Analogía

Analogía
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Concepto:Razonamiento sobre la pertenencia a un objeto o clase de objetos homogéneos de un determinado indicio, a base de la semejanza de indicios sustanciales con otro objeto
Analogía. Semejanza de ciertas facetas, cualidades y relaciones entre objetos no idénticos; son razonamientos por analogía las deducciones que se hacen sobre la base de dicha semejanza.

Generales

La analogía proviene del griego αναλογíα (ana -reiteración o comparación- y logos, razón), proporción, correspondencia). Esquema corriente del razonamiento por analogía: el objeto B posee las notas a, b, c, d, e; el objeto C posee las notas b, c, d, e; por tanto el objeto C tiene probablemente, la nota a. Es el razonamiento sobre la pertenencia a un objeto, o clase de objetos homogéneos de un determinado indicio (propiedad o relación), a base de la semejanza de indicios sustanciales con otro objeto, o clase de objetos homogéneos. El objeto examinado directamente se llama modelo y el objeto del cual se busca la analogía, prototipo u original. En la ciencia moderna, constituye una amplia esfera para la aplicación de la analogía, la denominada teoría de la semejanza, utilizada en la modelización.[1]

Valor e importancia

La analogía es de gran valor para la investigación. En las etapas iniciales del desarrollo de la sociedad, la analogía sustituye a la observación sistemática y al experimento, sus conclusiones se fundamentan en el parecido de caracteres externos y secundarios. Así surgen la mayor parte de las concepciones de la filosofía de la naturaleza en la Antigüedad. Más adelante, la analogía pierde su significado como medio de explicación, pero conserva el papel de brújula que señala los problemas. Así, Huygens, después de descubrir la analogía entre el comportamiento de la luz y el del sonido, llegó a la idea de la naturaleza ondulatoria de la luz: Maxwell hizo extensiva esta conclusión a la naturaleza del campo electromagnético. Considerada aisladamente, la analogía carece de fuerza probatoria concluyente, pues la deducción por ella inferida posee sólo un carácter de probabilidad. De ahí que sea necesario aplicarla junto con otras formas de cognición.[1]

Requisitos

Con el fin de elevar el grado de probabilidad de la deducción por analogía, se recaba el cumplimiento de los requisitos siguientes:

  1. La analogía ha de basarse en notas esenciales y en un gran número -en la medida de lo posible- de propiedades comunes a los objetos que se comparan.
  2. El nexo entre el carácter respecto al que se infiere la deducción y los caracteres comunes descubiertos en los objetos, ha de ser lo más estrecho posible.
  3. La analogía se propone establecer una correspondencia entre objetos sólo en un determinado nexo, pero no en todas las relaciones.
  4. Como quiera que la analogía tiene como fin inmediato establecer la semejanza de los objetos, no hace más que señalar sus diferencias y ha de completarse con la investigación de los mismos.

Clasificación

Según el carácter de la información trasladada del modelo al prototipo, se destacan la analogía de propiedades y la analogía de relaciones.

Analogía de propiedades

Tipo de analogía muy usada en la vida cotidiana y su explicación se hace simple mediante el esquema siguiente:

  • El objeto A posee propiedades a, b, c, d, e, f.
  • El objeto B posee propiedades a, b, c, d.
  • Es probable que el objeto B posea propiedades e, f.

Ejemplo práctico: En una ciudad X fueron constatados tres casos de robo de piezas de computadoras. Cuando los delincuentes penetraron en las tiendas, abrieron un agujero en el techo. Mediante el razonamiento por analogía, los investigadores construyeron la versión de que estaban implicados los mismos delincuentes.

La analogía se observaba en los tres casos: 1) Naturaleza del delito (robo) 2) Tipo de objetos robados (piezas de computadoras) 3) Vía de penetración en las tiendas (por un agujero en el techo). La versión fue comprobada. Y los delincuentes detenidos.

Analogía de relaciones

En este tipo de analogía, se informa de las relaciones entre dos objetos o dos clases de objetos homogéneos.

Tenemos las relaciones (a R b) y (c R d). Las relaciones R y R son análogas, pero a no es análoga a c, ni b a d.

Ejemplo práctico: En el modelo planetario de la estructura del átomo propuesto por Rutherford, son análogas las relaciones entre el Sol y los planetas por un lado, y entre el núcleo atómico y los electrones, por el otro.

La analogía de relaciones a menudo se aplica en la biónica, ciencia que estudia objetos, procesos y fenómenos de la naturaleza viva para aplicar los conocimientos obtenidos en la técnica moderna.

Analogía rigurosa

Se caracteriza por tener un nexo necesario de los indicios de homología, con el indicio trasladado. La analogía rigurosa se emplea en investigaciones científicas; en ella se basa el método de simulación.

Pero además de las reglas lógicas formales fijadas para la analogía, es necesario tomar en cuenta los requerimientos metodológicos del carácter concreto de la verdad, es decir, examinar un fenómeno en una situación concreta.

La analogía rigurosa de los procesos termonucleares que transcurren en el Sol y en la Tierra permite fundamentar científicamente la búsqueda de vías para solucionar los problemas de la fusión termonuclear controlada, para la cual es necesario un plasma de hidrógeno con una temperatura aproximada de cien millones de grados centígrados.

En el Sol este plasma se retiene por el campo de gravitación, y en la Tierra se le puede mantener obediente por el campo magnético. Los científicos han solucionado el problema de la teoría del equilibrio y estabilidad del plasma. De ser controlada la fusión termonuclear y creada la energética termonuclear, la humanidad obtendrá recursos de combustible prácticamente ilimitados.

Analogía no rigurosa

Da una conclusión probable. Si se designa el juicio falso con 0 y la verdad con 1, el grado de probabilidad de sus conclusiones se ubica en el intervalo de 1 a 0, o sea, 1 > P > 0, donde P designa la probabilidad de la conclusión por analogía no rigurosa.

El hombre a menudo emplea máquinas calculadoras analógicas para el mando en un buque, con miras a neutralizar al máximo la acción del balanceo durante la tormenta. En el buque se instalan aletas especiales, que son controladas por una máquina analógica. Dicha máquina resuelve la ecuación diferencial del movimiento de las olas. Parece “prever” con antelación la ola que se acerca y corrige mediante las aletas, la posición del buque.

Si se recurre a la analogía no rigurosa se prueba también en laboratorio, un modelo de avión o de puente para construir luego el avión o puente real. Este método puede proporcionar asimismo una conclusión cierta, pero la más de las veces resulta ser probable, pues se deja sentir la diferencia de escala entre el modelo y el prototipo, y las diferencias entre condiciones de laboratorio y las naturales.

Máquinas analógicas se utilizan felizmente en el control de aterrizaje, y cumple las funciones del piloto en caso de una neblina espesa sobre el aeródromo. Existen dispositivos analógicos que imitan el comportamiento del avión, controlados por robots, etc.

En las demostraciones matemáticas solo se emplea la analogía rigurosa en la solución de problemas aritméticos, geométricos, etc. También se puede aplicar un algoritmo o una analogía no rigurosa con los problemas del mismo tipo ya solucionados.

Para elevar el grado de probabilidad de las conclusiones por analogía no rigurosa hay que procurar que: 1) El número de los indicios comunes sea el máximo posible. 2) Los indicios homólogos sean sustanciales (en los indicios fútiles se construyen analogías no científicas y pueriles). 3) Los indicios comunes sean lo más heterogéneos posibles. 4) Se tomen en cuenta la cantidad y sustancialidad de los puntos de diferencia (si los objetos se diferencian en indicios sustanciales, la analogía podrá dar una conclusión falsa). 5) El indicio trasladado sea del mismo tipo que los indicios homólogos.

Si se incumplen estas reglas la analogía resultará falsa.

Analogía falsa

A veces se utilizan para inducir a error, al enemigo, convirtiéndose así en método sofístico. En otros casos, las analogías falsas se hacen accidentalmente a causa del desconocimiento de las reglas de construcción de la analogía, o por falta de conocimientos fácticos sobre los objetos o sus propiedades, a base de las cuales se hace una analogía.

Por ejemplo, en una analogía falsa se basó un colaborador de Iván Pávlov, famoso fisiólogo ruso, quien, al analizar unos experimentos con perros, estableció una analogía entre el mundo interior del hombre y un imaginario “mundo interior” del perro.

El colaborador no tomó en cuenta que entre el hombre y el animal existe una diferencia de principio que hace imposible una analogía: la conciencia humana se distingue cualitativamente de la psique de los animales. La analogía falsa llevó a una conclusión falsa, a una fantasía y esterilidad científica.

Analogía del ente

Concepto metodológico central en la filosofía católica (Neotomismo, Escolástica, Tomismo, Tomas de Aquino). La analogía del ente implica que todo ser (trátese de un objeto material, de un fenómeno o de una idea) es parecido a otro y, al mismo tiempo, es distinto de él. Partiendo de este principio, la filosofía católica establece la escala jerárquica del ente. Por cuanto en la analogía del ente se considera que lo primario y determinante es la semejanza, la unidad, según la metafísica escolástica (Tomás de Aquino; entre los escolásticos modernos, Erich Przywara y otros), la causa, la fuente inicial de la multiplicidad cualitativa del ente no puede ser más que una fuerza exterior, sobrenatural: Dios, en quien coinciden todas las diferencias. De este modo, en el concepto de analogía del ente se da carácter absoluto a la identidad, a la semejanza de objetos» y fenómenos, mientras que sus diferencias cualitativas se reducen a cuantitativas. Dicho concepto fue introducido en la escolástica medieval. Los escolásticos de estos días tienen a la analogía del ente por antípoda de la unidad dialéctica de contrarios.[1]

Referencias

  1. 1,0 1,1 1,2 Rosental M. y P. Iudin. Diccionario Filosófico. Ediciones Universo, Argentina, 1973, páginas 12-13. Error en la cita: Etiqueta <ref> no válida; el nombre "Diccionario" está definido varias veces con contenidos diferentes Error en la cita: Etiqueta <ref> no válida; el nombre "Diccionario" está definido varias veces con contenidos diferentes

Fuentes