Tichondrius (World of Warcraft)
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Tichondrius fue el líder de los nathrezim de la Legión Ardiente, bajo el comando de Kil'jaeden. Fue un personaje importante en ciertas campañas de Warcraft III. Aunque a menudo se Presentaba, nunca estuvo disponible para que el usuario lo pudiera utilizar. Tichondrius no apareció en ningún parte de la Guerra de los Ancestros aunque a veces en Warcraft III, sus comentarios implicaron vivencias de primera mano. Ya que no es mencionado en la trilogía de War of the Ancients, no ha desempeñado un papel importante o digno de mencionar.
El Azote de Lordaeron
Antes de la Tercera Guerra, Tichondrius fue escogido por Kil'jaeden como supervisor del recién llegado agente de la legión, Ner'zhul, el maléfico Rey Lich. Tichondrius no quedó conforme con la ocupación, pero terminó aceptándolo. Como corresponde su estado como el más grande de los Nathrezim, Tichondrius fue puesto a cargo de numerosas operaciones del Azote. Al ver la corrupción del príncipe Arthas Menethil, Tichondrius aprovechó y se presentó al Caballero de la Muerte proporcionándole órdenes provenientes Tichondrius regularmente discutía el progreso del Azote con sus colegas, Anetheron y Mephistroth quienes permanecían en algún lugar en el Averno Astral. El Oscurecedor empezó a preguntarse si Ner'zhul tenía más planes para el nuevo "campeón", pero Mephistroth señaló que él "no osaría echar a perder sus esfuerzos ahora". El señor del terror continuó con su trabajo, supervisando la muerte de Uther the Lightbringer, la invasión y destrucción de Quel'Thalas, y el acoso a Dalaran. Una vez que Archimonde fue invocado por el ya revivido Kel'Thuzad, decretó que el Rey Lich ya no era necesario y dio a Tichondrius el control del Azote.
Invasión de Kalimdo
Los humanos, quienes perdían a sus más poderosos líderes y héroes, cayeron rápidamente ante el poder de la Legión, ahora integrada por Mannoroth. Mannoroth todavía estaba dolorido por la caída de los orcos en la conquista de Azeroth, años atrás y quedó más furioso cuando Tichondrius observo e indicó que el Azote estaba logrando lo que los orcos no pudieron, Mannoroth se ponía cada vez más enfurecido cuando Tichondrius le informó que los orcos habían abandonado el continente. El señor del foso estaba deseoso de sacar las frustraciones que tuvo con los orcos, así que a la primera oportunidad que tuvo, él y Tichondrius siguieron a los orcos a las ancestras tierras de Kalimdor. La llegada a Kalimdor recordó al par de señores demonios muy bien que la amenaza de los elfos nocturnos todavía permanecía, así como su semidiós, Cenarius. Mannoroth sospechó que era una cruel amenaza, a menos que se debilite de alguna manera. Tichondrius surgió con una solución. Sabía que los orcos habían llenado la furia de Cenarius, y creyó que corrompiendo a los orcos una vez más, tendrían el poder para derrotar a Cenarius, ahí empezaría la nueva invasión. Alentado por el argumento de Tichondrius, Mannoroth derramó su sangre ardiente en una fuente sagrada.
Muerte
A pesar de la muerte de Mannoroth a manos de Grom Hellscream, Tichondrius procedió con la invasión. El Azote, más peligroso que antes gracias al soporte de demonios tales como bestias infernales, guardias del apocalipsis e infernales, fue más que exitoso entrando en Ashenvale sin la intervención de Cenarius. Las fuerzas combinadas de orcos y humanos, acopladas junto con la resistencia de los elfos nocturnos, finalmente lograron detener su avance. Como la invasión de Kalimdor avanzaba, Tichondrius corrompió los bosques de Felwood usando un poderoso artefacto brujo, la Calavera de Gul'dan. Sin embargo, la Calavera fue consumida por Illidan Stormrage, quien antes había sido avisado por nigún otro más que Arthas. Transformado por la calavera en un demonio-híbrido, Illidan usó su nuevo poder logrando derrotar a Tichondrius. Tras su muerte, Anetheron se convirtió en el nuevo señor de los Nathrezim.
