando.

Durante las 6-12 h siguientes se puede administrar por vía intravenasa una solución electrolíticaequilibrada o bicarbonato sódico al 1,3 % en solución salina, hasta un volumen máximo de 60 litros/450 kg de peso. Durante este período debe aparecer de nuevo la micción. Normalmente no es necesario, incluso está contraindicado, dar antiácidos por vía oral (o intrarruminalmente).

En casos menos graves no es necesario vaciar el rumen, pero se debe añadir hidróxido de magnesio (500 g/450 kg de peso) a agua templada, bombeada al rumen y mezclada allí masajeando el flanco. Esto puede ser todo lo que se necesite si el pH del rumen es >5 y el animal todavía está de pie y razonablemente alerta varias horas después de la sobreingestión. Una frecuencia cardíaca de 70 a 85 latidos por min, contracciones ruminales débiles y temperaturacorporal normal y, especialmente, un buen apetito, son indicaciones adicionales de que este tratamiento será suficiente.

Si queda cualquier duda, se deben administrar más líquidos. Durante el período de convalecencia, que puede durar de 2 a 4 días, se debe proporcionar heno de buena calidad y no se debe dar grano, el cual será reintroducido posteriormente de forma gradual. Si el buen apetito retorna en los 3 días siguientes, el pronóstico es bueno. Sin embargo, si el tratamiento no se ha iniciado lo suficientemente pronto como para impedir la acidificación del contenido del rumen y se produce la infección micótica de la pared del órgano, es probable que haya una recaída a los 3-5 días y entonces el pronóstico es grave.

Prevención

Se debe evitar el acceso a alimento concentrado, por el que el ganado siente un apetito especial, en cantidades a las cuales no están acostumbrados. El vacuno de cebadero debe ser introducido gradualmente a raciones concentradas, durante un período de -3 sem, comenzando con una mezcla al 50 % de concentrado con alimento molido que contenga fibra.

Fuente

  • El Manual Merck de Veterinaria Quinta Edición, 2000