Tumor odontógeno


Tumor odontógeno
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Tumor odontógeno. Los tumores odontogénicos agrupan un número determinado de lesiones que se caracterizan por presentar en común un origen a partir de estructuras embrionarias odontogénicas, epiteliales y mesodérmicas, en distintos estadíos de desarrollo. La etiología de muchas de estas lesiones es oscura y su comportamiento biológico implica, en ocasiones, consecuencias desfavorables para el paciente.

Clasificación

Las clasificaciones sobre tumores odontogénicos han sido numerosas, según la clasificación histológica internacional de tumores se puede encontrar: cementoma, ameloblastoma, odontoma.

Cementoma

Bajo este término se agrupan varias lesiones que tienen la característica común de producir tejido semejante al cemento. Se conocen 4 variedades:

  • Cementoblastoma benigno.
  • Fibroma cementificante.
  • Displasia cementaria periapical.
  • Cementoma gigantiforme.

Cementoblastoma benigno

El cementoblastoma benigno es el que se considera dentro de los cementomas una verdadera neoplasia, constituida por tejido semejante al cemento. Su origen es desconocido aunque algunos autores le dan cierta importancia al traumatismo crónico y a procesos infecciosos. Este tumor afecta preferentemente a personas por debajo de los 25 años de edad; su localización más frecuente es en la mandíbula fundamentalmente en la región premolar- molar y siempre asociado a la raíz de un diente; crece lentamente y produce expansión de las láminas óseas externa e interna del hueso afectado. Por lo general transcurre asintomático y sólo puede dar molestias cuando alcanza un tamaño considerable.

Las características radiográficas se corresponden con una masa de material radiopaco que casi siempre presenta una zona radiolúcida periférica que está en correspondencia con los tejidos que no se han mineralizado. El fibroodontoma ameloblástico, el odontoameloblastoma y el quiste odontogénico calcificante, que si bien se agrupan dentro de los tumores odontogénicos de los maxilares y la mandíbula, su frecuencia de aparición es muy baja.

Displasia cementaria periapical

Es la forma más frecuente y mejor conocida dentro de los cementomas. Algunos autores señalan el trauma leve y crónico. La lesión ocurre en personas mayores de 30 años, es más frecuente en la raza negra y en mujeres que en hombres, con una proporción de 9 a 1. La región más afectada es la anterior de la mandíbula, en relación con las raíces de los incisivos.Es asintomática, se presenta en forma múltiple en la mayoría de los casos pero pueden ocurrir lesiones solitarias.

Generalmente se descubre en exámenes radiológicos. Su aspecto varía según la fase en que se encuentre. En la lesión reciente, se observa una zona radiolúcida circunscrita muy semejante a un granuloma periapical. Lesiones más avanzadas presentan mineralización, la cual es progresiva y con el tiempo llega a producir una imagen radiopaca separada del hueso por un halo radiolúcido. Cuando las lesiones son múltiples, pueden fusionarse, formando áreas radiopacas extensas.

El tratamiento es la extirpación quirúrgica. Las piezas dentarias son vitales y la lesión no requiere tratamiento alguno. Si hay que extraer los dientes por caries u otra causa, entonces la lesión debe extirparse conservadoramente.

Ameloblastoma

El ameloblastoma es un tumor benigno del epitelio odontogénico, caracterizado por su comportamiento localmente invasor y recidivante, que forma estructuras semejantes al órgano del esmalte del germen dentario, pero no se diferencia hasta el punto de formar tejidos mineralizados. Generalmente se presenta como un tumor central aunque hay informes en que se han registrado en tejidos blandos o periféricos.

La mayoría de los autores están de acuerdo que el ameloblastoma se origina a partir de células odontogénicas, pero no se ha podido precisar sobre qué parte del aparato dentario surge dicha neoplasia. Puede originarse de varios tejidos odontógenos entre ellos: restos epiteliales de la lámina dentaria, restos epiteliales de la vaina radicular de Hertwig, del epitelio del germen dentario, del epitelio de revestimiento de los quistes dentígeros y la capa basal del epitelio de la mucosa oral. Las manifestaciones clínicas se evidencian con mayor frecuencia en la cuarta y quinta década de la vida, en nuestra serie la tercera década es la más afectada con edad promedio de 33 años. Estos tumores cuando se diagnostican presentan dimensiones mayores de 3cm de diámetro, puesto que generalmente transcurren asintomáticos.

Aparecen como un aumento de volumen fundamentalmente en la mandíbula, que hace prominencia tanto hacia lingual como hacia vestibular; en raras ocasiones puede llegar a provocar ruptura de la pared ósea y ulcerar las partes blandas; no se ha observado preferencia por sexo o raza. Se considera que más del 80% de los casos afectan la mandíbula y de estos, el 70% aparecen región molar y rama ascendente; el 20% en región premolar y el 10% en región de incisivos. Entre el 10% y el 15% de los casos están asociados a dientes que no han hecho erupción; cuando afecta el maxilar tiene predilección por las áreas cuspídeas y astrales con tendencia a extraerse hacia el seno maxilar, órbita y base del cráneo.

El ameloblastoma es un tumor de crecimiento lento, y en sus etapas iniciales es prácticamente asintomático. Al crecer, el tumor causa asimetría facial progresiva; también el paciente puede quejarse de movilidad dentaria como síntoma inicial. El dolor, aún en los casos avanzados, no es un síntoma común.La mucosa que cubre al tumor es generalmente de color normal y se conserva intacto aún en lesiones grandes.

La apariencia más frecuente es múltiples áreas radiolúcidas en forma de “panal de abejas” ó “burbujas de jabón”; los límites pueden ser lisos o pueden tener ciertas irregularidades, también puede presentarse la imagen radiológica unilocular o asociada a menudo con la corona de una pieza dentaria retenida, y puede confundirse con un quiste dentígeno u otra entidad similar, lo que nos dice que su imagen radiográfica no es patognomónica de la enfermedad. Es frecuente observar reabsorción radicar de las piezas dentarias que se encuentran en el áreas del tumor.

Debe establecerse el diagnóstico diferencial con el granuloma reparativo central de células gigantes, que se ve en pacientes más jóvenes; con el fibroma y el mixoma odontógenos, que son raros. Estas entidades tienen un aspecto radiológico semejante al ameloblastoma, pero no es frecuente que produzca reabsorción radicular como el este. Teniendo en cuenta el aspecto microscópico del ameloblastoma, localmente infiltrante y la recidiva que sigue al curetaje ó enucleación del tumor, es aceptado que el mejor tratamiento es el radical; la exéresis en “bloque” es decir, la eliminación quirúrgica con un “margen de seguridad”. En los casos avanzados es indispensable la resección parcial ó total del maxilar afectado.

Debe realizarse después biopsia previa a la exéresis del tumor. Una vez que se detecte, diagnostique o se piense que estamos frente a este tipo de lesión se debe remitir al cirujano máxilofacial lo más pronto posible y continuar con el seguimiento y control del paciente.

Odontoma

El Odontoma es una alteración del desarrollo o malformación de origen dentario que se caracteriza porque tanto el tejido epitelial como el mesodérmico están presentes y exhiben completa diferenciación; el esmalte y la dentina pueden disponer más o menos organizadamente, dependiendo del grado de alteración en la morfodiferenciación de las células odontogénicas.

Existen dos tipos de variantes que son: el odontoma complejo y el odontoma compuesto. En el odontoma complejo están representados todos los tejidos dentarios pero de una forma desorganizada, y a veces se observan algunas estructuras semejantes a dientes. El odontoma compuesto se caracteriza porque los tejidos dentarios que lo constituyen están dispuestos de una forma ordenada, dando lugar a la formación de múltiples estructuras dentarias que tienden a parecerse a los dientes normales pero con gran variación en el tamaño y la forma.

El origen de esta entidad no está precisado; se le atribuye el trauma local y a procesos infecciosos una posible influencia en el desarrollo de esta malformación. El odontoma aparece con mayor frecuencia en personas jóvenes segunda y tercera década de la vida, sobre todo niños. Ambos tipos de odontomas son más comunes en las mujeres que en los hombres. Son de crecimiento lento. Afectan por igual la mandíbula que los maxilares y no tiene preferencia por sitio alguno en la arcada dentaria, aunque hay informes donde se señala la región premolar-molar como la más afectada por los odontomas complejos y la región anterior para los odontomas compuestos. Generalmente es un tumor pequeño pero a veces produce expansión del hueso y deformidad facial. El odontoma compuesto es más frecuente que el tipo complejo.

Desde el punto de vista radiográfico, el odontoma al principio ofrece una imagen radiolúcida que va presentando áreas radiopacas a medida que pasa el tiempo. En el odontoma complejo, las imágenes del material calcificado por lo general son irregulares y difusas; en el odontoma compuesto las imágenes radiopacas recuerdan estructuras dentarias más o menos numerosas. Tanto en el odontoma complejo como el compuesto, se observa en la periferia del material calcificado una banda radiolúcida que corresponde con la cápsula de tejido conjuntivo. Responden bien a la simple enucleación y no recidivan. Estos casos se deben remitir al cirujano máxilofacial para recibir tratamiento quirúrgico y realizar biopsia en los casos necesarios.

Fuente

  • Compendio de Temas elaborado por la Dra. Leticia Espinosa Glez. Tomado de Temas de Cirugía Bucal III, Atlas de Patología del Complejo Bucal de Santana Garay, Conferencias de Patología Bucal I y II, y Guías Prácticas/2003.